Los melillenses Amadeo y Agustín Mateos decidieron hace unos años idear un proyecto en el que se recogieran los acontecimientos de la ciudad en forma de cómic.
En el pasado mes de mayo, los hermanos Amadeo y Agustín Mateos presentaron en la UNED una obra en la que habían trabajado durante años, la Historia de Melilla en forma de cómic. Esta publicación resume los acontecimientos más importantes de la vida de la ciudad ilustrados y explicados de forma sencilla. Se trata de un libro que ayudará a los niños, jóvenes y mayores a entender mejor la sociedad melillense y a valorar aún más este pequeño rincón de España.
–¿Cuándo surge la idea de realizar un cómic sobre la historia de Melilla? ¿Por qué un cómic?
–Amadeo: El porqué de esta obra es algo que viene motivado por varios factores. Ante todo porque somos melillenses, amantes de Melilla, de su cultura y de su historia. Además, desde siempre hemos sido muy aficionados al cómic. Ya en nuestra infancia dedicábamos buena parte de nuestros ratos libres a dibujar historietas y pequeños cómic, trabajando siempre en equipo, pero nuestra ilusión era hacer algo grande, un proyecto de envergadura, aprovechando las cualidades de Agustín para el dibujo. Y esa oportunidad se nos presentó con la conmemoración del V Centenario de la presencia española en nuestra ciudad. Así, fue en 1994 cuando surge la idea y decidimos presentar un proyecto de ‘La Historia de Melilla en Cómic’ que pudiera verse publicado en 1997.
–¿Cuánto tiempo han invertido en llevar a cabo esta obra?
-Amadeo: Finalmente no pudimos presentarlo para el V Centenario, algo que hoy tenemos que agradecer, porque así pudimos realizarlo sin prisas, con todo el tiempo del mundo. De haber tenido que terminarlo antes de 1997, el resultado no hubiera sido, sin duda, el que podemos ver ahora. De esta forma, nos pudimos dedicar a él de una forma más pausada, lo que a la larga ha sido muy beneficioso para el producto final. Así, desde 1994 en que empezamos a recabar información y realizamos los primeros bocetos, hasta el año 2011 en que vemos publicada la obra, han sido 17 años de trabajo. Lo que vemos ahora es el resultado de muchas horas de dedicación, pero sobre todo, de muchísima ilusión por ver cumplido este proyecto, un sueño que por fin hemos podido hacer realidad.
–¿Cuáles han sido las principales complicaciones de emprender esta aventura literaria?
–Agustín: Los inconvenientes han sido muchos. El principal de ellos ha sido tener que compaginar este trabajo con nuestras actividades personales y profesionales, de ahí que se haya alargado tanto en el tiempo. No somos historiadores ni investigadores. Cada uno tiene su profesión y sus obligaciones. Lo hemos realizado poco a poco en nuestros ratos libres, además del inconveniente añadido de que ambos estábamos en lugares diferentes. Ello ha hecho aún más complicado el proceso de obtención y recopilación de datos e información, la elaboración de guiones y la coordinación de los trabajos. Ha sido un proceso largo y laborioso. Desde un punto de vista técnico, un aspecto de gran dificultad para realizar los dibujos era la de hacer llegar al lector, de forma gráfica y lo más fidedigna posible, cómo podía ser Melilla en las distintas épocas y cómo podría ser la vida de sus habitantes. Creo que al final se ha conseguido de forma más que satisfactoria. Otra dificultad ha sido la de conseguir condensar y plasmar en unas pocas páginas la larga historia de Melilla. Ello ha requerido de una labor de síntesis para conseguir ese equilibrio entre ofrecer la mayor información posible y reflejar lo realmente importante para que el resultado final no resulte extenso, tedioso o repetitivo.
–¿Cuál es la aportación de cada uno en este proyecto?
–Amadeo: Yo he sido el autor del guión y Agustín de los dibujos. Hemos formado un equipo totalmente compenetrado. El guionista, se encargaba de obtener la documentación, leer la bibliografía existente y hacer el correspondiente resumen de cada una de las partes de la historia, así como de obtener fotografías de Melilla cuando era necesario. El dibujante recibía el guión y elaboraba inicialmente los bocetos que, después de una puesta en común, se convertían en las viñetas definitivas. Todo está muy bien documentado, aunque el trabajo no está basado en una labor de investigación histórica sino de recopilación de información. Lo más importante era coordinar en todo momento los dibujos con el guión. Quiero aprovechar para expresar que es para nosotros un honor y un orgullo, como melillenses, haber contribuido a poner nuestro granito de arena en favor de la cultura y de la historia de Melilla, entendiendo siempre que este trabajo es una humilde aportación a la colección bibliográfica de la historia de nuestra ciudad.
–¿A quién va dirigido este cómic?
