Entrevista a Marina Borreguero: “En mi familia me han visto crecer haciendo teatro, ensayaba todas las tardes”

Hay quienes, por fortuna, nacen con un don en su interior. Podría ser el caso de Marina Borreguero del Campo, conocida como Marina Borreguero, una artista melillense graduada en Arte Dramático. En cine se ha formado junto a la Escuela de Teatro y Cine de Málaga y también con diferentes directores de casting pertenecientes a Madrid.

Y digo un don porque a sus tres años acudió por primera vez al ensayo de una obra teatral y desde entonces, su andadura interpretativa no ha cesado. Ha participado en cortometrajes como ‘El Cacharrico’ del director Oscar Toribio, en 2022; ‘Perdidas’ del director Miguel Ángel Maroto y Oscar Toribio en 2021, entre otros muchos más.

Artista en toda su plenitud, Marina combina su faceta de actriz con la de locución y dobladora donde ha puesto voz a numerosos spot y programas de televisión; entre ellas para Melilla Sport Capital, para la Ciudad Autónoma de Melilla.

A través del mundo del teatro, la artista melillense ha participado en numerosas obras representativas. Destacando ‘los Gemelos’ del director Miguel Escutia, ‘Lunáticas’ de Alba Rosa Hernández hasta su última representación en el Teatro del Kursaal, ‘La Avispa Teva’ de Fran Antón.

- A tus tres años acudes por primera vez al ensayo de una obra teatral. ¿Cómo empezó todo?

Pues como bien comentas, fue desde muy pequeña cuando acompañaba alguna que otra vez a mi Tía a los ensayos de la compañía Concord Teatro, ahí iba haciendo mi primera toma de contacto sin yo ser consciente de ello jaja. De esos pequeños momentos no recuerdo mucho, más allá de que por aquel entonces conocí a muchos de los que ahora son compañeros de trabajo mio como es el caso de Manu Arrarás que por aquel entonces él tendría unos 14 años.

Pasaron los años y cuando yo tenía 11 hice mi primera obra en el colegio para un concurso (en el que ganamos la mayoría de los premios) y fue ahí donde surgió ese “amor a primera vista” con la interpretación y donde dije “yo quiero volver a sentir estos nervios encima de un escenario”.

-¿Qué le dice una niña tan pequeña a su madre para que toda esta andadura prosiga hasta día de hoy?

-En mi caso no ha sido tanto el “qué” sino el “cómo”. En mi familia me han visto crecer haciendo teatro, ensayando por las tardes mientras iba al colegio por las mañanas, haciendo cursos de interpretación en verano y teniendo los fines de semana clases de teatro o funciones teatrales. He crecido con la interpretación y eso ellos lo veían.

No es fácil. Imagino que no es fácil ver como tu hija/hijo decide estudiar una carrera tan “subjetiva”, tan inestable y “que no es de verdad” (como alguna vez he escuchado), tú quieres lo mejor para ellos y quizás no ves que sea un camino seguro, pero tampoco es fácil decirle a tu familia que eres como la “rarita de clase” que es muy extrovertida y quiere actuar y subirse a los escenarios para crear otras vidas y contar historias mientras que al resto de compañeros de clase les da vergüenza hablar en público.

Llegó un momento en el que yo tenía que decidir (y mira que soy muy indecisa) qué quería estudiar y no me equivoqué. Sí, he llorado mucho, muchísimo y quizás si hubiese elegido otra carrera no hubiese llorado tanto, no lo sé. Pero si no lo hubiese hecho, me estaría arrepintiendo ahora.

Cuando llega esa época de decidir qué quieres estudiar, uno tiene elegir “lo que quiere ser” y yo decidí que quería ser actriz y por ello me presenté a las pruebas de acceso de Arte Dramático en Málaga, y tras hacer los dos exámenes, fui una de las admitidas.

-Si tuvieras que elegir un trabajo que has realizado y del que piensas que te ayudó a dar el salto a la interpretación, ¿Cuál confesarías que ha sido?

-No tengo un trabajo estrella o que más me haya gustado, estoy enamorada de todos, quizás unos más que otros, pero todos, absolutamente todos, me han aportado algo.

Pero si hablase de un trabajo que me ayudó a dar ese salto, te diría que fue en la obra teatral de mi colegio Pintor Eduardo Morillas, La decisión de Villalimpia, dirigida por Ángel Salinas y donde yo interpretaba a la secretaria Flora.

