La frontera de Melilla, de luto: cien personas se unen en silencio para pedir vías seguras

La plaza Menéndez Pelayo se quedó este miércoles en silencio durante varios minutos. En las calles de alrededor, la vida continuaba, ajena a la concentración en la que participaron unas 100 personas. “No más muertes en la Frontera Sur”, podía leerse en una de las pancartas. La sujetaban migrantes subsaharianos, que están en nuestra ciudad porque sobrevivieron al mar o a los obstáculos lesivos de la valla.

La vista se perdía en el interior de la plaza, donde una lona azul y un cartón con forma de barco representaban el drama que supone la falta de vías seguras: las muertes en el mar. Alrededor de esta recreación, se colocaron 14 velas. Una por cada una de las vidas que se apagaron en el último mes en aguas próximas a nuestra ciudad o en tierra firme.

En un manifiesto, leído en castellano y en francés, se recordó que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dependiente de las Naciones Unidas, cifró en más de 3.180 las personas fallecidas este año mientras migraban. Sólo en el Mediterráneo perdieron la vida 2.040 que trataban de alcanzar Europa. De ellas, 617 intentaban llegar a España.

Más allá de las cifras, eran personas. Todas tenían sueños, seres queridos y proyectos que ya no podrán cumplir. “Se repite este espeluznante desastre, en que tantos jóvenes están perdiendo la vida y enterrando sus sueños en medio de las aguas del Mediterráneo”, lamentaron en el Círculo de Silencio.

Ante esa barca de cartón y esas 14 velas, se reclamaron “vías seguras y legales” para "frenar las muertes en el mar y en las fronteras terrestres".

Entierran en Melilla a uno de los migrantes fallecidos el día 5

Este miércoles recibió sepultura uno de los migrantes fallecidos que fueron trasladados a Melilla el pasado día 5 tras ser rescatados en aguas del mar de Alborán. Según pudo saber El Faro a través de varias fuentes solventes, esta persona de origen subsahariano fue enterrada en nuestra ciudad siguiendo el rito que marca el islam.

Son 14 las personas que han perdido la vida, todas ellas de origen subsahariano, en el último mes muy cerca de nuestra ciudad, cuando intentaban llegar a Europa. A principios de noviembre, la patrullera de Salvamento Marítimo ‘Guardamar Polimnia’ rescató dos embarcaciones localizadas a unas 20 millas de Melilla.

En total, se trasladó a 93 migrantes a nuestra ciudad. De ellos, nueve ya habían fallecido a bordo de la patera. Tampoco se pudo hacer nada por otras cuatro personas que murieron en tierra, pese a las maniobras de reanimación realizadas por los facultativos de la Cruz Roja y el 061.

Fuentes consultadas por El Faro aseguraron que se intentó reanimar a uno de ellos durante más de media hora, pero no se pudo hacer nada por salvar su vida.

La Unidad Orgánica de la Policía Judicial, según informó entonces la Delegación del Gobierno, se hizo cargo de la investigación para esclarecer las causas de la muerte de las 13 personas que fallecieron tras subir a una patera.

El resto de supervivientes, que fueron rescatados y trasladados a la ciudad, fueron acogidos en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde permanecen mientras se resuelven sus expedientes.

Otra muerte en octubre

Además de los nueve cuerpos sin vida que trasladaron a Melilla, y los otros cuatro migrantes que fallecieron ya en tierra, el día 21 del pasado mes murió un joven de origen subsahariano justo después de lograr saltar la valla y entrar a la ciudad.

El salto tuvo lugar sobre las 9:00 horas, en los Pinares de Rostrogordo. Muy cerca, en las inmediaciones del pantano de las Adelfas, falleció esta persona.

Según la Delegación, la autopsia preliminar indica que no hay lesión externa que haya provocado su muerte. Asimismo, apuntó que se había detectado una anomalía pulmonar congénita, que tendrá que ser analizada.

Fue uno de los 209 migrantes que consiguió acceder a Melilla, siendo 55 de ellos expulsados a Marruecos al día siguiente en aplicación del Acuerdo de Readmisión firmado entre ambos países en 1992. Ninguna de las personas devueltas de forma exprés por el Ministerio del Interior habían solicitado asilo, señaló la Delegación del Gobierno.

El Colegio de Abogados, entonces, lamentó que a las personas devueltas no se les permitió ceder su representación a los letrados por la celeridad de la expulsión.