–Agustín: El cómic es un género de comunicación universal. Un modo de transmitir mensajes que siempre estará vigente a pesar de los avances técnicos en las formas de comunicación. Por sus características llega a toda clase de público. Por eso no está pensado para nadie en especial. Está dirigido a todas las edades, tanto para niños como para mayores y a todos les resulta muy atractivo. No obstante, hay que reconocer que este tipo de publicaciones encuentra mayor aceptación entre los más jóvenes, que son los que en mayor medida se ven atraídos a la lectura del cómic. De ahí que la Consejería de Cultura haya apostado por hacer llegar esta obra a los colegios de la ciudad para que a través de ella nuestros jóvenes puedan conocer la historia de Melilla.
–¿Cuál fue el objetivo y las motivaciones de esta obra?
– Amadeo: El carácter de la obra es fundamentalmente divulgativo, no tenemos otra pretensión que la de difundir la historia de Melilla de una forma didáctica, amena y divertida. No obstante, a lo largo del relato, hay una serie de aspectos que hemos querido resaltar de forma especial. Fundamentalmente, hemos querido transmitir cómo ha evolucionado la ciudad a lo largo de la historia y reflejar la vida y costumbres de sus habitantes, cómo era el día a día de los melillenses, las durísimas condiciones en las que se ha desarrollado la historia de Melilla. Pero no sólo pretendemos reflejar la vida de la ciudad, también la de su entorno y la de los habitantes de alrededor, cuyas frecuentes relaciones con la plaza han terminado por configurar, con el paso del tiempo, la actual sociedad melillense, que convierte a Melilla en una ciudad singular que debe servir de ejemplo de convivencia y respeto entre diferentes culturas y religiónes.
–Agustín: También queremos que el lector valore el patrimonio cultural y arquitectónico que tenemos el privilegio de disfrutar los melillenses y que estamos obligados a conservar. Sus murallas, sus fuertes exteriores y, por supuesto, la Melilla modernista. El objetivo final es mostrar al mundo esta ciudad maravillosa, encantadora y acogedora que sorprende agradablemente a todo aquel que se acerca por primera vez nuestra tierra. Pero ante todo hemos querido huir de subjetividades y partidismos. La objetividad ha prevalecido por encima de todo. Hemos intentado evitar en todo momento que el contenido de la obra contenga el más mínimo carácter político, trasmitiendo el máximo respeto a todas las ideologías, así como a todas las religiónes y culturas. Sin pasiones de ningún tipo, mostrando los hechos como son, sin más intención que la puramente historiográfica. Importante también es el hecho de resaltar la españolidad de la ciudad y de las islas y peñones, la sangre y el sufrimiento que ha costado conservarla para España; que lo que hoy disfrutamos los melillenses es fruto del esfuerzo y sacrificio de los que nos precedieron y de ahí el inmenso valor que hay que dar a los acontecimientos que se relatan en el libro.
–¿Dónde podemos conseguir esta publicación?
– Amadeo: La obra ha sido patrocinada y financiada por la Consejería de Educación de la Ciudad Autónoma de Melilla y por el Centro Asociado de la UNED en Melilla, entidades a las que queremos agradecer el haber hecho posible la publicación de este trabajo. Es intención de la Consejería hacer llegar la obra a los colegios de la ciudad, pero, en cualquier caso, para todo aquel que quiera adquirir un ejemplar, lo pueden encontrar en las librerías, en las que se ha puesto a la venta por la UNED a un precio bastante asequible de diez euros.
–¿Qué aspectos de la historia de Melilla han sido más complejos a la hora de dibujar o resumir?
–Agustín: Sin lugar a dudas, los antecedentes de la ocupación y los primeros años de la Melilla española han sido los más difíciles, dado que es la parte de la historia española de la ciudad que cuenta con menos documentación y la que disponemos es más contradictoria. Además, de esta época hay menos grabados y documentación gráfica, por lo que resulta más difícil plasmarla gráficamente. Hay que tener en cuenta que esta parte fue la primera que hicimos, allá por 1995 y desde entonces han visto la luz varias publicaciones, como la ‘Historia de Melilla’ de 2005 y ‘Los Alguaciles de Melilla’ de 2008, que han modificado sustancialmente los hechos que hasta entonces casi nadie cuestionaba, lo que nos ha obligado a realizar revisiones y actualizaciones posteriores tanto en texto como en dibujos.
–¿Ha habido algún episodio de la historia que hubieran deseado que fuera más completo o que hubiera tenido un desarrollo más amplio?
–Amadeo: En un principio, en los primeros bocetos, nos planteamos incluir también la prehistoria y la historia antigua y medieval de la ciudad, pero finalmente lo desechamos por considerarlo demasiado extenso y así, decidimos centrarnos sólo en la etapa española de la ciudad. Además, la primera intención de presentarla como proyecto para el V Centenario de la ocupación reforzaba aún más esta decisión. No obstante, no descartamos algún día terminar la obra que hemos empezado y completar la historia de nuestra ciudad remontándonos a sus orígenes, desde la prehistoria hasta la Edad Moderna, pero hoy por hoy es sólo un proyecto ilusorio.