Han pasado 12 años de aquella función y es uno de los trabajos donde más recuerdos tengo, desde los compañeros, las primeras horas de clase que yo no iba porque teníamos ensayo y yo tenía que pedir los apuntes a mis compañeros, las anécdotas, pero, sobre todo, el texto. Me acuerdo muchísimo del texto sin tener que mirar el guión, tanto del mío como el de mis compañeros. Y me sorprende jaja.

En mi casa tengo un recuerdo muy bonito y es que, cuando cambió la directiva del centro escolar, el director que por aquel entonces estaba cuando representamos la función, me regaló la estatuilla a “La mejor obra de teatro” que el colegió ganó en el concurso y que había permanecido todos estos años allí. Me la regaló porque yo fui la única del elenco que siguió caminando de la mano de la interpretación.

-¿Con qué director de teatro te has sentido más cómoda trabajando? ¿Qué conexión sientes a nivel profesional?

-Con todos los directores y directoras con los que he trabajado siempre, siempre, aprendo algo. Ojo, ya sea para bien o para mal. Pero cada uno tiene una forma particular de trabajar y yo disfruto mucho aprendiendo de ellos. Cada director y directora me aporta aprendizajes nuevos o diferentes, y es genial tener un abanico de posibilidades donde elegir lo que quieres escoger y lo que no te interesa para cualquier tipo de trabajo.

He pasado por las manos de muchos directores y directoras de Melilla, empezando por José María Antón y después por Miguel Escutia y Fran Anton con los que he trabajado mucho, también con Alejandra Nogales, Ceres Machado , Alba Rosa y Oscar Toribio.

Pero de verdad te digo que es muy interesante ver los diferentes puntos de vista que tiene cada directora y director con los que he trabajado para llegar a culminar un trabajo. De todas maneras, seguro que se me olvidan unos cuantos, entre (risas).

-Imagina que estás hablando con un renegado de la cultura teatral y de la interpretación, ¿Serías capaz de “convencerme” para cambiar mi perspectiva?

–Tener el poder de “convencer” a alguien, creo que es muy poderoso pero peligroso a la vez.

Yo creo que no sería capaz de convencer. En mi alrededor tengo conocidos que no van al teatro porque “les aburre” “es de mayores” o “no entienden nada”.

Yo podría tratar de enseñarles y demostrarles lo que es, que lo comprueben y que lo prueben, tener una charla para comentar opiniones y puntos de vista y quizás puede que su opinión cambie por completo, cambie un poco o por el contrario, refuerce su argumento en contra de la cultura teatral. Pero creo que depende mucho también de la persona, los valores que tenga, la tradición, etc. Parecido a las personas que no comen verduras y no porque no les guste, sino que no las han probado, pero te dicen que no les gusta porque sus valores no puede afligirse, algo así (risas).

-Los minutos previos a subirte en un escenario para afrontar el trabajo que hay detrás durante tanto tiempo e interpretar una actuación supongo que requerirá de mucha paciencia y nervios, ¿Tienes algún tipo de ritual de relajación y concentración justo antes de pisar el escenario?

-Suelo aislarme unos pocos minutos, realizo ejercicios corporales y vocales para prepararme física y vocalmente;asimismo, depende de con quién trabaje, hacemos algún ritual o ejercicio colectivo previo a la función.

Después, yo misma me suelo desear mucha suerte/mierda 3 veces, siempre 3 veces, es una manía que empezó cuando mi madre me deseaba suerte para los exámenes en el instituto.

-La última obra representativa fue ‘La Avispa Teva’ del director local, Fran Antón. En la interpretación de tu personaje en esta historia, ¿Cuáles son los valores del personaje que más se asemejan a ti?¿Te identificas con el mismo?

-Trabajar la hormiga voladora Nuri fue mi divertido y creativo, es una hormiga muy efusiva y la fan numero uno de su amiga La Avispa Teva. Yo no soy tan efusiva como ella ni admiro con tanta magnitud a nadie, pero si es verdad que Nuri y yo nos parecemos en la facilidad de sociabilizar, de contar historias de forma divertida y de apoyar a las personas a las que mas queremos a que luchen por sus sueños.

