Medio Ambiente mediará para evitar la huelga de limpieza en plenas fiestas

El Faro entrevista a Hassan Mohatar, consejero de Medio Ambiente, para hacer un repaso a la política actual del área y tratar los retos del futuro.

–¿En qué momento se encuentra ahora la situación de la prórroga del contrato de la limpieza con los trabajadores de Valoriza? ¿Habrá huelga?

–Ahora mismo el contrato de limpieza está prorrogado por dos años y hay una comunicación oficial hecha por parte del comité de los trabajadores, en este caso por los representantes sindicales, de un preaviso de una de una huelga para el día 3 de septiembre.

Lógicamente, como Consejería, como Gobierno, vamos a intentar por todos los medios que empresas y trabajadores lleguen a un acuerdo para que no se produzca esta huelga porque creo que no es para nada beneficiosa para los melillenses en el sentido de que en nuestras fiestas patronales no podemos tener la ciudad sin la recogida viaria de basura.

Vamos a intentar a ver de qué manera podemos mediar entre empresa y trabajadores porque es una cuestión entre empresas y trabajadores, no de la Ciudad Autónoma, para que se sienten y lleguen a algún tipo de acuerdo y evitar este esta huelga cuando se sienten la semana que viene.

Ellos han mandado un escrito diciendo que la prórroga tenía que haber sido aprobada por el Pleno y no por la Comisión de Medio Ambiente. Ahora se está viendo porque es algo que tiene que estudiar la Mesa de Contratación y los técnicos de la Consejería; creo que también lo han denunciado en el juzgado y bueno, vamos a esperar a los acontecimientos a ver qué ocurre y analizar si tienen razón o no.

–¿Cómo van las obras del cuarto módulo de la desaladora? ¿Estará listo para finales de año?

–Eso es lo que espero. Como bien saben los melillenses, o quiero que también lo sepan, es una obra que está realizando la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, por lo que la Ciudad no participa con una parte.

Es una obra bastante compleja de mucho dinero porque aparte de la construcción del módulo, llevan también una red de abastecimiento, una nueva línea eléctrica… Durante muchísimos años ha estado paralizada y gracias a la gestión de este Gobierno y de esta Consejería parece que poquito a poco, con mucho trabajo, se va a ver su fruto, se va a ver su resultado a final de este año o al comienzos del próximo.

Lo que es el cuarto módulo, en sí, ya se ha terminado, es decir, ese cuarto módulo está operativo. Para explicar un poco, ahora mismo Melilla funciona con tres módulos, se ha ampliado a cuatro y puesto en funcionamiento, se están reparando los tres antiguos.

Siempre habrá tres funcionando y uno reparándose para que en enero tengamos los cuatro módulos físicamente ya funcionando y esa sería la finalización de las obras.

Cuando se termine de reparar uno de los antiguos, tendremos dos módulos nuevos y dos antiguos.

Esos cuatro módulos darán como resultado una producción de más de 30.000 metros cúbicos de agua de mucha calidad y va a permitir que en Melilla ya no haya restricciones de agua a partir de las 00:30 horas.

La obra ha tenido cierto retraso, ha habido dificultades con averías como ensamblar las diferentes válvulas, los diferentes elementos de lo que son de los del módulo nuevo con los antiguos y eso lógicamente lleva un tiempo un proceso. Ahora parece que todo va encaminado y si todo va bien, confío en que sea así sea, a principios del año 2023 tendremos esos cuatro módulos funcionando.

–Los vertidos de escombros y basuras en la ciudad siguen siendo un problema importante ¿Por qué ocurre esto? ¿No puede la administración tomar medidas más contundentes?

–Yo creo que eso va un poco implícito en cada persona, es decir, yo, sinceramente, hay algunos vertidos que no los entiendo. Hemos gestionado y ha sido creo que un logro por parte de esta administración, la construcción de un punto limpio donde cualquier persona gratuitamente puede tirar cualquier tipo de enseres, como un armario, un colchón, una lavadora… sin ningún tipo de coste, es totalmente gratuito. lo he dicho por activa y por pasiva, a través de campañas, incluso ahora vamos a repartir un tríptico.

Simplemente hay un horario en el que esa persona a través de un transporte, una furgoneta o como crea conveniente, o contratar a alguien para que le lleve esa lavadora, ese armario o ese colchón al punto limpio y depositarlo sin ningún coste. Bueno, así no lo entiendo. Es verdad que anteriormente no veían estas cuestiones porque con la frontera abierta todo estos enseres se los llevaban a Marruecos; eran las famosas bicicletas, las motos que veíamos y no había ningún problema. Con la frontera cerrada, pues todo esos enseres la gente los deposita en la vía pública.

