Por su parte, Diego Ortega no está teniendo nada de suerte, entrando en la octava plaza clasificatoria.
La estructura de la escudería Delfi Sport Ciudad de Melilla formada por un buguie y un quad debutaron en competición oficial con la disputa de la primera de las etapas. Jornada dura para nuestro equipo local por las altas temperaturas que están haciendo en el desierto de Merzouga, casi 40°, que hacen bajar el ritmo en muchos tramos de dunas para conservar la mecánica y evitar averías. Día de mucha arena y complicada navegación por grandes dunas, ríos de arena y zonas muy rotas, a lo largo de 241 kilómetros de etapa.
Juan Miguel Fidel y su copiloto Javier Ventaja realizaron un gran trabajo con su Buggie Polaris 1000 Turbo entrando en segunda posición a 3,11 del francés Henricy Frederic, vencedor del pasado Merzouga Rally. Saliendo en primera posición por la gran prólogo del día anterior, nuestro equipo local en Buggie cruzaba todo el cordón de dunas del Erg Chebbi de sur a norte hasta que un pinchazo a 20 km del Refulling le hacia perder un valioso tiempo para haberse proclamado hoy vencedor de etapa. Una asistencia rápida e impecable hicieron posible cambiar la rueda en un tiempo récord para que pudieran continuar a la caza del francés que un minuto antes les pasaba dando gas.
Diego Ortega, sin embargo, ha tenido una etapa dura entrando en octava posición a falta de confirmar tiempos reales y penalizaciones. Con el incidente en su dedo pulgar con el que acelera tras pillárselo con la cadena de su quad Yamaha Raptor 700, los médicos de la organización lo dejaban salir bajo seguimiento visual del sanitario del equipo de la escudería Delfi, y que al final de etapa el medico de la organización decidiría si continúa o no lo que queda de carrera. Al principio se sentía molesto, llevaba un ritmo tranquilo y navegando con seguridad pero cuando mejor se encontraba adelantando quads y motos por el terreno que mejor conoce, las dunas, un problema en el sensor de temperatura hacia que su Yamaha se parara cada vez que coronaba una cresta. Aguantó lo que pudo hasta 25 metros antes de la llegada que se paró completamente y no arrancaba. Gracias a la buena acción del boliviano Leonardo Martínez, que lo remolcaba hasta meta y lo llevo a su asistencia para que pudieran empezar a trabajar en el quad y solucionar el problema para la etapa siguiente.
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