Durante un reciente viaje a Melilla desde Rabat, donde reside hace años, Rachid Raha (Beni Enzar, 1964), ha reivindicado una vez más la importancia de la cultura, lengua y costumbres de la población amazigh.
–Hace unos días se ha celebrado en Melilla el IWA Fest, un festival que persigue impulsar la proyección y la difusión de la cultura amazigh ¿Qué opina de este tipo de iniciativas?
–Está bien que se promueva la cultura amazigh a través de los conciertos o de conferencias. Lo novedoso de este festival, al que tuve el privilegio de asistir es que está dedicado un poco más a la juventud y moderniza la canción amazigh. Resalta los diferentes grupos y culturas de estos nuevos cantantes amazigh que viven incluso no solamente aquí sino también en Europa. Por ejemplo, hay cantantes que cantan sobre la cuestión de la crisis de identidad que sufre la segunda o la tercera generación de la gente que surge de la emigración.
–¿Qué se puede hacer con este tema de la crisis de identidad entre los jóvenes, incluso en Melilla? Aquí hay muchos niños y jóvenes que en casa hablan exclusivamente tamazigh, pero luego en el cole o en el instituto tienen que hablar solo español.
–Con este tema se puede y se debe hacer mucho en Melilla. Es una asignatura pendiente. Desafortunadamente, las autoridades competentes y sobre todo más concretamente las educativas nunca han tomado en serio este problema. Es decir, es una comunidad que tiene su propia identidad, que tiene un idioma milenario, que tiene un idioma autóctono de la ciudad de Melilla y tiene unos valores y una historia, que llega hasta la Prehistoria e incluso hasta los orígenes de la humanidad. Pero la escuela melillense hace como si no existiese esto. Esta ignorancia de esos valores crea complejos de inferioridad a los niños. La escuela discrimina a su idioma. En Melilla es una urgencia total integrar la lengua y cultura amazigh en la escuela. No haciendo esto se está violando todos los convenios internacionales e incluso los convenios de los derechos del niño, que dicen que hay que respetar la identidad del niño. Y se va en contra de las recomendaciones de la UNESCO, que siempre ha apostado por que la enseñanza debe hacerse basándose en el idioma materno. En Melilla esto no se respeta para nada. Nuestra lengua es un tesoro cultural, de tipo inmaterial, que se ha transmitido sobre todo gracias a la mujer amazigh: nuestras madres, nuestras abuelas… hasta llegar a la Prehistoria.
–Entiendo lo que plantea pero, ¿y qué solución concreta plantea? Esta claro que no puede haber escuelas en tamazigh, ¿quizás se podría dar, por ejemplo, una asignatura optativa?
–Melilla tiene la titularidad de disponer de un estatuto de autonomía. Uno de sus artículos habla de promover el idioma tamazigh. Por lo tanto, habría que integrar el idioma tamazigh en todas las escuelas primarias de Melilla. Incluso los niños hispano hablantes podían conocer y descubrir también el idioma de sus paisanos de otra cultura. La ventaja que tienen los niños es que son como una libreta para rellenar. Tomar el idioma amazigh como idioma autóctono de la ciudad de Melilla e integrarlo como el castellano en todas las escuelas. Como se enseña también desde temprana edad el idioma internacional que es el inglés, que se impone en todas partes.
–También se habla mucho aquí en Melilla del fracaso escolar unido a este tema. Hay niños que entran en la escuela con tres años, incluso con seis, y no saben hablar español…
–Porque se sigue un modelo que se llama asimilacionista de asimilación cultural y eso hemos visto en todas partes que no da resultado. Al revés, crea crisis de identidad. Acabamos de verlo estos días, hemos visto jóvenes que vienen de una cultura donde los valores más esenciales son el respeto a la vida humana, y esos jóvenes se han radicalizado. Creen en el odio, en la violencia, en cometer atentados violentos contra sus prójimos. Eso va totalmente en contra de los valores amazigh. Y la escuela melillense, en un estado democrático, no integra el idioma, la historia, la identidad, los valores amazigh, da la espalda a estos niños. Por eso, hemos llegado a todo esto. Melilla tiene que tomar en serio este problema y tomar medidas urgentes. En Melilla deberían hacer un esfuerzo y unir voluntades para que este idioma se desarrolle y permanezca en el tiempo.
–Un escritor rifeño al que entrevistamos hace poco decía que hasta que no sean los propios amazigh los que se crean esto de que hay que valorar su idioma o sus costumbres, nada va a cambiar. Como que ellos mismos tienen cierto complejo de inferioridad…
–Quizás tiene cierta razón este escritor. Es verdad que en Melilla hay varias formaciones políticas y ninguna -y lo digo claramente – toma en serio las reivindicaciones legítimas de los amazighen, del pueblo autóctono de Melilla. Unas reivindicaciones que se deben traducir en la defensa de la cooficialidad del idioma tamazigh. No hacen debates públicos para crear esa consciencia entre la juventud de esa necesidad. El Estatuto de Melilla respecto a los otros estatutos de autonomía no está completo, tiene muchas deficiencias. No podía ser un estatuto que llegue a toda la ciudadanía si no se respetan todos los idiomas importantes de la comunidad melillense. No se puede dejar de lado el idioma autóctono hablado en Melilla antes de que llegaran los españoles, antes de que llegaran los romanos, los fenicios… Las últimas investigaciones arqueológicas llegan a unas conclusiones novedosas, como que las urbes fenicias del norte de África, incluida Melilla, habían sido creadas con anterioridad por los propios amazighen. Los políticos no incluyen en sus programas electorales esas reivindicaciones legítimas. Al plantearle esta pregunta al ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, me dijo que las reivindicaciones del pueblo amazigh en Melilla son perfectamente compatibles con la Constitución española.
