Un individuo se enfrenta a una posible pena de cuatro años y medio de prisión por ser el supuesto autor de un delito de robo con fuerza en las cosas. La Fiscalía de Melilla lo acusa de acceder a una vivienda escalando por la fachada y de destrozar el cableado para robar un televisor de la marca Samsung. Estos hechos, según se describe en el escrito del Ministerio Público, tuvieron lugar el 19 de noviembre de 2015, entre las 19:00 y las 20:30 horas, en un domicilio situado en calle Dámaso Alonso, en el barrio de Ataque Seco.
El procesado compareció este miércoles ante la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla. Según sostuvo, aquel día estuvo en su casa, que se ubica muy cerca del domicilio en el que tuvo lugar el robo. Negó que hubiera escalado para entrar en la vivienda de la perjudicada, a la que afirmó que conocía de vista, así como a su compañero de casa.
Según explicó el encausado, él encontró el televisor que robaron esa la casa después de que el marido de la víctima le pidiera ayuda. “Me dijo que si podía hacer el favor de buscarlo”, expuso el individuo. “¿Es que usted se dedica a recuperar objetos perdidos?”, le preguntó la representante de la Fiscalía. Al respecto, el acusado apuntó que finalmente localizó la tele en el mercado del Rastro y que pudo devolvérsela a sus propietarios.
Por su parte, el procesado señaló que los denunciantes le habían reconocido a él mismo que no lo vieron llevándose el aparato. Además, indicó que cuando estuvo en la Jefatura de la Policía vio a la persona que había cometido el robo, un conocido suyo que le reconoció los hechos.
La propietaria de la vivienda afirmó que se dio cuenta de que habían robado en su casa cuando volvió de hacer la compra y encontró forzada la puerta de su habitación y la del salón. “Estaba rota”, apuntó. Indicó que la suya es una casa mata y que el ladrón debió de acceder escalando por la azotea.
Los testigos se desdicen
Según dijo en la vista, ella no vio a los autores del robo, pero un testigo le comentó que había visto a tres o cuatro personas. Aclaró que señaló la foto del acusado en la Policía porque lo conocía y le habían manifestado que fue él. No obstante, agregó que el mismo procesado habló con ella y le dijo que no había robado nada, además de recuperarle el televisor.
El segundo testigo, que también vivía en la casa, sostuvo en el juicio que no vio nada y que fue el propietario de la casa el que le dijo que había visto al encausado salir de la vivienda. “Delante del policía dijo que el acusado se dedica a robar y a intimidar y en el juzgado manifestó que esta persona entraba y salía de la casa cada vez que quería, que sabía que había sido él”, le espetó la fiscal con su declaración judicial en la mano. “Yo qué voy a ver”, le respondió el testigo.
Por otro lado, declaró un agente de la Policía Nacional para aclarar que la detención del procesado se llevó a cabo en base a la testimonial de la denunciante. Al respecto, apuntó que los funcionarios no sorprendieron al encausado cometiendo el delito.
Finalmente, la fiscal reclamó que se dictara una sentencia condenatoria para el procesado. La defensa, por su parte, insistió en el principio de presunción de su representado y subrayó que no se había acreditado de ningún modo su participación en el presunto robo con fuerza.
La magistrada titular del Juzgado de lo Penal 2 decidirá.
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