Según un estudio de ADT, empresa líder en seguridad, el 47,6% de los españoles cree estar preparado para afrontar una emergencia en su hogar, aunque un 36% admite que tardaría más de cinco minutos en reaccionar.
El Faro ha preguntado a los melillenses qué harían en caso de una situación de peligro en sus hogares, las respuestas han variado, pero muchas coinciden en una idea común: la confianza en la propia capacidad de reacción. “Si hay un incendio, agarro lo que pueda y salgo corriendo”, comenta Nuria, una vecina del barrio de la Victoria. “Yo llamaría a emergencias de inmediato, pero la verdad es que nunca he tenido que hacerlo”, ha reconocido Manuel, vecino del centro.
El problema es que, aunque muchos piensan que actuarían con rapidez, la realidad demuestra que el tiempo de reacción suele ser más lento de lo esperado. “Yo me considero una persona rápida, pero si me pillara algo grave en casa, no sé si me bloquearía”, confiesa Raúl, un joven melillense.
De hecho, el estudio refleja que casi la mitad de los españoles confía en su capacidad para manejar una emergencia, pero la otra mitad reconoce sentirse insegura. Un 9% admite que no sabría qué hacer en caso de incendio o accidente doméstico, y un 36,3% tardaría más de 3 a 5 minutos en reaccionar. En contraste, solo un 20,4% cree que respondería en menos de un minuto.
Niños solos en casa
Cuando los adultos no están en casa, la seguridad del hogar recae en los niños, quienes pueden ser más vulnerables ante ciertos riesgos. “Si llaman al timbre y no sé quién es, no abro, eso me lo ha dicho mi madre”, ha dicho Alejandro, de 10 años. Sin embargo, muchos niños aún tienen dudas sobre cómo actuar.
Según el estudio de ADT, 1 de cada 3 padres reconoce que sus hijos no sabrían qué hacer si un desconocido llamara a la puerta. “Mi hijo me dice que no abriría, pero si le dicen que traen un paquete para mí, a lo mejor duda”, ha admitido Carmen, madre melillense.
Por otro lado, hay aspectos en los que los niños están mejor preparados. El 77% de los menores en España sabe cómo contactar con sus padres en caso de emergencia. “Si pasa algo, sé que tengo que llamar a mi padre o al 112”, ha explicado Sofía, de 11 años. Sin embargo, más allá de saber hacer una llamada, es esencial que los padres les enseñen a sus hijos a mantener la calma y a tomar decisiones adecuadas en situaciones de peligro.
Un lugar más seguro
Garantizar la seguridad en casa no es cuestión de suerte. No se trata solo de instalar alarmas o cámaras, sino de crear hábitos que ayuden a estar preparados para lo que pueda pasar. Según los expertos en seguridad de ADT, hay varias medidas clave que pueden hacer que nuestro hogar sea un lugar más seguro para toda la familia.
El primer paso es establecer rutinas de seguridad. “Siempre reviso que las ventanas estén cerradas antes de dormir, es algo que hago sin pensar”, ha comentado Antonio, un vecino del barrio del Real. Acciones tan simples como cerrar bien puertas y ventanas, encender luces estratégicamente para simular que hay gente en casa o asegurarse de que la alarma esté activada pueden ayudar a evitar incidentes. Si estas medidas se convierten en parte de la rutina diaria, “te acostumbras y ya lo haces sin darte cuenta”, ha afirmado Laura, madre de tres niños.
Otro punto fundamental es hablar sobre seguridad en familia. A veces evitamos estos temas porque pensamos que pueden asustar a los niños, pero en realidad, es mejor que estén preparados. “Yo prefiero que mis hijos sepan qué hacer antes que se queden paralizados”, ha explicado José, un vecino de Melilla. Preguntarles cosas como “¿qué harías si ves humo en casa?”, “¿y si alguien que no conoces te dice que le abras la puerta?” o “¿qué hay que hacer si empieza a temblar todo”, ayuda a reforzar su confianza y a que tomen decisiones más seguras.
La seguridad es responsabilidad de todos, por lo que tanto niños como adultos deben estar involucrados. Muchas veces, los sistemas de seguridad modernos pueden resultar complicados para los mayores, mientras que los más jóvenes los entienden con facilidad. “Mi nieto me enseñó a usar la alarma desde el móvil, y ahora me siento más seguro”, ha contado Francisco, un señor de 70 años. Del mismo modo, los mayores pueden compartir consejos tradicionales con los más pequeños, como “si pasa cualquier cosa me llamas” o “nunca abras la puerta si no esperas a nadie”.
Además de estos hábitos, es esencial tener un plan de acción para emergencias. “Nunca sabes cuándo puede pasar algo y tener un plan ayuda a no perder los nervios”, ha dicho Marta, una andaluza que vive en Melilla. Asignar tareas dentro de la familia, como quién se encarga de llamar a emergencias o cómo evacuar la casa en caso de incendio, puede hacer que la respuesta sea más rápida y efectiva. Si el hogar cuenta con una alarma conectada a una Central Receptora de Alarmas (CRA), es clave que todos sepan cómo contactar con los operadores para agilizar la llegada de ayuda. “Hacemos un simulacro de vez en cuando, como en el cole, porque más vale prevenir”, admitió Lucía, madre de dos niños.
Hoy en día, la tecnología nos permite mejorar la seguridad y controlar el hogar de manera más eficiente. “Desde el móvil puedo ver si todo está en orden en casa, porque tengo un perro y eso me da tranquilidad”, ha afirmado Javier, un joven melillense.
Los sensores de movimiento pueden detectar movimientos sospechosos, las cámaras de seguridad permiten monitorear el hogar desde cualquier lugar y las alarmas conectadas a una CRA garantizan asistencia inmediata en caso de emergencia.
También existen herramientas como la iluminación inteligente, que se enciende y apaga automáticamente para simular presencia en casa y los recordatorios de activación de la alarma según la ubicación, que avisan si alguien sale sin haber activado el sistema de seguridad.
La seguridad del hogar no es solo un tema de adultos ni algo que deba tomarse a la ligera. Es responsabilidad de toda la familia y pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia. Desde enseñar a los niños cómo actuar en una emergencia hasta aprovechar las ventajas de la tecnología, hay muchas maneras de sentirse más seguro en casa.
Muchos melillenses a la pregunta de qué harían ante una emergencia, han dicho: “yo me las arreglaría” o “ya vería cómo salir del paso”. Pero la verdadera seguridad no se basa solo en confianza, sino en prevención y preparación. Con hábitos sencillos, conversación en familia y el uso adecuado de la tecnología, cualquier hogar puede convertirse en un espacio más seguro para todos.