Feriantes, ‘caseteros’ y el trabajo que no se ve

Queda un día para que los melillenses disfruten de las fiestas patronales un año más. Algunos lo harán más en las casetas para disfrutar de las tapas y las bebidas, mientras que otros aprovecharán al máximo las atracciones por la noche. En cualquiera de los casos, hay un intenso trabajo para que no falte de nada este sábado. Los feriantes y los caseteros han pasado esta semana en la plaza multifuncional de San Lorenzo, de hecho ha sido su casa.

Los feriantes llegaron hace tres días aproximadamente. Según nos cuenta uno de ellos, Rafael Morat, de Jaén y trabajando en la feria de Melilla desde hace 40 años, friegan las máquinas y las dejan listas lo antes posible. “Cuando tenemos tiempo nos lo tomamos con más tranquilidad: un par de horas por la mañana y otras dos por la tarde”. El montaje de las atracciones es el trabajo más duro, por lo que intentan hacerlo con antelación y de la manera más cómoda.

Morat afirma que con la ayuda de unos peritos en mecánica, revisan que las máquinas estén bien montadas. Él y el resto de feriantes revisan cada día que cada pieza de las atracciones están bien fijadas y así, confirman que puede funcionar correctamente durante la próxima semana.

David Serrano es un feriante malagueño y lleva 58 años de su vida viniendo a Melilla durante las fiestas patronales. El cariño de los melillenses es un factor que tiene en cuenta y es algo que no ha cambiado con el paso del tiempo.

Serrano tiene dos atracciones, pero el número que trae cada feriante varía: “Algunos pueden traer hasta cuatro”. La descripción de su jornada es muy similar a la de Morat, trabaja aproximadamente tres horas por la mañana y otras tres por la tarde. “Aunque parezca duro, el trabajo ya lo tenemos muy mecanizado”, afirma.

El día no se hace tan duro cuando hay compañía. Algunos feriantes viajan con parte de sus familias. Serrano, por ejemplo viaja con Coco, su perro: “No lo puedo abandonar, es mi compañero de vida. Además, es una alarma constante”.

La mayoría de las atracciones estaban casi listas. Apenas faltaban los últimos detalles para que la plaza de San Lorenzo se colorease con los dibujos animados estampados o las diferentes figuras que lucen los tiovivos.

Mientras tanto, al otro lado de la plaza multifuncional, los trabajadores y voluntarios de los clubes que prestarán servicio en las casetas comienzan a trabajar sobre las 11 de la mañana. Aún quedan por ultimar algunos detalles.

El gestor delegado de la Cofradía de Nuestro Señor Jesús Cautivo y Nuestra Señora de la Virgen del Rocío asevera que este año le han dado otro toque a la caseta de ‘Los costaleros’ debido al incendio que se produjo el año pasado. Aún así la ilusión y las ganas de empezar la feria están presentes, según manifiesta Castillo.

El equipo que hay detrás de ‘Los Costaleros’ está conformado por 40 personas, entre los camareros, cocineros, y demás. Para el montaje de la caseta, cada persona aporta su granito de arena. Algunos están todo el día, y otros llegan cuando salen de trabajar para echar una mano. “Lo que ahorra mos en mano de obra, lo aplicamos a la calidad del producto”, asevera el cofrade. Aunque los voluntarios lleven una semana preparando la caseta. La organización previa comenzó hace un mes en la misma cofradía del Cautivo y el Rocío.

La caseta del Club Scorpio también lleva años sirviendo a los melillenses y a los turistas en las fiestas patronales. El encargado del montaje de la caseta y secretario del club, José Antonio García afirma que también llevan desde este lunes dando forma a la caseta entre cuatro y cinco personas que se dedican exclusivamente a este trabajo, además de aquellas personas que se acercan para echar una mano a sus compañeros.

Este viernes, el montaje continúa en la plaza multifuncional de San Lorenzo. Será este sábado cuando ya huela a feria y los melillenses podrán disfrutar de sus fiestas con el servicio de los feriantes y los caseteros.