Aparte tenemos un servicio de recogida, que es verdad que puede ser más rápido o menos rápido porque hay mucha demanda y se está tardando. Hay dos recogidas diarias por la mañana y una por la tarde y aún así no daba abasto; como tarda a lo mejor una semana o 10 días, estamos intentando que sea en 48 horas en 72 horas vaya y se la recoja. Aún así seguimos teniendo, pues esas imágenes que para nada nos gustan de los enseres.

Luego está el tema de los escombros, tenemos la planta de machaqueo para llevarlos si son de una vivienda particular y es gratuito hasta una tonelada y a partir de ahí son unos 30 euros.

Es un precio prácticamente simbólico y luego nos encontramos escombros en terrenos privados, donde para actuar necesitamos la autorización particular; en el camino de carros que es zona militar; en la vía pública… hemos tenido algunas sanciones.

Son cuestiones que ya son el civismo. Tenemos los 22 puntos negros de vertidos y hay zonas, como en la salida de los pinares.

Limpiamos un día y al día siguiente está igual o peor de cómo lo hemos limpiado al día siguiente y eso claro, eso se evitará. Parece que hay una posibilidad en poner unas cámaras en vías públicas para intentar detectar a esas personas y sancionarlas duramente porque es que no cabe otra.

Vuelvo a reiterar lo que he dicho anteriormente: si tenemos un punto limpio, que es gratuito, si tenemos una planta de machaqueo donde se puede llevar todos los escombros, no entiendo por qué la gente lo acaba tirando con el riesgo de que primero, que eso no se puede hacer y segundo, que como se detecte por los Cuerpos y Fuerzas Seguridad del Estado o la Policía Local puede caer una sanción bastante importante.

Es un problema que también intentamos solventar a través de ​​campañas de concienciación.

–¿Cuántas multas ha puesto su área relacionadas con los residuos?

–Habré firmado en estos últimos meses seis denuncias por el tema de escombros con una media de 3.000 euros cada una. Lo que menos quiero es sancionar a absolutamente a nadie, pero tenemos todo ese abanico de posibilidades.

Tirar escombros lo único que hace es perjudicar al ciudadano, no es agradable limpiar continuamente el camino de carros quitando escombros y a las 7 u 8 días, ahora sobre todo con las modas de las redes sociales, se publiquen fotos diciendo qué sucio está.

Claro que en ​​la administración estamos obligados a limpiar, pero oiga, también hay unos ciudadanos que tienen el deber y la obligación de no arrojar escombros.

–Entonces, ¿diría que la Consejería ya hace su parte y ahora queda que los ciudadanos asuman su responsabilidad en mantener la ciudad limpia?

–No, la Administración por supuesto que tiene que hacer más y poner todos los medios que sean necesarios, pero también entiendo que estas personas tiene que haber esa concienciación porque es que no cabe otra, es decir, ahí los escombros no aparecen por arte de magia, es porque alguien lo tira ahí.

–En junio de 2021 anunció que sacaría a licitación el servicio de autobús para finales de ese año o para principios del 2022 ¿Se sigue adelante con ello?

–Sí, tengo ya un borrador casi definitivo. Me comprometí a intentar sacarlo para finales de este año del 2022. El problema que tenemos que ver ahora es buscar la partida presupuestaria para encajar ese contrato ya que requiere bastante dinero. Hay que ver detalles como si se apaga por kilómetro ejecutado por parte de la empresa correspondiente y eso lleva un gasto por el tema del combustible. Es un contrato complejo.

También estamos intentando adquirir un autobús de dimensiones más reducidas que sea no contaminante, en este caso eléctrico, porque creo que Melilla ahora mismo es lo que necesita.

Una cuestión en la que yo creo que estamos todos de acuerdo es la reorganización de las paradas y sobre todo del tipo de autobuses para que sean más prácticos para la ciudad. Los que tenemos actualmente son muy grandes.

Luego, de las seis líneas que tenemos, desgraciadamente, digo desgraciadamente porque los resultados son evidentes, no hay ninguna rentable. Antes había dos, que eran las que iban a Beni Enzar y a Farhana porque había mucho tránsito de personas, pero en Melilla no tenemos esa cultura de coger el autobús.

