“Con el signo penitencial de las cenizas en la cabeza, iniciamos la peregrinación anual de la Santa Cuaresma, en la fe y en la esperanza”, expresa el Papa Francisco en su mensaje para el tiempo litúrgico de la Cuaresma 2025, que publicó el 25 de febrero la Oficina de Prensa de la Santa Sede: “Caminemos juntos en la esperanza". Para comentar las palabras del Papa El Faro de Melilla entrevista al profesor en Formación Profesional y diácono permanente Fernando Moreno. Los diáconos permanentes desempeñan un papel muy importante en la vida de la Iglesia y en la sociedad en la que viven. Con su fe, su compromiso y su servicio, pueden ser una inspiración para los demás y un verdadero signo de la presencia de Dios en el mundo. Los diáconos permanentes también tienen la función de promover los valores cristianos en la sociedad y en sus comunidades. Pueden ser un ejemplo para los demás y promover el respeto, la justicia y la paz, ayudando a construir una sociedad más justa y fraterna.
-Un diácono permanente es un miembro del clero católico que tiene una función importante dentro de la Iglesia. ¿Usted, como diácono, podría explicarnos mejor qué es eso de ser diácono?
-Es un hombre casado o soltero, que ha sido formado no en el seminario y ha sido ordenado para servir a la comunidad. Entre sus principales funciones se encuentra la de asistir al sacerdote en la celebración de la Eucaristía, administrar el bautismo, el matrimonio pero no la unción de los enfermos. También pueden predicar, enseñar y aconsejar a los fieles.
-Empieza el tiempo litúrgico de la Cuaresma este Miércoles de Ceniza. ¿Nos podría ayudar a prepararnos?
-La Cuaresma se inicia el Miércoles 5 de marzo con la imposición de las cenizas. La ceniza es un símbolo que ayuda a expresar la debilidad y mortalidad de los seres humano. Es el tiempo litúrgico de conversión que marca la Iglesia para prepararnos para la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo. Es un momento de conversión y reflexión sobre la vida, muerte y resurrección de Jesucristo
-¿Y cuándo finaliza la Cuaresma?
-La Cuaresma es un periodo litúrgico de 40 días reservado para la preparación de la Pascua. Jesús santificó este tiempo santo con los cuarenta días en el desierto, previos a su ministerio público antes de iniciar su magisterio público. Pero ese periodo de cuarenta días recuerda los cuarenta años que el Pueblo de Dios anduvo por el desierto, saliendo de la esclavitud de Egipto hasta llegar a la Tierra prometida.
El 17 de abril termina y da comienzo el Triduo Pascual, Jueves, Viernes y Sábado Santo.
-Tiempo de penitencia y renovación. ¿Qué podemos hacer para vivir bien la Cuaresma?
-Durante este tiempo se promueven prácticas como el ayuno, la abstinencia de carne y la oración. El ayuno y abstinencia se hacen el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. Los viernes del tiempo de cuaresma se hace abstinencia.
-¿Qué es el ayuno y la abstinencia en la Cuaresma?
-El ayuno consiste en hacer una sola comida al día, a la que la Iglesia permite añadir un ligero alimento por la mañana y por la noche. Este ligero alimento puede ser una taza de caldo con una o dos galletas o un poco de pan.
La abstinencia consiste en no comer carne los días en que está prohibido.
-¿Con el ayuno y la abstinencia nos preparamos para celebrar la Pascua, la fiesta central del cristianismo, donde se conmemora la resurrección de Jesús?
-Más que quedarnos con la idea de ayunar o abstenernos de comer carne habría que ir más allá y profundizar más. Se trata de vivir la experiencia de privarnos de cosas, de simplificarnos la vida y de eliminar lo superfluo de ella. Hay que ayunar de lo que nos satura el corazón y nos impide mirar a Dios. Por ello, cada uno debe de ayunar de lo que le aparta de Dios; si ayunara (no comer carne) pero mi corazón estuviera puesto en los likes que recibo en las redes sociales, estoy muy lejos de la sencillez de corazón.
