–¿Cómo empezaste en el mundo de la interpretación ?
–Pues descubrí que quería dedicarme a la interpretación una tarde que estaba viendo en mi casa un capítulo de la serie UPA (Un paso adelante), no sé explicarlo pero noté algo en el estómago y en mi cabeza que de repente dije: quiero vivir de esto.
Tenía 16 años en aquel entonces. Años más tarde, un día, un amigo me comentó que estaba metido en un musical que se iba a hacer con la compañía de teatro Arrabal (El ciclo de la vida) y que les faltaba una persona para hacer de jirafa y que si me animaba a hacerlo. Después de dudarlo mucho le dije que sí, y ahí empecé mi andadura teatral, haciendo de jirafa (risas).
–Si tuvieras que elegir un trabajo que has realizado y del que piensas que te ayudó a dar el salto a la interpretación, ¿Cuál sabrías decirme?–Te diría que la obra esta con Arrabal me confirmó que quería dedicarme a esto, pero el decidirme a intentarlo de verdad queriendo hacer la carrera y demás fue cuando era militar y decidí dejarlo todo para intentar esto
–¿Con qué director de teatro te has sentido más cómodo trabajando? ¿Qué conexión sientes a nivel profesional?
–Si tuviese que elegir te diría 2: Miguel Escutia y Alejandra Nogales. Me encanta la manera de hacer teatro que tienen y cómo entienden y viven la profesión.
A nivel profesional me entiendo de maravilla con los 2 y hablamos el mismo código teatral, saben muchísimo y tienen un enorme talento.
Alejandra por ejemplo, que vive únicamente de esto (ya que Miguel tiene otro oficio que compagina a las mil maravillas con el teatro porque es un todoterreno), creo que está para algo más grande, y tiene talento de sobra para hacer cosas fuera de Melilla.
También nos une una bonita amistad y eso aumenta la conexión en general con ellos. A nivel profesional son las dos personas que más me han cuidado y mirado por mí. Eso es algo que se lo agradeceré eternamente
–Imagina que estás hablando con un renegado de la cultura teatral y de la interpretación, ¿Serías capaz de “convencerme” para cambiar mi perspectiva?
–Si te soy sincero, por cómo soy yo no perdería el tiempo en intentar convencerte de nada, ya que no tengo la verdad absoluta y respeto casi cualquier opinión. Pero si tuviera que convencerte, te diría en primer lugar, que dudo mucho que seas un renegado absoluto, ya que supongo que verás películas o series, o las habrás visto en algún momento de tu vida (risas).
Te preguntaría el motivo por el cual reniegas tanto y te animaría a darle una oportunidad, ya que es una vía de escape perfecta para evadirte un poco de la vida diaria y de sus problemas. También es una forma muy buena de empatizar con la gente y de que tú evoluciones como persona, ya que el teatro transforma a quien lo consume y eso es muy bonito
–Hay algún que otro partido político que intenta censurar la cultura en España. ¿Qué le parece?
–Siempre que haya censura estaré en desacuerdo con ello porque pienso que no es en absoluto la mejor forma de actuar. La libertad de expresión debe prevalecer por encima de todo y ese tipo de actos van en contra de una sociedad democrática y con libertad
–Háblame de la cultura. ¿Hasta qué punto es importancia la cultura en España? ¿De qué manera incide en las personas? ¿Qué es para ti la cultura?
–La cultura en general enriquece un país. En mi opinión, un país sin cultura es un país pobre, manipulable y básico. Creo que cuanto más culto sea un país más evolución habrá y será más difícil de manipular, eso me parece vital en una sociedad.
La cultura es vida, es creatividad, es oxígeno para las personas, las enriquece y les aporta mucho a nivel emocional, ya sea leyendo un libro, escuchando música, viendo un cuadro en una exposición o viendo una obra de teatro. Creo que la cultura tiene el precioso poder de cambiar a las personas a nivel interno.
Hace que la gente evolucione y crezca personalmente. Sirve a modo de evasión, te puedes sumergir en un mundo totalmente distinto al mundo en el que vivimos y te permite soñar. Para mí la vida sin la cultura, sin el arte no tendría sentido.