Entonces hay que trabajar en varias líneas y empezamos con la modernización de las marquesinas, que ya será una realidad a partir del mes que viene y ya está adjudicado el servicio para hacer al menos una marquesina en condiciones con información en tiempo real para que el ciudadano sepa en todo momento va a pasar el autobús y pueda cogerlo. Estamos trabajando en el pliego que ya está hecho.

Y como he dicho, estamos viendo a ver si legalmente se puede comprar uno o dos autobuses para las líneas que tenemos que sean vehículos eléctricos más pequeños, mucho más prácticos de los que tenemos ahora mismo.

–¿Cuál cree que es el mayor reto del medio ambiente en Melilla? ¿Le preocupan los efectos del cambio climático? ¿Melilla es vulnerable a ellos?

–Por supuesto que en Melilla también son evidentes esos efectos. Hemos tenido algunas quejas porque como ha hecho mucho sol han empezado a aparecer medusas, hemos tenido ahora a las cucarachas, que son más evidentes con el aumento de las temperaturas. Incluso tenemos problemas de suministro de agua, aunque tenemos la desaladora y aunque también usamos los pozos, estos están saturados.

¿Cómo podemos colaborar? Con una concienciación, sensibilización, con la educación desde los más pequeños en cuanto al reciclaje, también en temas del consumo de agua, energético… Todo esto tiene que revertir en cuidar más el entorno y si aportamos nuestro granito de arena, seguramente haremos un mundo mejor.

–Recientemente publicamos en El Faro que en Melilla llevamos en sequía hidrográfica desde el año 2012 y hubo críticas sobre la gestión de años que se ha hecho de los acuíferos.

–Yo creo que cosas se pueden y se deben hacer y por supuesto que hay cosas que se han hecho bastante mal. Sin embargo, es una cuestión que afecta a todo nuestro país, a Europa y si me permite, a todo el mundo, no es una cuestión solamente puntual de Melilla.

Es verdad que tenemos un problema bastante importante con el tema de la lluvia, aquí las precipitaciones son mínimas y cuando llueve, llueve mucho y de golpe en muy poco tiempo y hemos tenido algún problema de inundaciones puntuales.

Por supuesto que hay que hacer más y sobre todo hay que enfocar todas las políticas que se vayan a hacer en el futuro y yo creo que se está haciendo.

Aunque es verdad que media son 12 kilómetros cuadrados, por lo tanto estamos muy limitados en muchos aspectos como en colocar menos hormigón, intentar hacer más zonas verdes.

Prácticamente desde todo lo que es de camino de carros hacia la frontera, todo el terreno es rústico y no se puede hacer nada y también porque es una zona de seguridad.

Por ejemplo, en la Consejería Medio Ambiente, una cosa que se achaca mucho, algunas veces absurdamente, es que si he quitado árboles. Esta Consejería ha plantado más de 800 árboles en los tres años que lleva de legislatura.

Cuando hemos quitado un árbol es porque no había más remedio que quitarlo y cuando se ha podado ha sido una poda mínima, para nada agresiva y ha sido porque molestaba a algún vecino o al transporte público al pasar.

Son 800 árboles en todas las actuaciones que se han hecho por parte de la Consejería Medio Ambiente y se ha intentado respetar al máximo todo lo que es el arbolado de la ciudad.

–Pero en Madrid, por ejemplo, solo se podan en los meses de invierno porque si lo hacen en verano se puede matar al árbol porque es cuando la savia está en las ramas.

–Nosotros siempre hemos podado respetando una fecha por el tema del anidaje, siempre. Y vuelvo a insistir en momentos muy puntuales.

Me parece muy bien que los ecologistas defiendan el medio ambiente, yo también lo defiendo. Pero hay que escuchar además la demanda de los ciudadanos. Si tú tienes un árbol en una calle donde la rama literalmente llega a la acera donde no puede pasar un carrito con el niño, tendremos que podar mínimamente ese árbol.

Las podas ​​siempre se hacen bajo la supervisión de los técnicos de la Consejería que son los que entienden de la materia porque para eso son los responsables del área y supuestamente tiene una preparación precisamente para eso. Las palmeras, por ejemplo, en Málaga ahora mismo se estaban podando.

¿Qué quiero decir con eso? Que la crítica está servida, pero muchas veces yo creo que es exagerada.

Insisto que la poda que se hace es mínima por motivos como haber tapado la luminaria pública, entonces lo que se hace es recortar un poco el árbol para que se pueda ver. Que la gente no se piense que simplemente es capricho del consejero, ni mucho menos.

