El melillense Alejandro Moreno Quesada ha recibido el Premio de Periodismo de Aviación Digital por su documental Vuelo 4101 'Entre sueños y cielos rotos'. El director de la serie sobre el accidente aéreo del vuelo de Pauknair emitido en Televisión Melilla acudió a recoger el galardón que se entregó este pasado jueves en las instalaciones del Real Aeroclub de España (RACE), ubicado en Cuatro Vientos (Madrid).
La plataforma de información especializada en aviación resaltó el trabajo meticuloso y profundo que ha llevado a cabo y que ha servido para arrojar luz sobre este trágico acontecimiento, destacando la labor de investigación en la divulgación de los hechos. El Faro ha hablado con Alejandro Moreno sobre lo que ha supuesto para él este reconocimiento de su trabajo y las reacciones que le han llegado de parte de los familiares de las víctimas que han visto el documental.
-¿Cómo fue la entrega de los premios? ¿Cómo se siente después de haber recibido ese reconocimiento?
Aviación Digital es una plataforma de información sobre aviación en España que cuenta con patrocinadores muy fuertes en el mundo de la aviación y premian sobre todo la labor de divulgación e investigación dentro del sector aeronáutico. Son uno premios meramente periodísticos.
Imagínate, los otros competidores eran de ABC y de otras súper plataformas de información. Nosotros que estamos aquí en Melilla y que somos una televisión local y pequeñita, pues al final es un subidón y un poco el culmen de todo el esfuerzo y el trabajo de más de un año y medio que he dedicado a este proyecto.
-Tengo entendido que además es un aficionado al tema de la aviación, entonces ¿qué ha supuesto que hayan pensado en usted para darle el premio?
Ellos no sabían ni siquiera nada de mí. Realmente yo me dedico al mundo de la comunicación por accidente porque en realidad quería ser piloto, lo que pasa que tuve la mala suerte de repetir un curso tan solo con una asignatura y al final no me pude ir. Me quedé trabajando los fines de semana en la televisión y ya me convencieron para que me quedará. Al final me dediqué a ser realizar y productor de video. Con el tiempo me he quitado la espinita y me saqué la licencia de piloto.
Sí que es verdad que eso me ha ayudado a abordar esto desde otro punto de vista porque tengo los conocimientos aeronáuticos y de televisión y comunicación necesarios para poder transmitir el mensaje. Además es un tema muy delicado y buscar ese equilibrio entre ser objetivo y que la gente entienda absolutamente todo ha sido complicado.
-¿Tenía claro desde el principio lo que quería y lo que no mostrar en el documental?
Sí porque nosotros tenemos todas las imágenes. Las imágenes en movimiento de aquel día son de Televisión Melilla porque el único equipo que entró allí fue el de la Comandancia General y el comandante de aquel momento dio orden de que se entregaran a Televisión Melilla y ya ellos lo distribuyesen.
En aquel momento yo llevaba tres meses trabajando en la televisión y ya entonces hubo que hacer una criba porque eso no se podía emitir. Hay imágenes horribles y yo he hecho 25 años después una segunda selección porque yo me pongo en la piel de los familiares hoy en día. Creo que se ha conseguido contar la historia sin tener que enseñar nada que no deba salir.
-Y ese momento de tener que volver a visualizar esas imágenes ¿cómo ha sido?
Ha sido muy duro visualizar las imágenes. Yo volvía de las entrevistas muchas veces aletargado y con la cabeza que me iba a estallar porque duele un poco. Como periodista siempre queda un poso de todo eso que estás tratando en ti. Te encuentras con personas que te cuentan intimidades muy grandes y después haciendo la selección ves imágenes que no son bonitas de ver. Al final eso te cala y te va minando poco a poco.
Esto ha sido trabajo de meses visualizando contenido del archivo. Me he encontrado absolutamente de todo. De hecho, he encontrado unas imágenes que salgo yo con mi padre en el aeropuerto y me he puesto en el documental. Ha sido una experiencia en el sentido de hurgar en el archivo con mi compañero Francis Alemany que también ha estado pico y pala. Han salido cosas increíbles.
-¿Qué feedback te ha llegado por parte de los familiares de las víctimas que han visto el documental?
Es lo que más me ha llenado de toda esta experiencia porque no solo tengo el buen feedback de los familiares que han salido en el documental sino que otros que no han salido, se han puesto en contacto conmigo a través de las redes sociales o han buscado a alguien que me conociera. Una persona me dijo que sabía que su padre había fallecido en un accidente, pero que no sabía el porqué y que gracias al documental se había enterado.
Además han visto que el tema se ha tratado con cariño y delicadeza. Me quedo con una frase que me dijo uno de los familiares que ha sido un poco casi más que el premio. Me dijo que el documental había sido como sacar una herida al aire para que sane.
Ya no solo pretendía informar sobre lo que pasó porque es que hay gente de unos 30 años que ni siquiera sabía que había ocurrido un accidente mortal de esta gravedad sino que ha servido para que muchas personas puedan cerrar ese luto que tenían. Se quedaron muchas historias feas en la ciudad que no eran verdad.
El piloto era de Córdoba y allí también quedó la percepción de que este hombre iba borracho o drogado. Se inventaron mil historias, entonces hemos querido poner también ese punto científico en el que se explica el porqué. Hay estudios específicos que arrojan luz sobre por qué aparece etanol en los cuerpos de los pilotos.
Hay un informe de Estados Unidos justo del mismo año del accidente. Veían que eran demasiados casos de positivo en alcohol en accidentes aéreos y que eso no era normal. Descubrieron que hay una serie de hormonas que se activan en el momento en el que te das cuenta de que vas a morir, eso dispara en el cuerpo un montón de de bombas de hormonas y a parte tenemos en el cuerpo una serie de bacterias que en reacción con el combustible que se derrama, genera etanol.
Eso sale después como alcohol en sangre, pero no se detecta en la orina. Entonces es muy raro que tengas alcohol en sangre y no en la orina y esto es porque es un alcohol que es endógeno (que se genera en el interior). Todo esto se explica en el documental y da un poco la cara por el piloto. Nadie duda de que fue el culpable del accidente porque fue un fallo humano, pero tampoco es lo que la gente ha ido contando porque no es la verdad. Al final al piloto lo trato como una víctima más del accidente porque nadie quiere matarse. Es un poco cerrar esa herida.
De hecho, al final del documental salen hablando los familiares y ellos lo dicen. No hay que buscar culpables, que tenía que pasar y pasó desgraciadamente. Ese también es el mensaje. Que sí, que estas cosas en aviación pasan y que no hay que estar buscando culpables. Es un mensaje que los familiares han dicho que lleva razón.
Hay mil y una historias dentro de ese avión. A una de las azafatas no le tocaba volar ese día. Era novata y le pidieron cambiar el día a otra persona. Hay muchas historias.
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