Un informe del Consejo Europeo incide en la diferencia que existe entre los centros de acogida de Melilla y Ceuta, con los de la península. El documento se basa en el viaje que el representante especial del secretario general del Consejo de Europa sobre migraciones y refugiados, Tomas Bocek, hizo el pasado mes de marzo a España. Bocek visitó los centros de Valencia, Murcia, y Madrid, de los que dice que se hallan “en buenas condiciones, en general”, mientras que calificó de “diferentes” los de las ciudades autónomas por su masificación.
De esta manera, dijo que las condiciones de acogida y alojamiento de menores no acompañados y adultos en Melilla y Ceuta “contrastan notablemente con las normas aplicadas en otras regiones del país”.
Según Bocek, el gran reto de España es combinar en Melilla y Ceuta “la seguridad, es decir, el derecho a proteger su territorio y sus fronteras, y, al mismo tiempo, la obligación básica de acceso al derecho de asilo”.
Otro reto importante para España y el resto de Europa es reducir los plazos en la devolución de inmigrantes que no cumplen los requisitos para una protección internacional y “hacerlo de manera rápida”.
El informe recomienda medidas de apoyo para los menores no acompañados y protección en materia de determinación de la edad, además de respetar los derechos a ser oído y al asesoramiento jurídico.
En este sentido, Bocek ya expresó su preocupación durante la visita por el “número de niños que viven en las calles” de Melila y Ceuta.
El representante especial del secretario general del Consejo de Europa sobre migraciones y refugiados instó ayer a España a que desarrolle “una estrategia y un plan de acción coherentes para la integración de los inmigrantes”.
En este informe, Bocek añade que el plan debe incluir la puesta en marcha de un sistema de indicadores de la integración, así como la evaluación de las políticas que se lleven a cabo en esa materia.
En declaraciones a Efe, Bocek aseguró que ese plan tendría tres ejes principales: la lengua, la educación y el trabajo, “que son aplicables para la integración de los inmigrantes no sólo en España sino en toda Europa”.
Para el representante de la organización paneuropea, “se ha hecho mucho respecto a la lengua y la escolarización, pero en el mercado de trabajo hay mucho por hacer, aunque he visto buenas prácticas en Málaga con programas de formación realizados con las empresas”.
Además, recomienda adaptar a la Carta Social europea el marco jurídico sobre el acceso a los servicios de salud de los inmigrantes en situación irregular, con el objetivo de garantizar, sin discriminación, el acceso al conjunto de los servicios necesarios.
También pide mejorar la formación de las fuerzas de seguridad en el principio de no devolución inmediata y en la identificación de posibles víctimas de trata de seres humanos.
El informe anima a continuar la formación de jueces, fiscales y abogados en materia de asilo según el Programa europeo de formación en Derechos Humanos para profesionales del derecho (HELP), sobre los derechos de los menores inmigrantes y los refugiados.
En su visita, Bocek mantuvo entrevistas con representantes de los ministerios del Interior, Trabajo y de Educación, delegados del Gobierno, mandos de la Policía Nacional y la Guardia Civil, el Defensor del Pueblo, alcaldes, fiscales y ONG.
La cuatro prioridades que estableció Bocek en materia de inmigración y refugiados para el período 2018-2019 fueron la protección de los menores, la integración, el seguimiento de las recomendaciones hechas a los Estados y la cooperación internacional.
El representante especial del secretario general del Consejo de Europa sobre migraciones y refugiados, Tomas Bocek, señala en un informe que el centro de la Purísima, con una capacidad para 350 niños acogía a 535 en el momento de la visita que hizo en marzo a España. En el documento indica que en algunos dormitorios dormían juntos más de 30 menores, en condiciones de estrechez con las camas tocándose unas con otras.
El informe que se hizo público ayer apunta que una de las habitaciones en particular tenía una ventana muy pequeña que no permitía el acceso de suficiente luz naturas y aire.
Otra de las cuestiones que se recogen en el informe es que, en algunas otras habitaciones, los menores estaban durmiendo en colchones en el suelo.
Melilla, con 1.046 menores extranjeros no acompañados, ocupa el tercer puesto en el país en el número de niños acogidos, por detrás de Andalucía, con 4.798, y de Cataluña, con 1.109.
En Andalucía viven casi la mitad de los 10.162 que hay en España. El resto se reparte entre las 16 comunidades y las dos ciudades autónomas. En el caso de Ceuta, tiene acogidos a 346 niños que llegaron solos a nuestro país. De todos modos, contabilizarlos no es fácil, dado que una cosa son los que cada región tiene bajo su tutela y otra, los menores que han sido atendidos, que son muchos más.
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