En las profesiones relacionadas con la seguridad, la formación continuada es esencial para el éxito de las operaciones. Es por ello que, el cuerpo de bomberos de Melilla realiza cada día una maniobra distinta en el parque, ya sea para repasar procedimientos o el material que hay que usar según la situación. Guillermo García, sargento del cuerpo durante 30 años, coordinó su última maniobra antes de su jubilación, que consistió en una simulación de fuego en tercera planta, con un ataque por interior y ataque a sótano con espuma y rescate de víctima con vehículo de altura AEA y ventilación para la extracción del humo.
“El personal se va a distribuir y a realizar una serie de ejercicios y lo vamos a hacer como si fuera un día cualquiera, por lo que puede salir mal. En el debriefing charlaremos para ver en qué nos hemos equivocado”, explicó García.
Antes de empezar, se reunieron todos en círculo, el sargento Guillermo repasa junto a los distintos equipos que se han formado para la maniobra, como el de extinción o el de salvamento, todos y cada uno de los pasos que se van a llevar a cabo, pues según declaró García, lo más difícil va a ser el rescate de la víctima.
Miguel Ángel Carmona, jefe de Dotación, contó que su papel en la maniobra fue que, tras recibir el aviso de que había un edificio en llamas, entró con el primer boquilla y un tendido de manga,dos de las posiciones que poseen los bomberos. Los tres conformaban “un primer equipo de ataque” y una vez que la situación se controló, entró un equipo de salvamento y un extintor para proceder a la revisión en el caso de que hubiese víctimas.
Dentro del edifico, descubren que hay una víctima, así que por un lado había un equipo atacando el fuego y otro que se encargó de sacar a la víctima del edificio. Para ello usaron uno de los camiones con escalera, que tras sujetar a la ‘víctima’ a una camilla, lo bajaron por esta con ayuda de una cuerda. Abajo estaba un equipo que servía de apoyo y colaboró en el rescate.Ya abajo, se asistió con los primeros auxilios a la persona rescatada, además de comprobar sus constantes vitales.
El siguiente paso consistió en sofocar un incendio en planta baja que fue sofocado con una espuma densa, luego se usó una más ligera, pero que cubría una mayor cantidad de espacio. Una vez sofocado el incendio, se dispuso a extraer el humo del edificio con un ventilador que empujaba el aire hacia fuera. Para realizar la misma maniobra en el sótano, se utilizó un ventilador que atrae el humo, ya que este no tiene por donde salir.
Otro de los materiales con el que practicaron fue con una manguera que expulsa una gran cantidad de agua, necesaria para grandes incendios. Además, con esta también se puede expulsar espuma.
Cuando termina la maniobra, el sargento Guillermo revisó en el debriefing junto al grupo cómo se había desarrollado la actividad y qué había que mejorar, todo para estar listos en el caso de emergencia.
Guillermo: 30 años al servicio de Melilla
En el parque de bomberos acaban de despedir a su miembro más antiguo: el sargento Guillermo García, que estuvo al servicio del cuerpo durante 30 años. Ayer fue su último turno y El Faro estuvo presente en su última maniobra, que consistió en la simulación de un incendio en un tercer piso con el rescate de una víctima incluido. Guillermo aseguró que se siente “triste” y que “no se quiere ir” porque “le encanta su trabajo y ayudar a la gente”. Miguel Ángel Carmona, que lleva 26 años trabajando de bombero, contó que el sargento es “muy querido” e “imprescindible en el parque de bomberos”. Borja Sánchez, bombero conductor, lleva desde el principio con él, lo que suponen 11 años. “Se nos va un gran profesional, un ejemplo y un amigo”, aseguró este. Francisco Sánchez, otro de los compañeros que lleva 30 años en el cuerpo, aseguró que Guillermo es un gran profesional porque está “siempre formándose, que es lo que hay que hacer en esta profesión” y que “siempre ha querido ayudar a sus compañeros” y que ha sabido trasmitir “seguridad y tranquilidad” durante las intervenciones, lo que facilita mucho el trabajo. Desde el perfil de Twitter de ‘Un Bombero en Melilla’, declararon que “Un poco de nostalgia, algo de tristeza, pero también alegría porque para todos nosotros eres un gran profesional, capaz de cumplir todas tus metas, siempre te recordaremos como un enorme compañero y un ejemplo a seguir, siempre dispuesto a compartir tu tiempo, tus conocimientos y una gran sonrisa. Amigo, gracias por todo lo que nos has dado en este tiempo trabajando juntos. Tu creatividad y tu predisposición a trabajar han hecho de ti un gran profesional, hasta pronto y suerte en tu nueva etapa”.
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