La torrija es un dulce típico de las celebraciones de Cuaresma y Semana Santa en España y varias partes en México. Consiste en una rebanada de pan ,habitualmente de varios días, que es empapada en leche o vino y, tras ser rebozada en huevo, es frita en una sartén con aceite finalmente, se aromatiza, a gusto, con diversos ingredientes: canela o algún licor, y se endulza con miel, almíbar o azúcar . Dice la tradición que la torrija es un alimento de origen humilde que satura pronto al comensal y le mantiene aliviado de la necesidad de probar algún otro plato de carne ,alimento sujeto a abstinencia en la cuaresma.
Siglo XV
La torrija aparece ya documentada en el siglo XV, citada por Juan del Encina: «miel y muchos huevos para hacer torrejas», al parecer como plato indicado para la recuperación de parturientas. Las primeras recetas se remontan al Libro de Cozina de Domingo Hernández de Maceras en 1607 y Arte de cozina, pastelería, vizcochería y conservería de Francisco Martínez Motiño de 1611. La torrija era a comienzos de siglo XX muy habitual en las tabernas de Madrid y se servía con chatos de vino.
Su asociación a la cuaresma se debe tal vez a la necesidad de aprovechamiento de pan, que, durante el tiempo en que no se podía comer carne, era por ello menos consumido, aunque las familias elaboraban la misma cantidad. La torrija por su aspecto emula un pedazo de carne que durante la cuaresma está prohibido comer según la tradición católica.
En Melilla, dada la proximidad de estas fechas , las pastelerías de la ciudad y algunos establecimientos de alimentación realizan este suculento postre. Como “cada maestrillo tiene su librillo” la elaboración de la torrija es en cada casa diferente. En el caso de la “Confitería Gurugú” hallamos unas torrijas de gran tamaño dado que han sido cocinadas con rebanadas de bollo suizo, rellenas de yema y rociadas con leche y miel. Un deleite para los sentidos que bien nos podría bastar con una pieza para alimentarnos un día entero. La “Confitería España” también ofrece este postre típico que si bien es de Semana Santa , se está vendiendo desde hace varias semanas atrás.
Tomen nota que ahí va la receta: Se utiliza pan en rebanadas. Las rebanadas deben ser de un grosor no superior a 2 cm. Se prefiere pan casero de un día o dos antes de preparar las torrijas ya que absorbe mejor la leche. Se cuece leche (medio litro, para una barra de pan de 250 g) con azúcar (125 g), una rama de canela, y una corteza de limón. Se vierte la leche caliente sobre las rebanadas de pan hasta que se remojen suficientemente. Posteriormente se rebozan las rebanadas en huevo batido y después se van friendo en aceite (de preferencia de oliva) en una sartén muy caliente. Se van friendo las rebanadas hasta que se doran por ambos lados. Después la torrija frita puede aderezarse con cualquier sustancia ya sea azúcar glacé, vino , anís o demás licores, y por supuesto , miel.
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