Francisco Soriano: "Después de tantos años viniendo, siempre nos vamos de Melilla con ganas de volver"

La familia Soriano Blázquez lleva una semana recorriendo nuestra ciudad. Los 19 miembros de esta entrañable familia madrileña con raíces melillenses llegaron el pasado sábado a Melilla y partirán mañana de nuevo, rumbo a la capital de España.

Francisco Soriano, secretario de la Casa de Melilla en Madrid, ha atendido a El Faro para narrar las peripecias de una semana plagada de visitas a la historia y el patrimonio melillense, baños en las playas de nuestra ciudad y, sobre todo, mucho disfrute.

Este viaje se planeó hace dos años. Sin embargo, las inclemencias meteorológicas impidieron el vuelo entonces, dejando a esta familia en el aeropuerto y sin poder visitar Melilla. No obstante, para esta ocasión, prácticamente un tercio del avión estaba ocupado por los 19 miembros de la familia Soriano Blázquez. Un viaje preparado con mucha antelación, una vez que los billetes se adquirieron el pasado mes de enero.

La familia se compone de Francisco Soriano y su esposa, sus cuatro hijos con sus respectivas esposas y maridos y los 9 nietos. Es necesario sumar los sobrinos que residen en nuestra ciudad y que han acompañado al grupo de turistas. Además, con una nuera neoyorquina y una de sus hijas que vivió varios años en Estados Unidos, Soriano proclama con orgullo que seis de sus nueve nietos son bilingües en inglés.

A un día de partir, el balance de la visita es inmejorable. De hecho, Soriano asegura que algún nieto lamenta tener que partir.

"Es normal, el ritmo que tienen es otro. Ahora están en la playa y lo están pasando fenomenal. Por fin han tenido la oportunidad de conocer Melilla. Esto ha sido también un premio por los buenos resultados escolares obtenidos".

Una visita que, de acuerdo con Soriano, "ha pasado muy rápido". No quiso pasar por alto las visitas guiadas por los museos de Melilla la Vieja y la ruta del Modernismo, "una parada obligada", según dijo.

"Francamente, han sido unos días para el recuerdo, creo que todos vamos a llevar en nuestra memoria este viaje. Tenemos cientos de fotos de los lugares en los que hemos estado, donde hemos comido y los paseos que hemos dado. Muy satisfechos".

Además, Soriano quiso agradecer al Hotel Melilla Puerto por la atención recibida, También elogió la ubicación de este hotel, tan cercano a las playas de nuestra ciudad. No quiso olvidar que recomendará a quien visite Melilla que se hospede en este hotel.

Tampoco se olvidó del Real Club Marítimo, donde la familia ha hecho uso de las instalaciones y donde el trato recibido, según dijo, ha sido más que satisfactorio.

Vida

Pese a nacer en Málaga, Francisco Soriano pisó nuestra ciudad por primera vez con 4 meses. Hijo de melillenses, marido de melillense y padre de una hija nacida en nuestra ciudad; Soriano no puede pensar en su vida sin contar con Melilla.

Francisco pasaba todos los veranos en Melilla, hasta que conoció a su esposa, cuando era oficial alumno del barco que unía Melilla con Málaga.

"Yo conozco Melilla desde que era niño porque mi padre era de Melilla y mi abuelo en el año treinta fue el práctico de la ciudad cuando solamente había uno. Vivía en la calle Padre Lerchundi".

El joven matrimonio dejó Melilla rumbo a Málaga, donde vivieron un par de años hasta que Francisco, que era capitán de la marina mercante, fue destinado a Madrid en el año 1981, donde ha desarrollado desde entonces su vida profesional y personal.

Tras 43 años fuera de Melilla, Francisco alega que nuestra ciudad ha cambiado mucho. De acuerdo con el secretario de la entidad, Melilla se encuentra actualmente mucho más cuidada y renovada que hace unos años.

Otro punto de gran importancia para la familia es Melilla la Vieja, donde nació la matriarca de la familia. Su boda se ofició en la iglesia de la Purísima Concepción, actualmente en rehabilitación. Esta iglesia acogió también el bautizo de su hija mayor. Pero en este viaje sus descendientes pudieron conocer por fin el templo que tan especial ha sido para la familia.

Aunque destacó que le hubiera hecho ilusión poder ir a misa en la iglesia del Pueblo, las obras que se están acometiendo actualmente lo han imposibilitado. Por lo que confió en poder asistir a misa en el Sagrado Corazón antes de volver a casa.

Casa de Melilla en Madrid

La Casa de Melilla en Madrid es una institución cuyo objetivo es divulgar el nombre de nuestra ciudad por la península y, en concreto, por la capital de España.

Esta entidad desarrolla múltiples actividades relacionadas con Melilla, destacando la Semana Cultural, donde cada año se exponen decenas de obras pictóricas de artistas melillenses, en su mayoría. Además de impartirse sendas conferencias con temática relacionada con nuestra ciudad.

Asimismo, Soriano quiso destacar distintas labores que esta entidad lleva a cabo, como asesorar a ciudadanos que desean conocer Melilla o difundir los bonos turísticos para que puedan visitar la ciudad.

Las relaciones con el resto de casas de Melilla y con la Ciudad Autónoma son "inmejorables", en palabras de Francisco Soriano, quien quiso agradecer el apoyo que la entidad siempre ha recibido.

La Casa de Melilla en Madrid se fundó en el año 2010 por parte de Julio Miranda Céspedes. Entre sus socios, se encuentran personas ilustres, como el hermano del capitán Tomás Castaño, campeón del mundo de vuelo acrobático y que cuenta con un monumento en Melilla, en la plaza de la aviación española.

"Un grupo de melillenses vio la necesidad de representar el nombre de Melilla y así se conformó".

En este sentido, Soriano expresó la necesidad de divulgar a Melilla, añadiendo varias anécdotas personales de gente que ha confundido Melilla con la ciudad hermana de Ceuta o le ha dicho que ambas "están al lado".

Melilla

Melilla no sale nunca de la vida de Francisco Soriano. El secretario de la entidad siempre sigue de cerca cualquier acontecimiento que ocurre en la ciudad, ya sea la Feria, el Día de Melilla o el estado del patrimonio arquitectónico y artístico local.

Melilla, en palabras de Francisco Soriano, es una ciudad de la que aunque uno se va, siempre cuenta con el deseo de volver.