En Melilla podemos encontrar lugares donde poder leer un buen libro mientras se hacen otras actividades como tomar un café o hacer la compra. Una buena forma de acercar la cultura a otras actividades más mundanas y cotidianas del día a día. De esta manera se han formado mini librerías en el Mercado Central o en el Mercado del Real, así como en la 'Cafetería Garnata'. El Faro ha estado en estos puntos para comprobar qué tesoros de la literatura podemos encontrar.
Aunque lo normal ha sido siempre comprar ejemplares en las librerías y elegir el mejor lugar para adentrarse en las historias que nos cuentan los escritores y novelistas, cada vez más ha surgido la moda de llevar ese pequeño espacio cultural a otros negocios como cafeterías o mercados. A pesar de que esta tendencia ha logrado implantarse en muchas ciudades de la península, en Melilla comienza a despegar con varios locales.
La razón, sopesa uno de los trabajadores de la Librería Mateo, es que en la ciudad no hay la afición por la lectura que se desearía. La misma opinión comparte el dueño de 'La Librería'.
Lo más parecido que se ha hecho en la ciudad fue el bibliobús instalado en el Parque Hernández durante la Navidad, en el que se realizaron diversas actividades y que contaba con una decena de cuentos infantiles para los más pequeños.
Hace algunos años, nos cuentan varios encuestados por El Faro, existía una cafetería en la ciudad 'Café con libros', en la que había decenas de ejemplares disponibles para sus clientes. Desafortunadamente hace tiempo que cerró, pero en la actualidad podemos encontrar otros lugares todavía desconocidos como la Cafetería Garnata en la que El Faro ha podido ver varios clientes lectores.
El ideador de esta iniciativa es Juan Velasco, un cliente habitual de la cafetería que cuenta a este diario que el proyecto surge por la inquietud por la lectura de varios asiduos del Garnata. Anteriormente, este militar ya jubilado había visto algunas cafeterías de Granada que contaban con un espacio como este y decidió trasladar la idea a Melilla.
Al propietario le pareció una buena idea, así que Velasco se puso manos a la obra. Compró unas estanterías y unas escuadras en la ferretería y en un rato montó dos pequeñas librerías en la pared.
La idea ha tenido buena acogida entre el público y muchas personas acuden a tomar un café mientras disfrutan de novelas de todo tipo de géneros. La mayoría de los ejemplares son de Juan Velasco aunque poco a poco otras personas se animan a llevar libros que ya no les caben en las casas. A la colección se unen algunos libros que la Biblioteca Militar puso a disposición de quienes los quisieran de forma gratuita por lo que la cafetería se nutrió de algunos de ellos.
"Aquí la gente tiene la oportunidad de leer, de coger su libro, poner uno de su casa y crear un ambiente muy agradable", comentó Velasco. Junto a las estanterías se pueden leer etiquetas animando a la lectura.
Uno de los puntos positivos, dijo Velasco, es que en el Garnata permiten a los clientes estar más de media hora en las mesas disfrutando de la lectura junto a sus consumiciones. En parte porque la mayoría son responsables y si se percatan de que hay mucha afluencia de público en el local, continúan con su capítulo en otra ocasión.
También hay libros en el Mercado Central. Allí estaba mirando los libros disponibles un melillense que suele acudir con frecuencia a este puesto a ver qué puede encontrar interesante. A pesar de su interés, asegura a El Faro que casi nunca encuentra lo que busca. A él le suelen interesar los libros sobre crecimiento personal, pero afirma que casi siempre suele haber enciclopedias o colecciones antiguas.
Y así es, en la visita que ha hecho El Faro ha visto enciclopedias, libros sobre animales o de historia aunque también había alguna que otra novela de Gabriel García Márquez.
Los principales usuarios de este lugar de intercambio de libros son personas mayores, tal y como afirman trabajadores de los negocios cercanos. Esto lo saben bien en la tienda de Toldos Driss, que se encuentra justo enfrente. "La gente, sobre todo personas mayores, cogen los libros y luego los devuelven", aclaran.
Melilla es la ciudad de las dos librerías. En todo el perímetro de esta autonomía a penas hay dos negocios dedicados puramente a la venta de libros. La primera de ellas, y una de las más conocidas, es 'La librería, ubicada en la calle General O´Donnell.
Junto a estas dos librerías, también existen otros negocios en los que se pueden encontrar libros como papelerías aunque no están dedicadas exclusivamente a ellos.
En las grandes ciudades europeas, acercar la cultura al pueblo en cualquier espacio que podamos imaginar se ha extendido desde hace unos años hasta hoy. En algunos casos libros que han sido donados, que se pueden intercambiar o comprados para tal fin. Lo que para algunos es un trasto, para otros puede llegar a ser un gran descubrimiento.
Desde autobuses biblioteca que circulan por las ciudades llevando la cultura a los barrios hasta antiguas cabinas telefónicas reconvertidas en bibliotecas o puestos en cafeterías o estaciones de metro. Cualquier espacio es bueno en la ciudad y si es al aire libre mejor. Esta tendencia cultural, incluso, genera una especie de encanto o atractivo para los negocios o comercios que se unen a ella.
Decenas de cafeterías son visitadas por influencers o simplemente por curiosos a los que le gusta hacerse una foto en lugares diferentes, además de los que verdaderamente acuden a este local por su estilo de negocio. Tanto es así, que la fiebre por el intercambio de libros en toda Europa ya tiene nombre: BookCrossing.
Este fenómeno consiste en intercambiar libros, dejándolos en espacios públicos para que otros lectores puedan cogerlos y estos también hagan lo mismo. El objetivo es "liberar" estos libros.
Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, el auge de los audiolibros o de los libros electrónicos, unido a que cada vez se tiene menos espacios en las viviendas, el intercambio de libros ha crecido exponencialmente.
El proyecto tiene hasta una página web en la que cualquiera puede unirse, registrarse y encontrar el espacio de liberación de libros más cercano. Además, también se pueden escribir o leer reseñas, así como ver cuales son los más buscados.
El Faro ha investigado en esta página web y ha comprobado que en Melilla aún no hay registrado ningún lugar de este tipo junto con otras ciudades pequeñas como Ceuta, Ávila, Palencia, Álava o Soria.
Por el contrario, las regiones con más puntos de BookCrossing son Madrid (36), Valencia (19), A Coruña y Asturias (18) o Valladolid y Zaragoza (17).
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