El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, recordó ayer que miles de pacientes marroquíes son atendidos de forma gratuita en el Hospital de Melilla anualmente, que hay unos 5.000 trabajadores transfronterizos dados de alta en la Seguridad Social, que unas 20.000 personas cruzan la frontera cada día para ganarse la vida en la ciudad y que 15.000 migrantes originarios del país vecino residen aquí de forma estable. Por todo ello, consideró que “el cierre de la aduana comercial de Beni Enzar es un acto de deslealtad de Marruecos a la colaboración leal de Melilla”.
El jefe del Ejecutivo local subrayó que siempre se ha abogado por mantener buenas relaciones con el país vecino pero dijo que la balanza tiene que estar “equilibrada”. Dijo que no pueden pretender quedarse con “todo lo bueno” de Melilla al tiempo que se cierra el paso de mercancía documentada por Beni Enzar pero se quiere mantener el comercio atípico en la frontera.
Imbroda considera que Marruecos pretende “fastidiar a Melilla” con el cierre de la aduana para beneficiarse él dado que al país vecino le interesa que la mercancía documentada llegue al puerto de Beni Enzar directamente sin pasar por nuestra ciudad.
La polémica sobre esta cuestión siguió en Twitter, después de que la Plataforma de Empresarios señalara que estaban “ansiosos” de poder escuchar la opinión sobre la “gravísima crisis diplomática”, citando a los distintos partidos locales y a Imbroda y la delegada del Gobierno, Sabrina Moh. El portavoz de la Ciudad, Manuel Ángel Quevedo, respondió que se estaba desarrollando un gran trabajo en muchos frentes “cuando se levantaron y rompieron la mesa de diálogo con 26 exigencias, muchas con plazo imposible de 48 horas”.
Por otro lado y a preguntas de los periodistas, Imbroda defendió que la Unión Europea apoye a Marruecos en el control de la inmigración irregular, destacando el importante papel que desempeña, haciendo alusión al anuncio del sábado del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la canciller alemana, Angela Merkel, de defender la necesidad de dotar de más recursos al país vecino.
Imbroda estimó que a Marruecos le han molestado las decisiones del Gobierno socialista en materia migratoria como el anuncio de eliminar las concertinas porque el país vecino tiene que “aguantar” la inmigración. En este sentido, cree que el presidente nacional, Pedro Sánchez, se equivoca con esa política.
El presidente nacional del PP, Pablo Casado, viajará este mes a Melilla para conocer la situación tras el cierre de la aduana comercial de Beni Enzar por parte de Marruecos. Así lo avanzó ayer el jefe del Ejecutivo local, Juan José Imbroda, que aseguró que ya ha transmitido al líder popular información sobre las consecuencias de esta decisión unilateral de las autoridades marroquíes.
Imbroda aseguró que su partido no se va a quedar de “brazos cruzados” ante esta situación y aseguró que siempre estarán en primera línea de combate. “No nos van a callar”, afirmó.
Por ello, hizo hincapié en que no venga ningún partido a pedirle lecciones porque el PP lleva trabajando por el pueblo melillense desde hace muchos años. En esta línea, el presidente de la Ciudad criticó que haya formaciones que no se atrevan a decir nada cuando aparecen problemas.
“¿Camiones no?” Ambulancias, tampoco”, señaló ayer en un comunicado Vox Melilla en relación con el cierre de la aduana comercial de Beni Enzar por parte del país vecino. “¿Qué pasaría si cerrásemos el grifo de paso de ambulancias de Marruecos?”, se preguntó, diciendo que eso “redundaría en beneficio de los melillenses”.
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