Un individuo se enfrenta a una posible condena de tres meses de prisión por un supuesto delito de resistencia a la autoridad. Según recoge la Fiscalía en su escrito acusatorio, el hombre se mostró desafiante con los agentes de la Guardia Civil que procedieron a registrar su vehículo cuando iba a cruzar la frontera para entrar a Melilla. El procesado insultó a los funcionarios llamándolos “policías de mierda” y “basura”, según describe la fiscal. Luego, cuando fue llevado a una garita para que no entorpeciera la fiscalización del coche, el encausado empujó varias veces a un agente de la Policía Nacional, al que escupió en la cara y pisoteó sus gafas en el transcurso de un forcejeo.
Estos hechos supuestamente tuvieron lugar el 18 de agosto de 2016 en el paso fronterizo de Beni Enzar. Los mismos fueron llevados a juicio el pasado miércoles, ante el juez titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla. La vista se desarrolló en ausencia del encausado, que no compareció en la vista judicial. No hizo falta suspenderla puesto que la pena solicitada era inferior a los dos años de cárcel. De lo contrario, el juicio sí hubiera tenido que aplazarse.
En la vista declaró un agente de la Guardia Civil que trabajaba en la aduana de Beni Enzar el día de los hechos. Contó que el hombre se mostró poco dispuesto a seguir las indicaciones de los agentes. Cuando el procesado pretendía pasar de Marruecos a Melilla, este testigo dio unos toques en el cristal de su ventana del coche para indicarle que tendría que registrar su vehículo. “El decía que no tenía que detenerse porque ya lo había identificado la Policía Nacional”, recordó.
Según siguió declarando el agente, sin perder la calma, le explicó al acusado que tendría que abrir el maletero y sacar sus pertenencias. “Abrí la parte trasera del coche y entonces me dijo que yo no era nadie para fiscalizarle”, sostuvo el guardia en la vista. “Yo continué diciéndole que tenía que sacar las cosas del portaequipaje, pero él no atendía a razón”, rememoró.
En el interior de la garita
En un momento dado, el encausado dijo a los agentes que eran unos “polícías de mierda” y “basura”, según señaló el guardia civil. De acuerdo con su versión, un compañero de la Policía Nacional que observó la escena, informó al acusado de que tendría que acompañarlo al interior de una garita para que la Guardia Civil terminara con la fiscalización del coche, en el que se quedaron su mujer y sus hijos.
El guardia civil sostuvo que, según le contó el compañero policía, el procesado le empujó varias veces cuando se encontraban en de la garita. “Incluso le escupió en la cara”, agregó el testigo. Además, el compañero le dijo que tuvieron un forcejeo y que, en un momento dado, se le cayeron las gafas al suelo, lo que el acusado aprovechó para pisotearlas y romperlas.
La declaración de agente de la Guardia Civil fue suficiente para que la representante del Ministerio Público llegase a la conclusión de que se debía dictar una sentencia condenatoria. La letrada del encausado se adhirió a la petición de la fiscal, quien solicitó para el individuo una pena de tres meses de cárcel, además de una sanción que ascendía a 90 euros.
El juez titular del Juzgado de lo Penal 1 tendrá que decidir.
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