“Es el momento de que la gente luche porque sino nos comen los banqueros”

Fernando Guillén Cuervo protagoniza la obra ‘Wilt’, la comedia que se estrena el próximo fin de semana en el Kursaal y en la que comparte escena con Ana Milán y Ángel de Andrés.

Fernando Guillén Cuervo es uno de los protagonistas de la obra ‘Wilt. El crimen de la muñeca hinchable’, una comedia que se podrá ver en el Kursaal el 1 y 2 de marzo. Es la primera vez que el actor va a estar en Melilla y asegura que tiene muchas ganas conocer la ciudad porque un amigo le ha dicho que es preciosa.
Guillén Cuervo es mucho más que un actor de series de televisión o cine, también ha dirigido películas y documentales y escribe guiones para todo tipo de formatos audiovisuales. Asegura que aceptó volver al teatro tras 17 años sin pisar unas tablas porque le encantó el texto de ‘Wilt’. Destaca que en esta obra se critica a toda la sociedad en su conjunto y que los adaptadores de esta novela de Tom Sharpe al teatro tuvieron el visto bueno de su autor. Es la primera vez que se teatraliza la historia de este personaje, Wilt, un profesor de literatura que se siente algo disconforme con su vida y acaba mintiendo para que le crean.
Pero además de contar con una buena historia, esta obra de teatro destaca por la profesionalidad y el carisma de sus actores. A Guillén Cuervo le acompañan en el escenario Ana Milán, Ángel de Andrés, Koldo Losada y Aitziber Garmendia.
–¿Cómo le llega el guión de esta obra de teatro?
–Me llamó José Antonio Victoria, adaptador y productor, para ofrecerme la función. Me contó que era la primera adaptación de la novela al teatro a nivel mundial. Llevaba como 17 años sin subirme al escenario, pero el título me sedujo mucho.
–’El crimen de la muñeca hinchable’ es sin duda para llamar la atención.
–Es un juego muy divertido de Tom Sharpe, el autor, porque a través de la muñeca hinchable, que no deja de ser un icono un poco salvaje de nuestra cultura pop, se permite ese paralelismo de una persona imaginándose un asesinato sin mucha gravedad. Es un juguete que te permite soñar con un asesinato sin que parezca muy grave el asunto.  
–’Wilt’ habla en tono de comedia sobre muchos temas sociales haciendo una crítica de ellos. Esto tiene que ver con las reflexiones que surgen con la crisis de la sociedad actual.
–En este sentido Tom Sharpe es un poco visionario porque en el año 1976, que escribe la novela, aunque su auge fue en los 80, empieza a hablar de la decadencia de occidente y de todos los estamentos sociales, como el matrimonio, las leyes, la policía o los estudiantes. Toca todos los palos y anticipa lo que ahora está en su auge.
–¿Hay alguna de estas críticas con las que esté más de acuerdo?
–Sharpe tiene un punto de vista sobre la vida que es la que aparece en la obra, por ejemplo, sobre el desencuentro de la pareja, sobre la necesidad de culpabilizar al individuo, sobre la falta de disciplina de los estudiantes... En todo tiene parte o toda la razón. En todo lo que toca su punto de vista es muy divertido.
–¿Su personaje es revolucionario o es conformista?
–En cierto modo sí es algo conformista aunque el personaje en la novela es políticamente muy activo. Pero es conformista en el sentido vital, es decir, se conforma con su matrimonio, con el papel menor que tiene en el mundo de la literatura... Es maestro de lengua en un colegio de la periferia y echa de menos estar ganando un premio literario. De la misma manera, su matrimonio es un desencuentro y lo acepta con mucho conformismo, pero también le crea cierta frustración. Es un hombre muy frustrado en definitiva.  
–¿’Wilt’ tiene un mensaje para el público?
–Tiene una especie de moraleja casi cómica y es que en ocasiones tienes que mentir para que te crean.
–¿Es una comedia pura o el público es el que encuentra este punto de humor en las escenas?
–Es una comedia en la que las situaciones de los personajes son muy divertidas y ácidas. Al mismo tiempo, en el fondo, hay mucha crítica. Pero en la forma, también el tono de la dirección y la interpretación, está buscando la sonrisa y la risa del espectador.   