-Hablando de identificación, cuando te proponen participar en interpretaciones teatrales, ¿Intentas que entre el personaje y tú existe una correlación de ideas y pensamientos? ¿Alguna vez te ha tocado interpretar algún papel por el cual no te has sentido cómoda?

-Cuanto más alejado esté el personaje de ti, más enriquecedor puede ser el trabajo para el actor, creo yo. Sales de tu zona de confort y debes crear un personaje con una atmósfera alejada de ti por completo.

Yo no intento que exista correlación, si la dramaturgia y/o el director me lo piden, lo hago, pero nunca fuerzo la máquina.

Si interpretas a una malvada, tienes que defenderla a muerte, aunque tu como actriz estás completamente en contra de lo que representa, pero es tu trabajo y en eso consiste, pero no todos los personajes son buenos buenísimos ni todos los malos malísimos. Si te fijas en los clásicos, todos los personajes malvados tienen un punto “débil” que los humaniza.

Nunca me he sentido incómoda al interpretar un personaje, como te comento, hay personajes y trabajos que te gustan más y otros que menos, más o menos enriquecedores, más complejos o sencillos de elaborar, pero incómoda como tal, no.

¿Cuáles son tus próximos proyectos a nivel teatral? A principios de julio participas en la ‘Ensoñaciones de Don Quijote de Mirrolde Teatro, Cuéntame un poco qué se va a encontrar durante la obra el ciudadano melillense.

-Pues sí, en pocos días estrenamos “Ensoñaciones de Don Quijote” una comedia con tintes dramáticos de las aventuras ¿reales? de Don Alonso, los días 6,7 y 8 de julio, y ¡¡ya tenemos todas las localidades agotadas!! En esta obra interpreto dos personajes muy diferentes, por un lado, hago de Toñi, la sobrina de Don Alonso, una joven cruel que solo quiere que su tío se muera para quedarse con la herencia y por otro lado, interpreto a Yumalai, una joven granadina preocupada por su manicura que vivirá ciertas aventuras con su pandilla de amigas por culpa de Don Alonso.

Más adelante estreno Casarse está sobrevalorado, bajo la dirección de Fran Antón, los días 20,21 y 22. De esa función aun quedan entradas, pero no os confiéis (risas).

–Motivos por los que el melillense debe acudir a esta obra.

-Los animo a todos a que vengan a ver esta obra porque es una comedia muy fresquita con un humor tan genuino como es El Quijote pero a su vez hace contraste con un humor mas “cateto” y que pondrá en apuros, en más de una ocasión, al fiel escudero de Don Alonso, Sancho.

-Si fueras directora de teatro, ¿Dónde te gustaría representar una obra? ¿De qué dependen los escenarios de las representaciones teatrales para ti?

-Pff, no sabría responderte bien a esta pregunta porque creo que no soy consciente del 99% de conocimientos y experiencias que se requiere para poder dirigir y llevar a cabo una obra teatral. De momento, estoy lejos de dirigir algo, al menos, dirigir a otras personas. Dirigir un proyecto que solo me involucre a mí, quizás antes, pero no sabría decirte. Y en cuanto a lugar para representar, imagino que en mi tierra pero también me encantaría que rodase por todos los teatros

-Escapémonos del mundo teatral, he visto que en tus redes sociales también le dedicas tiempo al deporte. En tu cuenta @marinabgo_fit sueles subir contenido relacionado con ejercicios para tonificar tu cuerpo e ideas sobre alimentación. ¿Me dirías que también vives de ser una modelo fitness como defines en tu cuenta de Instagram?

-¿Te imaginas que vivo de eso?(risas) ni en broma. Comparto mis entrenamientos de fuerza porque es algo que comencé hace varios años con la intención de mejorar físicamente pero descubrí que no solo cambié a nivel físico sino a nivel mental, y entrenar me ha aportado, además de salud, más seguridad en mi misma.

El entrenamiento de fuerza es otra faceta mía y con esto, si puedo ayudar a alguien a coger confianza, a enseñarles cómo se hace X ejercicio, a mostrarles una rutina de entrenamiento que puedan poner en práctica o enseñarles a comer mejor porque comer sano no es comer pollo y lechuga y no debe ser aburrido, pues yo me llevo esa alegría y ganas de seguir haciendo lo que me gusta.

Quiero intentar mostrar a mis niñas que las mujeres debemos entrenar fuerte y con pesas, que somos mucho más fuertes de lo que nos han querido meter en la cabeza durante muchos años.