El máximo responsable del Injuve visitó Melilla esta semana para presidir la Asamblea General de la Red Española de Albergues Juveniles y mostró su interés por los problemas de los jóvenes de la ciudad.
La promoción del espíritu emprendedor en los jóvenes es una de las principales metas que se ha marcado el Instituto de la Juventud de España para este año. El director general de esta entidad, dependiente del Ministerio de Igualdad, Gabriel Alconchel, visitó Melilla para asistir a la Asamblea General de la Red Española de Albergues Juveniles (REAJ) y aseguró que la mejor forma de salir de la crisis para los jóvenes es crear su propia empresa. Además, trató otro temas como la situación de los jóvenes con formación y que encuentran dificultades para encontrar un trabajo con condiciones dignas y las medidas propuestas por la presidencia de España de la Unión Europea sobre juventud.
– ¿Qué medidas se han aportado por parte del Injuve a través del Plan de Choque contra el Desempleo Juvenil y que están incluidas en la Reforma Laboral realizada por el Gobierno?
–El sector de la construcción era un trece por ciento del empleo de este país y sobre todo había un gran número de jóvenes en este sector. Se trata de jóvenes que abandonaron de forma prematura el sistema educativo porque la construcción ofrecía precios muy atractivos. Ahora con la crisis económica y al romperse la burbuja inmobiliaria, se han quedado sin trabajo y encima sin formación, es decir, con menos capacidad que otros jóvenes con formación para acceder a otro tipo de empleo de otros sectores productivos. Lo que se pretende con el Plan de Choque contra el Desempleo juvenil es recualificar a este grupo de jóvenes que provienen de este sector para que puedan acceder a otro tipo de empleo. Así, cuando habla de cambio del modelo productivo no pasa por que la gente que estaba trabajando en la construcción vuelva a este sector, consiste en que esta gente pase a trabajar a otros modelos productivos. El Plan de Choque va justo a esto. Se les va a ofrecer, de la mano de las autonomías, formación en sectores diferentes a cambio de una remuneración económica.
– ¿Esta medida no tiene parecido a iniciativas anteriores donde los jóvenes recibían una beca por cursar estudios?
– No, se trata de una iniciativa nueva que el Gobierno va a poner en marcha a través de la Reforma Laboral. Se trata de una medida urgente, que incluso tendría que haberse aprobado antes, pero nunca es tarde si viene a solucionar un problema real que tienen los jóvenes. El poner en marcha un plan contra el desempleo juvenil es la mejor manera de cambiar el modelo productivo, es decir, no se cambian con leyes sino con realidades. La realidad es que hay que formar a las personas jóvenes para que encuentren trabajo en otros sectores.
– ¿Se ha contemplado en este plan alguna medida dirigida a los jóvenes que tienen estudios?
– La Reforma Laboral precisamente tiene dos colectivos a la hora de hablar sobre jóvenes en desempleo, uno es la persona que no tiene formación, hacia los que está dirigido el Plan de Choque, y luego las personas que sí tienen formación, donde vemos que con el parón que hay en la economía, y a pesar de tener estudios, idiomas y postgrados tienen dificultades para encontrar empleo. Para este colectivo en concreto en la Reforma Laboral se hacen dos cosas fundamentales. En primer lugar, concentrar las bonificaciones a las empresas que antes estaban dispersas. Así, será más atractivo para las empresas contratar a una persona joven, es decir, favorecer el primer empleo. En segundo lugar, regular los contratos temporales, ya que la gente joven encadena un contrato tras otro. La mayoría de los contratos que la gente joven firmamos son por obras y servicios donde había ocho días de indemnización por año trabajado. Con la reforma se limitan este tipo de contratos para que las empresas no abusen de la gente joven y limitar la temporalidad, uno de los problemas del mercado laboral. Así, tendrán una duración de dos años como máximo y pasaría a indefinido, se perseguirá a las empresas que incumplan la normativa laboral y se amplía de ocho a diez la indemnización por despido en este tipo de contrato. Así, los empresarios pueden ver atractivos otro tipos de contrato como los de formación, que se amplía de los 21 años a los 24.
– El Injuve realizó un diagnóstico sobre el mercado de trabajo para los jóvenes donde se destacó tres situaciones laborales más frecuentes como las becas, las prácticas y la poca generación del autoempleo. ¿Cómo se va a aplicar este diagnóstico en la situación actual de reforma laboral?
- Se trata de temas que nos preocupan, por ejemplo en España hay un ejército de becarios, y esta situación es ilegal porque que una persona esté trabajando y realizando la misma función que un trabajador cualquiera sin tener ningún tipo de derecho. Este año hemos conseguido que la inspección de trabajo en el Plan Anual por primera vez tenga a los fraudes en las prácticas y en los becarios uno de sus colectivos prioritarios, es decir, habrá más de 5.000 inspecciones dirigidas a los fraudes que tienen de protagonistas a los becarios. Es una manera de concienciar a las empresas de que es una práctica ilegal.
- Pero son muchas las facultades que convenian con empresas ofrecer prácticas no remuneradas a sus alumnos.
- Nosotros defendemos que las becas se circunscriban al ámbito universitario porque nos parece un buen instrumento pero que se limiten a estudiantes que no hayan acabado su formación, pero no queremos que las becas salten una vez que el joven tiene su título universitario, ya que en este caso están los contratos en modalidad de prácticas o formación, aunque sólo se utiliza en un dos por ciento.
- ¿Qué conclusiones se extraen de las políticas de juventud durante esta presidencia europea de España?
- Son positivas, porque Juventud no es uno de los pilares de la Unión Europea, es decir, no hay capacidad jurídica para que los Estados se obliguen a adoptar medidas para este colectivo. Pero al entender que estamos en un momento decisivo de la UE, no sólo por la crisis económica y las medidas que se están tomando, sino porque el 17 de junio el último Congreso que preside España se aprobó la Estrategia Europa 2020, es decir, la estrategia para el crecimiento y el empleo. Nunca la juventud había estado en este documento europeo del que se derivan todas las políticas. Pero gracias al Gobierno de España por primera vez van a estar los problemas de la juventud en esta estrategia. .
– ¿En qué consisten estas estrategias?
–Contiene la obligación de que haya un marco de empleo joven en Europa, es decir, se van a homologar todas las políticas de empleo dirigidas a este colectivo. También se recogen objetivos concretos que deben cumplir todos los paises europeos. Uno de ellos es llegar a 2020 con un 75 por ciento de tasa de empleo en la UE y uno de esos requisitos es reducir la tasa de desempleo juvenil. Otros son incrementar al 40 por ciento el número de titulados universitarios o reducir un diez por ciento la tasa de abandono escolar, aunque en España es de un quince por ciento. Así, se realizarán iniciativas y programas concretos, una de ellas se llama ‘Juventud en movimiento’. Con esta campaña se van a promocionar todo lo que tenga que ver con la formación y la movilidad, que son la principal vacuna y antídoto para luchar por el desempleo juvenil.
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