–¿Cómo es trabajar con compañeros de profesión como Ana Milán o Ángel de Andrés?
–Son todos fantásticos. Está siendo un viaje maravilloso esta función para todos porque hemos dado con un éxito. Es una obra muy divertida de hacer. Nos lo pasamos muy bien en el escenario. Nos levamos muy bien y está siendo una experiencia preciosa. Son todos grandes actores y así es una gozada trabajar.
–A pesar de la crisis, no ha parado en los últimos años de hacer proyectos.
–Tengo suerte sí de tener trabajo. No son buenos tiempos para nadie, pero no me puedo quejar. Pero también soy una persona muy activa realizando proyectos.
–Acaba de presentar un documental titulado ‘Fuera de lugar’. ¿Cómo se embarcó en esta aventura?
–Tuve un contacto previo con la Fundación Manantial, que está dedicada a temas de salud mental y que intenta mejorar las condiciones clínicas, sanitarias y sociales de los enfermos mentales, para un documental que hice en La 2 sobre esta entidad. Fue muy bueno este encuentro. Así que más tarde me propusieron dirigir este documento que gira entorno al problema de que hay miles de presos en las cárceles españolas con problemas de salud mental y que en vez de estar en un centro con un programa psiquiátrico, están en un proceso penal normal con la gravedad que eso conlleva.  
–¿Continuará trabajando en este tipo de proyectos sociales?
–Antes de éste dirigí un documental en Haití para la Asociación Voces, que presenté el año pasado en Málaga y Valladolid. Y ahora estoy trabajando en un formato para una serie documental que trata la salud mental.
–Y volviendo a su faceta como actor ¿fue fácil o complicado para usted entrar en este mundo al dedicarse su familia al espectáculo?
–Ya no me acuerdo (risas). Comencé hace 37 años a trabajar en este mundo. Bueno creo que casi todo te facilita el trabajo. Éste es un oficio que lo heredas y llegas a él con mucho aprendido. Pero en su momento también se pone en duda por qué te dedicas a ello. Aunque realmente creo que me ha ayudado más que pesarme.  
–También ha tenido la suerte de trabajar fuera de España, por ejemplo, en la película de James Bond ‘Quantium of solace’.
–Un James Bond es eterno. Fue una circunstancia de la vida muy emocionante. Hice un casting y me cogieron para el malo. Fue cumplir un sueño porque cualquier espectador de cine ha visto una película de James Bond y se ha visto luchando contra él. Fue cumplir un sueño de adolescencia. Me gustaría repetir, pero como me mataron en esta película, habrá que esperar a otra saga. A ver si me llaman de Indiana Jones (risas).
–En la gala de los premios Goya hubo muchas revindicaciones del mundo del cine. ¿Está de acuerdo con ellas?
–Sobre todo estoy de acuerdo con la libertad de expresión. Nosotros tenemos una ventana mediática que es muy poderosa y el que quiera utilizarla que lo haga. Está en su pleno derecho y me parece además que es un momento para que la gente esté luchadora y activa porque sino nos comen los banqueros.
–El presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, también destacó los buenos resultados del cine español y el apoyo del público a pesar de la crisis.
–Los productos españoles son buenos porque tentemos buenos directores, productores y actores. Gente como Bayona que hace un éxito mundial y la cuota de pantalla sube mucho. Ha sido una película hipertaquillera. Pero esto tiene más que ver con los artistas y con los productores que con el sistema.
–También comentaba González Macho que los recortes se notarán más este año.
–A todos nos afectan los recortes. El tema de la crisis económica afecta a toda la sociedad de manera piramidal. Indudablemente nos afecta también a nosotros. No somos un bien de primera necesidad. Pero cuando hay un éxito la gente va a verlo al margen de la crisis. Pero para la base de nuestro trabajo, para las películas menos reconocidas o teatro menos conocido afecta indudablemente porque los ayuntamientos no tiene dinero para las giras, es muy difícil financiar películas y en la televisión entra menos publicidad, con lo cual se paga menos a todo el mundo. Claro que afectará.
–¿Cree que se están buscando más fórmulas para que la crisis no afecte a la creación cultural?
–La creatividad siempre ha salido cuando hay crisis. Siempre parece una constante en las crisis. La creatividad es lo único que nos queda al final.