Este jueves será un mal día para lavar el coche en algunas zonas de España. En muchas zonas del país, ya se podido notar el ambiente algo enturbiado en el cielo estos días. Según Eltiempo.es, esto se debe a que tenemos polvo en suspensión o calima (procedente del desierto del Sahara) y que este jueves, se extenderá hacia más zonas del este peninsular.
Melilla, Ceuta y Baleares, así como Murcia, sur de Castilla-La Mancha y sur de la Comunidad Valenciana. También pueden darse al norte de las Islas Canarias.
El viernes todavía podrían continuar en el sudeste peninsular, Baleares, Ceuta y Melilla tendiendo a remitir y a dar paso a un fin de semana de Carnaval bastante tranquilo.
Pero ¿qué es la calima?
La calima es un fenómeno meteorológico que se produce en la atmósfera y está caracterizado por la presencia de partículas de polvo y arena (e incluso cenizas y arcilla) en suspensión. El resultado, un ambiente turbio.
Existen dos tipos de calima:
- La calima tipo “A”: Cuando se forma por efecto del polvo, sales (sodio) o elementos presentes en el ambiente.
- La calima tipo “B”: Si hay episodios de contaminación o incendios forestales, son los llamados eventos especiales.
En nuestro país, la calima se presenta de forma relativamente habitual en las Islas Canarias en invierno, sobre todo en Lanzarote y Fuerteventura. Esto es debido a la dirección de los vientos, de componente este, que arrastran el polvo del desierto del Sahara hasta el archipiélago y provocan que la visibilidad se reduzca de forma considerable. Sin embargo, a veces también llega hasta el sur, y centro peninsular.
¿Cómo afecta a la salud?
Por otro lado, sus efectos sobre la salud son reseñables. La visibilidad se ve reducida de forma importante (en función de su densidad) y empiezan a aparecer los primeros síntomas.
Los principales están relacionados con problemas respiratorios e irritación de las mucosas: obstrucción nasal, picor en los ojos y tos.
Si la calima es persistente y su densidad abundante (no es nuestro caso), pueden aparecer pasados unos días broncoespasmos (dificultades serias para respirar), dolor torácico y asma. Además, pueden desencadenarse crisis de ansiedad.
Para mitigar sus consecuencias, es importante seguir las predicciones meteorológicas e informar de forma rápida y con la suficiente antelación a la población de riesgo y susceptible a sufrir sus efectos.
Algunos de los consejos que debemos seguir son mantener las ventanas cerradas, usar mascarillas si tenemos que salir al exterior y es demasiado densa, evitar el ejercicio al aire libre e ingerir abundantes líquidos, en especial niños y ancianos, para evitar la deshidratación.
Finalmente, la calima se retira cuando tenemos un cambio de masas de aire, con viento y lluvia asociados, que ayuden a disipar las partículas.