La Asociación Andaluza del Dolor arrancó ayer sus jornadas anuales en Melilla con el objetivo de que conseguir que los tratamientos más avanzados sobre esta patología lleguen a todos los ciudadanos. El presidente de esta entidad, Luis Miguel Torres, explicó que este evento se organiza en ciudades en las que por alguna razón hay más dificultades para acceder a este tipo de intervención sanitaria y señaló que en esta ocasión pretenden, mediante su presencia, dar un impulso a la Unidad del Dolor de Melilla para que haya mejores recursos y los pacientes puedan recibir la misma atención que en cualquier otra ciudad española, sin que sea necesario que sean derivados a otros hospitales.
En la inauguración de las jornadas estuvo presente la vicepresidenta segunda de la Ciudad y consejera de Salud Pública, Paz Velázquez, que consideró “muy gratificante” poder recibir en Melilla a expertos en la materia. Velázquez resaltó el impacto que tiene el dolor en la calidad de vida de las personas y la importancia de poder acceder a tratamientos eficaces.
Por su parte, Torres indicó que estas unidades, que aún no están presentes en todas las localidades de nuestro país, comezaron a implantarse en los años 80, cuando el dolor deja de considerarse como un mero síntoma y pasa a ser una enfermedad. El objetivo es que no sólo se administren analgésicos para paliar este dolor, sino que se busque cuál es la causa y se consiga erradicar de forma completa.
En su ponencia, el presidente de la Asociación Andaluza del Dolor habló sobre los avances que se están produciendo en los fármacos opioides, los analgésicos más fuertes. Señaló que hasta ahora el más utilizado es la morfina, que es “un buen fármaco” pero tiene efectos secundarios negativos para los pacientes como la adicción o el estreñimiento. En su charla de ayer, Torres presentó algunos nuevos opioides que ya no tienen estos efectos negativos y otros fármacos que sirven para contrarrestar estas consecuencias y por tanto dar a los pacientes una mayor calidad de vida.
Escalera analgésica
Otro de los ponentes fue Manuel Rodríguez, anestesiólogo que trabaja en Málaga. Él habló sobre la escalera analgésica de la Organización Mundial de la Salud, una herramienta creada en los años 80 al detectar que no había una base para el tratamiento del dolor crónico oncológico. Rodríguez precisó que esta escalera se ha quedado desfasada en algunos aspectos y ha sufrido modificaciones en estos años, pero precisó que aún sigue siendo útil en algunos campos.
En concreto, el ponente indicó que como se creó para países en vía de desarrollo utiliza fármacos baratos y sistemas fáciles de aplicar, por lo que es adecuada en Atención Primaria. Defendió que en la actualidad tiene sobre todo una función educativa para enseñar al médico que no tiene manejo con el tratamiento del dolor cómo se debe hacer. A partir de ahí, indicó, puede profundizar en nuevas técnicas si así lo quiere.
Rodríguez apuntó que Málaga fue hasta a la apertura de la Unidad del Dolor de nuestra ciudad, referente para el tratamiento de pacientes aquejados de esta dolencia. Aún hoy hay algunos melillenses que tienen que ser derivados a hospitales de la capital de la Costa del Sol porque necesitan tratamientos que aún no se están aplicando en Melilla. Precisamente uno de los principales objetivos de la Asociación Andaluza del Dolor con la celebración de estas jornadas es conseguir que en nuestra ciudad los enfermos puedan recibir la misma atención que en otros puntos del país. Eso sí, indicaron que ésta es una cuestión sobre todo de inversión por parte de los responsables políticos, aunque reconocieron que se ha avanzado mucho en la materia en los últimos años.
Más de 150 profesionales, un centenar de ellos procedentes de la península, participan este fin de semana en las jornadas sobre el tratamiento del dolor. Las malas condiciones meteorológicas de los últimos días pusieron en duda que el evento pudiera celebrarse, pero finalmente todos los participantes pudieron llegar a nuestra ciudad. Los participantes fueron recibidos ayer por el Ejecutivo local en el Salón Dorado.
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