Al fin una buena noticia. Las familias sirias que han tenido que separarse de sus hijos desde que llegaron a Melilla celebraron ayer en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) el inicio de los trámites para volver a convivir con los suyos.
Sobre las cuatro de la tarde de ayer padres, madres, hijos, sobrinos, nietos o hermanos se reunieron en la explanada del CETI para festejar juntos la devolución de sus menores.
Y la mejor noticia no es que los padres convivirán con sus pequeños en el centro hasta que lleguen las pruebas de ADN que les han practicado para demostrar la filiación que mantienen con éstos, sino que desde ayer mismo se empezó a aplicar el nuevo protocolo de actuación consensuado entre la Fiscalía de Menores de Melilla y la fiscal de la Sala de Menores de la Fiscalía General del Estado.
En esencia se trata de un decreto que permite a los niños sirios bajo tutela de la Ciudad, salir de los centros de acogida e irse a vivir al CETI con sus padres hasta que lleguen los resultados de ADN practicados cuando entraron en Melilla. Durante ese tiempo, los progenitores están obligados a permanecer con los niños en el centro.
La alegría de una abuela siria
Da fe del cambio de protocolo de actuación una abuela siria que desde que llegó a Melilla con sus nietos y un tío de los niños ha mantenido ocultos a los críos por temor a que se los quitaran.
La madre de los pequeños murió durante los bombardeos en la ciudad siria de Homs y el padre aún está en Nador. La mujer se las ha apañado durante todo este tiempo (casi dos meses) para mantener a los pequeños ocultos.
Ayer, finalmente, les dio de alta y por la tarde los menores estaban ya residiendo con ella en el CETI. La abuela no cabía de contenta y no paraba de dar gracias a Alá por haber intercedido.
Ayer también regresó al CETI, a vivir con su madre y su marido, una menor embarazada. Ella y su esposo habían alquilado un piso en Melilla en el que pasaban el día juntos hasta las siete de la tarde, cuando la chica tenía que regresar al centro de acogida y él se iba a dormir al CETI.
Al resto de padres, aunque no les habían devuelto a sus hijos, la Consejería de Bienestar Social les tramitó los expedientes que a continuación se envían a la fiscal de menores, Isabel Martín, para que ésta dé el visto bueno a la reagrupación familiar en el CETI.
Hay que tener en cuenta que ninguna de las pruebas de paternidad practicadas a padres sirios ha dado negativa hasta el momento: Todos los test de ADN han confirmado que los niños son hijos de quienes dicen ser sus progenitores.
Padres en pie de guerra
Los padres sirios separados de sus hijos estaban en pie de guerra porque en teoría las pruebas de paternidad no deben tardar más de 15 días, pero hay familias que llevan cerca de dos meses esperando los resultados y todo ese tiempo lo han pasado separados de sus niños, que han permanecido internos en centros de acogida de la Ciudad Autónoma.
Aunque cada caso es un mundo, entre los propios sirios la historia más comentada es la de la madre de un pequeño de dos años, que aún bebe leche materna: El niño no para de llorar en el centro de acogida porque no tiene la teta de su madre.
Los sirios han conseguido que les devuelvan a sus hijos gracias a que uno de ellos recurrió al abogado Mohamed Busian Mohamned. El letrado consiguió resolver el caso de su cliente y, de paso, el de las veinte familias afectadas por el antiguo protocolo de actuación de Bienestar Social.
Varias familias comentaron ayer a El Faro que tienen previsto que sus niños (algunos de 16 años e incluso, uno de 20 que ha sido confundido con un menor) ingresen en el CETI y vuelvan a convivir con la familia en los próximos días. En principio, el problema que los llevó a protestar en la Plaza de España, está resuelto.
Unos 400 sirios alegan contra su orden de expulsión para conmutarla por multazos
Unos 400 sirios han presentado alegaciones a la orden de expulsión de España que les impone la Policía Nacional cuando no solicitan asilo político en Melilla. Lo hacen con la intención de que la Administración les conmute la pena máxima por violar la Ley de Extranjería al estar ilegalmente en territorio español por una sanción menor. O sea, prefieren una multa de entre 301 y 6.000 euros porque ésta no les impide residir en otro país de la UE, que es la consecuencia final de la expulsión de España. Así lo confirmó ayer a El Faro uno de los abogados que les está tramitando las reclamaciones, Mohamed Busian Mohamed.
El letrado aseguró ayer a este periódico que los 216 sirios que salieron de Melilla a primeros de año, tras montar un campamento en la Plaza de España y en el cementerio musulmán, recurrieron sus órdenes de expulsión, ya que éstas les impiden también residir en varios países del espacio Schengen como Alemania, Austria, Dinamarca, Noruega, Polonia o Hungría.
La mayoría de los sirios consultados por El Faro asegura que tiene intención de seguir camino hacia otros países de la Unión Europea, donde ya tienen familia residiendo. Sin embargo, con la orden de expulsión que les ponen en Melilla para poder trasladarlos a la península como un inmigrante ilegal más, tendrían muy difícil regularizarse y, sobre todo, trabajar .
Desde la Agencia de la ONU para los Refugiados están convencidos de que los sirios cumplen con todos los requisitos para recibir protección internacional, pero también saben que ninguno solicita asilo porque eso implicaría echar el ancla en Melilla hasta que se resuelva su expediente. Incluso en la ciudad se ha dado el caso de personas que han pedido asilo y, cansados de esperar, renuncian al proceso.
Un escrito al delegado
Los sirios solteros que llevan entre dos y tres meses en el CETI a la espera de ser trasladados a la península han enviado un escrito al delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, explicándole que como no tienen acceso a mediadores ni traductores para que les asistan en la Comisaría, han concedido poderes para que lo haga en su nombre la voluntaria que les ayuda, Rajae Idrissi.
Facilitar la salida de Melilla a los que piden asilo
El diputado de la Chunta Aragonesista (CHA) Chesús Yuste Cabello ha registrado una pregunta en el Congreso para saber por qué el Gobierno de la nación ha rechazado la recomendación de la Defensora del Pueblo para que se permita el acceso a la península de los solicitantes de protección internacional en Melilla y Ceuta, cuyos expedientes han sido admitidos a trámite.
No hay que olvidar que la mayoría de las personas que llegan a Melilla y que son potenciales refugiados, como es el caso de los sirios, no piden asilo en el CETI porque eso implicaría quedarse entre uno o dos años retenidos en la ciudad. Pese a las críticas, nada se ha avanzado hasta el momento en este punto.
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