–¿De dónde se inspiró para realizar los dibujos? ¿El proceso de documentación en cuanto a la vestimenta de los personajes y los emplazamientos en los que se desarrolla la acción fue complejo?
–Agustín: El proceso de recopilación de datos e información ha sido largo y complejo. Hemos consultado cientos de fotografías de Melilla, tanto actuales como antiguas, ya que estas fuentes son, junto con los mapas y planos, las más valiosas a la hora de realizar la historia gráfica de Melilla de una forma más fidedigna, intentando así que quede lo menos posible a la imaginación y a la interpretación. Como complemento a las imágenes de Melilla, el trabajo está muy documentado gráficamente en todos sus aspectos, como uniformes, trajes de época, barcos o armamento, de los que dispongo una amplia base de datos, que me ha permitido ambientar cada momento de la forma más real posible. Pero no obstante, a pesar de todo, al final siempre tenemos la necesidad de acudir a la imaginación para ambientar unas épocas, sobre todo las más antiguas, de la que no disponemos imágenes. Intentamos llevar al lector la imagen lo más verosímil posible de cómo podía ser la ciudad y sus gentes en cada etapa histórica. Lugares, personajes, acontecimientos están recreados de la forma más realista posible, con la finalidad de que el que observe los dibujos se adentre en de la época que se representa. Sin embargo, siempre hemos pretendido conseguir el mayor rigor histórico y veracidad tanto en textos como en dibujos, consultando y confrontando el mayor número de autores, documentos y publicaciones posibles. Los dibujos requieren que detrás haya una buena documentación e información. De nada valdría un dibujo estupendo si carece de rigor documental. Por eso hemos intentado ser meticulosos a la hora de plasmar gráficamente la historia.
–¿Cuál sería el episodio de la historia de Melilla que más les gusta?
–Amadeo: Es difícil destacar un acontecimiento aislado dentro de la larga y apasionante historia de Melilla como ciudad española, pero si tuviéramos que resaltar alguno yo me decantaría por las durísimas condiciones y penurias que han tenido que soportar la guarnición y población melillenses desde el primer día de su ocupación y hasta bien entrado el siglo XX; la dependencia del mar de una ciudad siempre pendiente de la llegada de provisiones desde la península, el hambre, la guerra, asedios constantes o terremotos. Estos hechos nos deben hacer recapacitar a los melillenses de hoy y a las futuras generaciones para valorar el esfuerzo que ha costado mantener la ciudad bajo posesión española. Y en este punto no podemos dejar de mencionar la importancia que el ejército ha tenido en la historia de nuestra ciudad, cuya encomiable labor ha permitido que durante siglos ondee en esta tierra la bandera española. También hay que resaltar cómo ha evolucionado el enclave desde una fortaleza militar hasta la moderna ciudad actual con una sociedad plenamente civil donde el ejército, aún hoy, sigue siendo garante de su soberanía.
–Agustín: Yo resaltaría también las relaciones de la guarnición melillense con los habitantes de alrededor, alternando periodos de paz y comercio con otros de luchas y enfrentamientos; vínculos y relaciones que son el origen de la actual configuración social de la ciudad, dando lugar a una fusión de culturas con una enriquecedora convivencia entre todos los melillenses y a un rico mestizaje cultural y social, que hacen de Melilla un modelo de ciudad para el resto del mundo. Con ello debemos comprender que los melillenses de hoy somos descendientes de aquellos que lucharon y sufrieron durante siglos, de aquellos que vivieron con austeridad tras sus murallas, de aquellos que venían a comerciar sus productos a las puertas de la ciudad y de aquellos que vinieron a esta tierra en busca de trabajo y oportunidades procedentes de todos los rincones de España.
–¿El cómic es una forma de animar a los melillenses y no melillenses a conocer algo más sobre esta ciudad?
–Agustín: Sin lugar a dudas. El cómic es un medio de comunicación que permite presentar un mensaje de una forma visual y atractiva, amena, entretenida y sin esfuerzo. Nosotros utilizamos el cómic como hilo conductor y elemento catalizador para que la historia de Melilla llegue fácilmente a todo el mundo, sin distinción de edades o nivel cultural. Además, la importancia que adquieren en este cómic los dibujos, muy trabajados y con gran detalle, y el llamativo colorido que he introducido mediante la técnica de la acuarela, lo hacen aún más atractivo si cabe. Por eso, pretendemos que sirva de estímulo para que tanto los melillenses, como los no melillenses que no conocen la historia de esta ciudad, se vean motivados a comenzar a interesarse por el tema o a seguir adentrándose en este apasionante y fascinante mundo de la historia de Melilla. Si lo conseguimos habremos conseguido algo importante. Nos daremos por satisfechos, pues habríamos puesto nuestro granito de arena para fomentar la cultura y el conocimiento de nuestra historia.
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