-El ayuno lo practican personas por cuestiones de salud. ¿Estamos hablando del mismo tipo de ayuno?
-El ayuno de la cuaresma es el de privarme de todo aquello que me impide llevar una vida sencilla, no es un ayuno centrado en mí, sino es un ayuno de todo lo que satura mi corazón.
-Déme otro consejo que me pueda ayudar...
-Aconsejo vivamente lo que nos ha escrito el Papa a los católicos este año, pues como cada año el Papa para la Cuaresma ha escrito una carta: “Caminemos juntos en la esperanza”. El Papa Francisco reflexiona sobre el significado de “caminar juntos en la esperanza y descubrir las llamadas a la conversión que la misericordia de Dios nos dirige a todos, de manera personal y comunitaria”. El Santo Padre reflexiona en su mensaje para la Cuaresma del Año jubilar sobre el “caminar juntos”, planteando tres llamadas a la conversión: como peregrinos, en la sinodalidad, y la esperanza. La cuaresma este año viene enriquecida por la gracia del Año jubilar.
-Somos inmigrantes y peregrinos, sería el primer punto... ¿No?
-El Papa nos habla de la acción de “caminar”, que evoca el largo viaje del pueblo de Israel hacia la tierra prometida, narrado en el libro del Éxodo; el difícil camino desde la esclavitud a la libertad, querido y guiado por el Señor, que ama a su pueblo y siempre le permanece fiel.
-La conversión a la sinodalidad, el segundo. Explique un poco más esta idea...
-La vocación de la Iglesia es caminar juntos, ser sinodales. El Espíritu Santo nos impulsa a salir de nosotros mismos para ir hacia Dios y hacia los hermanos, y nunca a encerrarnos en nosotros mismos. Se plantea una segunda llamada, “la conversión a la sinodalidad” haciendo examen de conciencia sobre la capacidad de caminar con los demás, de escuchar, de vencer la tentación de encerrarnos en nuestra autorreferencialidad, ocupándonos solamente de nuestras necesidades, no solamente en la comunidad parroquial sino en mi familia o lugar de trabajo.
-La conversión en la esperanza sería el tercer punto que el Papa indica para vivir bien la cuaresma. La esperanza..., el Papa está insistiendo mucho en este punto.
-El Papa insiste en su invitación a vivir este camino juntos en la esperanza de una promesa. La esperanza que no defrauda es el mensaje central del Jubileo. La esperanza es depositar la confianza en Dios y en su gran promesa, la vida eterna. ¿Poseo la convicción de que Dios perdona mis pecados o me comporto como si pudiera salvarme solo?. Dios no se cansa de perdonarnos porque no se cansa de amarnos. Hemos de ser para los demás portadores de esperanza y comprometernos para logar la justicia y fraternidad. La esperanza ha de ser para nosotros el horizonte del camino cuaresmal hacia la victoria pascual.
-Estamos además en el año jubilar: el jubileo de la esperanza.
-El jubileo es un tiempo de gracia que la Iglesia celebra de forma ordinaria cada veinticinco años, aunque también hubo uno extraordinario (El jubileo de la misericordia). Este año el Papa ha elegido el lema de "peregrinos de esperanza”, que es una invitación a ponerse en camino para experimentar la indulgencia de Dios, un Dios que perdona nuestras culpas y dolencias. Para experimentar ese amor que siempre nos permite comenzar de nuevo, el jubileo nos propone distintos medios: uno sería el vivir el sacramento del perdón (la confesión), participar de la comunión en la eucaristía (comunión), rezar por el Papa y peregrinar hacia los lugares destinados: la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Melilla. La cuaresma es un tiempo de empezar a caminar hacia un Dios que nos ama de forma incondicional, podemos recibir la confesión, comunión y rezar por el Papa y peregrinar a la parroquia que he mencionado anteriormente para los melillenses. En el fondo, todo es un tiempo de gracia para experimentar que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones.