Hoy jueves 17 de agosto se celebra en todo el mundo el Día del Peatón. Esta efeméride se conmemora con el objetivo de difundir la cultura vial, promover espacios adecuados para moverse en las ciudades y recordar las obligaciones que implica desplazarse a pie. Tal y como refleja la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren en el mundo 280.000 peatones.
El Día Mundial del peatón tiene su origen en la Inglaterra de 1897. El 17 de agosto de aquel año tuvo lugar el primer accidente de tráfico que acabó con la vida de un peatón. La víctima se llamaba Bridget Driscoll y fue arrollada por un coche.
En Melilla, el sentimiento generalizado entre los encuestados por este diario es que la ciudad no es un espacio muy seguro para los peatones. Caminar por las aceras o cruzar por los pasos de cebra puede resultar a veces un deporte de alto riesgo. La mayoría cree que los vehículos no respetan adecuadamente las normas de tráfico como tampoco lo hacen los que se desplazan a pie.
Precisamente esto último queda reflejado en un informe de la DGT, que establece que por norma general el 23% de los peatones que se han visto envueltos en un accidente de tráfico cometieron alguna infracción. Entre las más comunes, irrumpir o cruzar la vía de forma no reglamentaria (32%), no utilizar los pasos de peatones (25%), no respetar los semáforos (10%) y otras infracciones (33%).
Las infracciones en la ciudad parecen ser más comunes de lo que pensamos o al menos eso es lo que asegura a El Faro Abdel, un melillense que apunta que en Melilla las normas de circulación por parte de los vehículos no se suelen cumplir a raja tabla. Tener precaución en los pasos de peatones cuando el semáforo está en ámbar o excederse en la velocidad máxima permitida en la vía son para él las infracciones más comunes que se cometen. "Por mucho que haya normas, no se cumplen aquí", señaló.
Pero en la ciudad no solo culpan a los vehículos de no respetar las normas de tráfico. Aisha, otra encuestada por este diario, subraya que el incumplimiento del código vial lo hacen tanto peatones como los coches o motos. " No respetan ni los coches ni los peatones porque también los peatones somos un poco imprudentes. Cruzamos por donde no debemos y cuando debemos, no miramos", insiste esta melillense. Aún así recalca que los conductores de algo vehículos son muy imprudentes al volante.
Aunque en los últimos años en Melilla se han llevado a cabo grandes proyectos de peatonalización del centro urbano de la ciudad, lo que ha favorecido que los peatones cuenten con un mayor espacio donde caminar sin tener la presencia cercana de los coches o motos, esto no convence a todos los habitantes. Para Aicha, más que una ventaja se ha convertido en un inconveniente. Esta melillense tiene en la mente a todos los comerciantes de la ciudad que han visto cómo la peatonalización de las calles céntricas ha hecho disminuir sus ventas. "En Melilla somos muy cómodos y la gente por no andar mucho ya no va al centro. Los comercios se están muriendo y son la economía de Melilla", apunta.
Algunos melillenses parecen encontrar el motivo por el que las normas no se ven reflejadas en el tránsito. "La educación vial en Melilla es 0, la mayoría la verdad que no cumple las normas para nada", recalcó Fuad. A pesar de que este hombre se queja de la poca educación en cuanto a las normas de circulación, aclara que no hay que generalizar entre toda la población de Melilla.
Por otro lado, también hay otros habitantes que tienen una opinión totalmente contraria y creen que la ciudad es bastante segura para los peatones, sobre todo si se compara con otras regiones. "Aquí en comparación con Marruecos, la gente respeta 100%", afirmó Rachid. Aunque él vive en Melilla, nació en Marruecos y nota una gran diferencia entre la educación vial de Melilla y la del país vecinos, por lo que está muy contento con el respeto de las normas de tráfico.
Para tratar de evitar los accidentes de tráfico que se producen, se hace necesario conocer las estadísticas de siniestralidad, para así ser conscientes de que una imprudencia puede acarrear graves consecuencias entre los peatones o incluso la pérdida de la vida. Según la DGT, la ciudad es el lugar donde se producen la mayor parte de los accidentes. Alrededor del 90% de los accidentes en los que se ven envueltos peatones, se producen en la vía pública de las ciudades. Solo un 10% suceden en carretera.
Afortunadamente, según los últimos datos del Balance de Siniestralidad Vial publicados por la Dirección General de Tráfico, a fecha de enero de 2023, en la ciudad no ha habido que lamentar ninguna persona fallecida en vías interurbanas desde 2012. En el conjunto de España, 2022 cerró con 126 peatones fallecidos, lo que representa el 11% del total de defunciones. Estos datos aumentaron en 13 personas respecto a 2021, que finalizó con 113 peatones muertos.
La Dirección General de Tráfico (DGT) publica en su página web su decálogo para ser buen peatón y proteger la seguridad de todos.
Junto a estos consejos, otras entidades añaden que es importante no usar auriculares mientras caminamos por la calle para mantener todos los sentidos puestos en la vía, mantener la tecnología a raya y pararnos completamente para responder un mensaje o atender una llamada, además de usar ropa clara o reflectante en el caso de caminar en vías con poca visibilidad por la noche.
Aún así cabe recordar que caminar tiene enormes beneficios para nuestra salud, reduce el estrés, favorece la convivencia y respeta el medio ambiente entre otras ventajas. A pesar de ello para andar de forma segura, el peatón debe percibir con antelación las situaciones de riesgo en las que se puede ver envuelto con el fin de prevenir accidentes. Siempre hay que tener en cuenta que los peatones son los más vulnerables a la hora de sufrir un siniestro y siempre lleva todas las de perder.
La DGT también recuerda a los conductores que como sujetos implicados también deben de cumplir las normas de circulación con el fin de evitar siniestros. Sobre todo los que a velocidad se refiere y destaca la gravedad que puede tener un atropello en los peatones. De esta forma, señala que en caso de atropello, la posibilidad de que un peatón pierda la vida si el vehículo circula a 50 kilómetros por hora es del 70%. Una cifra que se eleva hasta el 85% en el caso de aumentar la velocidad hasta los 60 kilómetros por hora y que deja al peatón sin ninguna posibilidad de sobrevivir tras un impacto contra un vehículo que va a 70 kilómetros por hora.
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