–Lleva tres años dirigiendo el área de Medio Ambiente ¿Cuál cree que ha sido su mayor logro y su mayor fracaso?

–¿Logros? Eso será el ciudadano quien lo tenga que decidir. Son infinidad de proyectos que hemos sacado algunos, que están a punto de adjudicarse, otros están a punto de terminar y otros desgraciadamente porque la Legislatura termina va a ser complicado llevarlos a cabo.

Yo hay algunas cuestiones que que personalmente quiero que se lleven a cabo o se han llevado a cabo, algunas quiero ver que son una realidad en los próximos meses como puede ser, por ejemplo, la construcción del cuarto módulo, la remodelación de la Plaza de España, la remodelación de la zona del Rastro, la remodelación de los tres cementerios y así infinidad de proyectos.

Hay otros que desgraciadamente que, no porque la Consejería no ha querido, sino por diferentes motivos, no se van a llevar a cabo como por ejemplo el pliego del nuevo contrato de limpieza. Es algo que lógicamente llevo en mi alma.

También está el de la pasarela de la playa de Los Galápagos-Trápana que es un reto personal mío que espero que sea una realidad antes de que acabe la legislatura después de haber llamado a la Dirección General de Costas infinidad de veces y de reuniones para que me den la autorización definitiva. Eso supondría ganar una zona más de baño para los melillenses y yo creo que es necesario. Para el Aquapark no hemos encontrado un terreno. Pero yo me quedo con lo positivo, con lo que es ya una realidad.

–Ha tenido ya varios choques con los ecologistas de la ciudad, principalmente con Guelaya ¿Cree que la sociedad melillense esperaba una política más rupturista con la de la etapa anterior? Medio Ambiente se parece más a una consejería de fomento o urbanismo.

–Yo creo que es una opinión suya. Es una Consejería bastante grande que abarca muchos campos y entre ellos movilidad. Todos los proyectos que se han llevado a cabo venían con el voto mayoritario del Foro de la Movilidad.

Si somos 25 asociaciones y 18 dicen que sí y 7 te dicen que no, eso no significa que tú vayas en contra de de nadie. Todos los proyectos han ido con la mayoría del Foro, hay una democracia. La reordenación de Aizpuru era una idea después de haber hecho un estudio con la Policía Local y con Bomberos.

Estaba de viaje y me encuentro con una crítica, como siempre las redes sociales, de Guelaya diciendo que yo quería quitar todos los árboles. Llamé para decir que no se iba a quitar ninguno, que el proyecto es esto es quitar además por temas de accesibilidad el bulevar central.

Entonces dicen que por qué vamos a quitar el boulevard y me liaron una concentración por algo que ni siquiera iba a ser definitivo. Era una idea de las 500 que había que como no gustó se retiró al final, son diferentes opiniones, no se puede estar de acuerdo al 100 por cien. El proyecto que presentamos de Adolfo Suárez se aprobó por mayoría de todos por unanimidad, en este caso Guelaya no estuvo presente.

–¿Cree que a este sector lo que le choca es que se siga dando espacio a los vehículos en la reordenación de las calles?

–Prácticamente el centro se ha quedado peatonal, pero hemos tenido quejas de los comerciantes y empresarios del centro. Hemos abierto una parte porque lo pidieron y hemos puesto zona azul en General Marina.

Ahora los ecologistas se quejan. Entonces ¿aquí a quién hago caso? ¿A los ecologistas o a los empresarios?

Lo primero es buscar el interés de los ciudadanos, que es lo que me ocupa y lo que me preocupa, pero también intento navegar y no perjudicar a nadie.

–¿Ha tenido ganas de tirar la toalla alguna vez?

–Reconozco que he tenido momentos muy complicados, muy duros aquí, porque hay mucha responsabilidad y son decisiones que algunas veces la gente no entiende. Estoy aquí porque quiero, no porque nadie me obligue. Es muy fácil criticar desde afuera cuando no conocemos con la realidad de las circunstancias

Equivocaciones siempre ha habido, lógicamente, yo aquí tampoco estoy para que me reconozcan mis aciertos, pero muchas veces creo que hay críticas totalmente absurdas, sobre todo en las redes sociales, donde a veces se usan perfiles falsos.

–¿La política de Melilla está ya en campaña electoral?

–Yo creo que desde el primer día que tomamos Gobierno tras dejar uno atrás de 19 años de mayoría absoluta que hacía y deshacía como le daba la gana.