Uno de los 23 migrantes fallecidos el pasado 24 de junio en el asalto masivo de la valla fronteriza con la ciudad española de Melilla fue enterrado en un cementerio en la fronteriza localidad marroquí de Nador.
El entierro es el primero de una de las víctimas mortales de la tragedia y se produjo el viernes, según informó la sección de Nador de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) y confirmaron a EFE fuentes oficiales.
Según la ONG, el fallecido (A.B) -de nacionalidad sudanesa- fue enterrado en el cementerio Salem en Nador, tras haber cumplido los trámites judiciales y administrativos necesarios y su identificación por miembros de su familia que estaban presentes.
El entierro se produjo tras la realización de la oración fúnebre en una mezquita de la ciudad marroquí, indicó la misma fuente.
La tragedia ocurrió cuando alrededor de 2.000 migrantes, en su mayoría refugiados sudaneses, intentaron acceder de forma irregular al puesto fronterizo del Barrio Chino en Melilla, causando 23 emigrantes muertos y cientos de heridos entre migrantes y agentes españoles y marroquíes.
Aquella tragedia desató una fuerte polémica en España e incluso a nivel internacional, cuando toda clase de organismos pro derechos humanos, Ongs y partidos políticos pidieron una investigación exhaustiva sobre lo que había sucedido en la valla, justo en la zona de Barrio Chino. Tanto el Defensor del Pueblo como la Fiscalía general abrieron sendos expedientes, si bien en el segundo de los casos quedó archivado al no encontrar responsabilidad alguna por parte de España en aquel incidente.
Sí ha prosperó, en cambio, la investigación del Defensor del Pueblo, que determinó que más de cuatrocientos migrantes fueron devueltos a Marruecos sin que se respetara la legalidad, lo cual motivó la exigencia de responsabilidades al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que en este tiempo no solo se ha visto obligado a comparecer en el Congreso sino también en el Parlamento Europeo para dar explicaciones sobre lo sucedido.