–Le pido una aclaración: se está refiriendo todo el rato al término amazigh: ¿es preferible al de tamazigh, bereber, chelja parece una palabra denostada si hablamos del idioma…?
–Bereber viene de bárbaro. Y de la época de los romanos, de aquéllos que no formaban parte de la civilización romana. Nosotros preferimos en todas partes la palabra amazigh, que quiere decir hombre libre. En el norte de África había un montón de idiomas que han desaparecido, pero el nuestro permanece. Y ahora es también el idioma de un montón de países europeos donde hay una comunidad fuerte de amazighs.
–Se ha referido a Melilla. Pero, ¿y en Marruecos? Se aprobó la creación de un Instituto de Cultura Amazigh, se habló en su día de la enseñanza del tamazigh en algunas escuelas primarias, ¿Cuál es la situación actual?
–Actualmente se están llevando a cabo muchas iniciativas a favor del idioma tamazigh. Por primera vez hay un Gobierno que está muy a favor de la cultura amazigh. Y su actual rey Mohamed VI ha sido el primero que ha reconocido y defiende el idioma tamazigh como idioma oficial de un Estado. Está recogido en la Constitución. No lo han hecho desafortunadamente grandes reyes en la época romana. Pero resulta que luego en Marruecos hay una Administración que pone pegas. Es una gran contradicción. Ya he pedido que en Marruecos se generalice el tamazigh en la escuela infantil y en la primaria, donde tenemos seis millones de niños. Y actualmente solo se le está enseñando a menos del 10%. Eso es injusto, es una discriminación tremenda de no respetar la igualdad de derechos lingüísticos, de cara al idioma árabe y al idioma tamazigh.
A esto se une que en el desarrollo económico de las regiones en Marruecos hay una desigualdad tremenda. Tres regiones de las doce tienen un PIB que supera el 50% y las demás no llegan. Entre estas últimas está la zona del Rif o el Medio Atlas. Esto es un problema estructural de fondo. Nosotros, y en nuestro proyecto político como Asamblea Mundial Amazigh lo planteamos, lo mejor para estas regiones periféricas es otorgarles un estatuto de autonomía, como el que existe en España o en Italia. Este sistema podría permitir la implicación de los ciudadanos en estas regiones en el desarrollo de sus propias regiones. Por ejemplo, el Rif tiene una tasa de inmigración muy importante. Y si se invirtiera en estas regiones, eso contribuiría mucho en desarrollarlas.
–Usted ha nacido en Nador, por lo tanto es marroquí. Se considera amazigh pero es nacionalizado español, ¿Cuál es su identidad? ¿De dónde se siente más?
–Exactamente, exactamente, yo nací en Beni Enzar. Yo me siento al mismo tiempo y ante todo africano y después europeo. Y por ser ciudadano melillense tengo esta ventaja de compartir los dos continentes, que están siempre condenados por la historia a entenderse. Si no se entienden, van a llegar los conflictos. Y lucho para que haya lazos de entendimiento y complementariedad entre África y Europa. He vivido en Francia, en Granada, donde se puede decir que fundé el movimiento amazigh en España y el Congreso Mundial Amazigh. Pero desde hace años resido en Rabat, donde, junto a mi mujer, hemos creado el único periódico mensual amazigh que existe en todo el norte de África y que se llama El Mundo amazigh. Desde hace diez años hemos desarrollado también una prensa electrónica en árabe, en tamazigh y en francés. Y a partir de 2023 pensamos incluir también el español y el inglés.
–Ha defendido la necesidad de una compensación a los afectados por las armas químicas en el Rif en los años 20, ¿Cómo va ese tema?
–Hemos colaborado con nuestros amigos, los nacionalistas vascos y catalanes, que estuvieron también en el congreso de Ouarzazate. Son los que más nos apoyan. Sin embargo, en la Ley de la Memoria Democrática, que se aprobó hace unos días, desafortunadamente la enmienda que habían incluido nuestros amigos de Esquerra Republicana sobre este reconocimiento de la utilización del armamento químico en la guerra del Rif no se adoptó por los votos de siempre. Y allí nos sorprende la negativa del Partido Socialista a bloquear siempre cualquier iniciativa a favor de esta cuestión. Para nosotros, los amazighen, no va a crear problemas entre Marruecos y España; al contrario: reconocer este crimen contra la humanidad va a servir para reforzar las relaciones entre los dos países de manera profunda. Y de cara al futuro. Como el ejemplo de Israel con Alemania. Cuando Alemania reconoció el genocidio de los judíos. Y las relaciones de estos dos países son ahora mejores. Ya es hora de que el Estado español haga justicia de cara a esta población rifeña contra la que, en los años 20, se usó armamento prohibido. Tiene que haber un entendimiento. Así que no vamos a dejar este tema de lado hasta que no consigamos un resultado positivo.
–Una curiosidad para terminar, ¿qué simboliza para usted el gorro azul que siempre suele llevar?
–Me he inspirado en los tuaregs. Los tuaregs son la civilización amazigh que ha mantenido la idiosincrasia los valores originales de la cultura amazigh. Esta cultura ha estado siempre en contra de la violencia y del odio, yo creo que porque en su origen ha sido una sociedad matriarcal, donde la mujer era la que mandaba. Y los tuaregs mantienen todavía esto. Además, los últimos descubrimientos arqueológicos dicen que la cultura amazigh surgió en el Gran Sáhara, es decir, todos venimos de allí. A causa de las desertificaciones, se fueron moviendo hacia el norte de África.
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