El atestado elaborado por los funcionarios policiales pone el acento también en las filtraciones que se hicieron sobre las actuaciones que se iban a realizar dentro de las dos operaciones desarrolladas dentro de la causa judicial, una la del 23 de mayo de 2023 y la otra la del 5 y 6 de marzo. Y esas filtraciones, según recoge el texto, salieron de la propia “institución policial”. La primera tuvo lugar de cara a la entrada y registro, así como las detenciones, que se produjeron el 23 de mayo pasado. “Estaba previamente anunciado y conocido por algunos de los investigados”, señala el atestado. Esas filtraciones se sitúan dentro de la “línea de injerencia en las instituciones de todo tipo” que llevó a cabo esa organización criminal y que se califica como “hechos graves” por el “perjuicio causado a la investigación en curso”. También hubo filtraciones con respecto al inicio del desarrollo de la llamada operación Santiago-Rusadir y que podrían tener su origen “en las conexiones de la organización criminal dentro de la Jefatura Superior de Policía” y que, igualmente, podrían haber causado nuevamente “un daño irreperable” a la investigación. Todo ello lleva a los investigadores a considerar que la organización criminal “está muy asentada, organizada y cuenta con apéndices dentro de la institución policial”. “Es probable que las investigaciones no practicadas se vean condicionadas y perjudicadas, ya que en ningún caso la organización criminal va a permanecer al margen, máxime atendiendo a las altas penas que conllevan las condenas de los delitos investigados”.
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Tan es así que el propio Mustafa Aberchán pretendió entrevistarse con el jefe superior días antes de que se desarrollara el operativo policial después de haber sabido que había intención de entrar y registrar su propia vivienda. Según relata Aberchán en la conversación con el comisario principal de Melilla, una mujer le habría dicho a su hija en una de las concentraciones proPalestina que la policía “iba a entrar en su casa rompiendo la puerta” en cuestión de una semana. La respuesta del jefe superior fue que denunciara en comisaría si lo consideraba oportuno. Por todo ello, la Policía Nacional considera que la organización criminal “está activa y la valoración que debiera hacerse ya no es tanto el perjuicio a futuro de las indagaciones no practicadas todavía sino que ya hoy la investigación está siendo condicionada por las filtraciones del operativo policial.
Huida a Marruecos
Es la propia Policía Nacional la que advierte en el atestado del posible riesgo de fuga a Marruecos de principales actores en la organización criminal “atendiendo a la gravedad de las penas” que se les pudieran imponer. Igualmente, señalan los investigadores que varios de ellos “disponen de vivienda en el país vecino”, que viajan allí con frecuencia y que hay sospechas de que “disponen de importantes recursos económicos”. En ese sentido, alude la Policía Nacional al hecho de que, aunque se les retirara el pasarporte español, pudieran disfrutar de la documentación marroquí necesaria para la huida por cuanto que los investigados “mantienen” esa nacionalidad a pesar de ser españoles.
Blanqueo y Marruecos
La Policía Nacional no descarta que pueda haber también delitos de blanqueo de capitales dentro de la organización criminal que investiga el Juzgado. Se trata, afirma, de un tipo delictivo que “necesariamente acompaña a la realización de delitos de tipología financiera”. De ello, señalan los investigadores, se han obtenido “indicios sólidos” de que se habrían producido por la existencia de operaciones que así lo demostrarían. El caso es que se pretende investigar la existencia de un entramado financiero ligado a la cercanía con Marruecos, algo que se considera “notorio” en el atestado. “Deben ser investigados los flujos financieros hacia el país vecino”, proponen los funcionarios policiales.