El eminente oncólogo granadino José Luis García Puche, acreedor de la Medalla de Oro de Melilla en 2012, falleció este miércoles en su ciudad natal a los 75 años de edad.
Nacido en el barrio del Realejo en 1947, García Puche fue promotor de la creación de un servicio de oncología en el Hospital Comarcal de la Ciudad Autónoma, adonde estuvo viajando dos veces por semana durante 13 años para atender a un numeroso grupo de pacientes.
Una nota de prensa firmada por el director territorial del Ingesa en Melilla, Omar Haouari, ha transmitido sus condolencias a familiares y amigos de este “gran sanitario y excelente persona” para quien miles de melillenses pidieron públicamente la concesión de la referida medalla.
Su dedicación a los pacientes de nuestra ciudad le valió igualmente el Fonendo de Oro en 2011, que le entregaron el Servicio de Medicina Interna del Hospital Comarcal y la sociedad Amincar en un acto donde se destacaron sus “valores desarrollados desde la humildad, el saber estar y el mejor hacer”.
El comunicado del Ingesa en Melilla resalta además que “en las familias y pacientes que trató García Puche queda el recuerdo de su humanidad e interés en que los pacientes asumieran las oportunidades que tenían de poder luchar y vencer a la enfermedad”.
Director de la Unidad Clínica de Oncología Médica del Hospital Clínico San Cecilio –centro al que dedicó 40 años de su carrera profesional-, había realizado parte de su formación inicial en la especialidad en el Istituto Nazionale dei Tumori de Milán, Italia.
En una entrevista que le dio a la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO), el otrora presidente de la Asociación Española contra el Cáncer definió así su vocación asistencial: “Mi padre era ATS y maestro y mi abuela, matrona. Desde niño entendí que no había mejor trabajo que la dedicación profesional de un médico”.
Su expediente atesora también la Medalla de Plata de la Cruz Roja por su participación en las inundaciones de La Rábita en 1973.
D:E:P: y mi más sentido pesame a su familia por tan sensible perdida y que Dios lo tenga a su lado por ser un ser expecial.