Venimos de una terrible pandemia que ha asolado al mundo entero. Piensa por un momento: ¿Cómo habría soportado la sociedad este horror si no nos hubiésemos nutrido de todo lo que ha aportado la cultura? (música, pintura, teatro, cine, escritura...) Para mí la cultura es liberación, progreso, tan necesaria como respirar
–Los minutos previos a subirte en un escenario para afrontar el trabajo que hay detrás durante tanto tiempo e interpretar una actuación supongo que requerirá de mucha paciencia y nervios, ¿Tienes algún tipo de ritual de relajación y concentración justo antes de pisar el escenario?
–Los nervios (al menos en mí) siempre van a estar, y en cierto modo los necesito para estar alerta y salir concentrado. Yo para relajarme hago respiraciones profundas, pienso en mi personaje, caliento la voz y confío en que voy a dar lo mejor de mí para potenciar a mis compañeras/os y que la gente disfrute de nuestro trabajo coral. Lo importante es el elenco en conjunto, sin individualidades.
–¿Intentas que entre el personaje y tú exista una correlación de ideas y pensamientos? ¿Alguna vez te ha tocado interpretar algún papel por el cual no te has sentido cómodo?
–Intento empaparme bien de qué quiere mi personaje y de dónde vengo. Siempre hay algo de ti en cada personaje, pero lo importante es ponerte en la piel de cada personaje que interpretas y darle veracidad, empatizar con él. La línea de pensamiento tiene que ser del personaje, no mía.
Claro que me ha tocado (risas). No me he sentido cómodo al principio, durante los ensayos mientras estás buscando el personaje, porque a lo mejor era un personaje totalmente opuesto a mí.
Una vez en escena, me he sentido cómodo con todos porque ya había un trabajo detrás de muchas horas hecho. Es con esos personajes "incómodos" con los que aprendes muchísimo y te hacen crecer como actor, te sacan de tu zona de confort y eso es maravilloso para nosotras/os.
–¿Cuáles son tus próximos proyectos a nivel teatral?
–Ahora mismo no tengo nada en concreto así que no te podría decir. Lo mismo dentro de una semana tengo dos proyectos (risas). Esto va así. Pero sí que tengo en mente sacar un proyecto propio de aquí a un tiempo
–Junto a Miguel Escutia formas parte de la dirección de la obra teatral “Ensoñaciones de Don Quijote”, ¿A qué te ha llevado compartir con Miguel Escutia la dirección de esta obra?
–Miguel es un compañero de viaje maravilloso, porque te deja hacer y tenemos bastante conexión los 2, nos entendemos muy bien. Creo que hacemos un gran tandem juntos (risas).
Para mí estar con Miguel es un lujo y me enseña mucho, aprendo mucho de él y sobre todo en el apartado de Dirección, ya que es más nuevo para mí, aunque ensoñaciones ya es el 5° proyecto en el que participo en el apartado de Dirección.
Estoy descubriendo que me está gustando también dirigir y sigo evolucionando como artista, algo que agradezco enormemente. Como te decía antes, salir de tu zona de confort es siempre importante para un artista para seguir creciendo y evolucionando
–Representar obras teatrales en el Hospital del Rey ¿qué significa para ti? con el resto de compañeros que he hablado sobre este tema aclaman por seguir fomentando el teatro en este lugar, ¿Por qué?
–Para mí es muy especial porque no estamos acostumbrados a actuar en sitios así, es lo más parecido que he visto a un corral de comedias y me encanta.
Ese lugar tiene magia, es especial, cuando estás allí lo sientes, te lleva a otro lugar. Es difícil de explicar. A la vista está que el festival es un éxito año tras año, y cada año va a más, ya incluso empiezan a venir aquí compañías de la península que a nosotros nos encanta, siempre es bonito compartir experiencias con otras personas que comparten tu amor por este oficio.
Este festival funciona por lo que se debería seguir apostando por ello y espero de corazón que así sea.
–¿Cómo se decide dejar la vida militar por el camino de la interpretación?
–La verdad es que para mí fue relativamente fácil tomar la decisión. Sabía que quería ser artista y estar en el ejército me hacía pensar en qué hubiese pasado si hubiese intentado ser artista etc... Cada vez retumbaba más fuerte en mi cabeza y no soportaba la idea de quedarme con la espinita clavada. Así que le eché valor y fui con todo a intentar cumplir mi sueño
Evidente, la incultura hace a las personas manipulables. Y lo triste es que las redes sociales favorecen la incultura.