En el pasado Real Decreto-Ley 18/2022 de 18 de octubre, se aprobó una serie de medidas relacionadas con las retribuciones del personal al servicio del sector público, como es el caso de los docentes de la ciudad. Este incremento salarial se había fijado en el 1,5% para 2022 y con efecto retroactivo desde el primer mes del año.
Al tratarse de unos atrasos fijados por año natural, es decir, que se van a cobrar desde enero de 2022 y con efecto retroactivo, los profesores que actualmente están en activo trabajando en Melilla y que ya lo hicieron el curso pasado, no tenían que realizar ningún trámite. Sin embargo, aquellos docentes que sí estuvieron en las aulas durante el pasado curso 2021-2022 y ahora, por el motivo que sea no, tenían que solicitarlo. Si no, pierden esta cantidad. Por ejemplo, un profesor que ahora trabaje en Melilla y el curso pasado lo hiciera en Andalucía o que se haya jubilado recientemente, debería haber pedido sus consiguientes atrasos.
Finalmente tras la finalización del mes de noviembre, los docentes de Melilla han sido los únicos profesionales de la educación que no han cobrado esa subida salarial, por lo que se han manifestado y han declarado su queja formal ante su situación. Por ello El Faro ha entrevistado a Elvira Sánchez y Rosa Delia Morales, dos miembros del sindicato de SATE-SETs, para conocer de primer mano cuál es su opinión acerca de este panorama y cómo está la situación actual de la educación en Melilla.
1. ¿Qué opina acerca de la subida de sueldo a los profesores con carácter retroactivo por parte del Gobierno que finalmente no se ha producido aquí en Melilla?
En realidad no estamos ante un problema económico, sino de respeto y consideración al profesorado de Melilla. Los atrasos de la subida también se van a abonar a los docentes, pero no en el momento que la norma del propio Gobierno recoge.
Este leve retraso no es sino una muestra más de la escasa consideración que la administración tiene con el colectivo docente de nuestra ciudad, desconsideración que tiene consecuencias de carácter económico en la falta de homologación del complemento específico de los docentes. Esa parte del salario que se abona por la condición de docentes, por el trabajo que como tales realizamos, de Melilla con la media de los docentes del Estado, un cincuenta por ciento mayor. Cabe destacar que SATE-STEs Melilla lleva año pidiendo esta homologación, de manera infructuosa con gobiernos de distinto signo.
2. ¿Cuál es la situación actual de la educación en Melilla?
La respuesta a esta pregunta precisa de demasiadas páginas. Resumiendo, podríamos decir que la situación viene marcada, como lo viene haciendo desde hace treinta años, por unas ratios desorbitadas, por encima de lo que exige la normativa.
Y todos los males que pueda tener el sistema tienen su origen en este exceso de alumnos por aula: fracaso escolar, índice de repetidores, abandono escolar, condiciones laborales del profesorado innecesariamente duras y de gran sobrecarga y estrés, escaso respeto de la administración educativa hacia el colectivo docente, plantillas docentes muy por debajo de otras comunidades, excesiva burocratización de las tareas exigidas a los docentes…
Y no es que lo diga SATE-STEs, es que los informes de distintas instituciones, algunas dependientes del propio Gobierno corroboran la crudeza de las cifras. En definitiva, el sistema se sostiene por el extraordinario esfuerzo que realizan los colectivos educativos, particularmente del colectivo docente, sobre cuyas espaldas se hace recaer toda la responsabilidad de que funcione.
3. ¿Cuántos centros y profesores creen que hacen falta en Melilla?
Prácticamente todos los estamentos de la sociedad de Melilla coinciden en que el número de centros es manifiestamente insuficiente. SATE-STEs considera que, para reducir las ratios y dar respuesta a las necesidades educativas no sólo en los términos que la normativa exige, sino para ofrecer la media de lo que ofrecen otras comunidades, es imprescindible la construcción de al menos otros tres centros de educación infantil y primaria, defendemos que no sean muy grandes para poder mejorar la gestión de los mismos.
Los crecientes esfuerzos de la Dirección Provincial, además de mostrarse claramente insuficientes, tienen un lado perverso: privan a los centros de una serie de espacios necesarios para la labor que desarrollan, como los laboratorios, bibliotecas, aulas de música o incluso salas de profesores. Además, son necesarios otros dos centros de Secundaria y Bachillerato para cubrir toda la demanda y evitar macrocentros inabarcables.
Respecto a los docentes que faltan, Melilla está a la cabeza estatal del número de alumnado por profesor, SATE-STEs lleva años realizando un análisis comparativo de las plantillas de nuestra ciudad, de los que se deduce cómo la media de docentes por alumnos en nuestra ciudad en comparación con la media de las CCAA es menor de manera creciente. Si hace unos 8 años decíamos que faltaban en torno a 110 docentes, hoy, aun con los aumentos de los últimos años, podemos cifrar esa carencia en unos 150 docentes.
4. ¿Cuál es la situación actual con los profesionales interinos?
Con carácter general, la situación del profesorado interino del llamado territorio MEC es más precaria que la de otras muchas comunidades, en la que el colectivo goza de mayor protección. En el caso concreto del profesorado interino sometido a abuso de temporalidad, cabe destacar que, además de este reiterado abuso, está sufriendo un mal llamado proceso de estabilización en el que, la ley que lo regula, desde el principio incumple las exigencias de la justicia europea.
Pero, para colmo, asistimos atónito a cómo el propio Ministerio y la comunidades incumplen de manera flagrante su propia ley, impidiendo que se estabilicen todas las vacantes que cumplen los requisitos recogidos en la ley. En el caso concreto de Melilla, se va a estabilizar por el sistema extraordinario de méritos un tercio de las casi cien vacantes que la propia Dirección Provincial reconocía que cumplían los requisitos.
5. ¿Cómo van y serán las futuras oposiciones para el profesorado?
Con carácter general, las futuras oposiciones de acceso a los cuerpos docentes van a seguir siendo como siempre: fase de oposición con dos pruebas y fase de concurso con el baremo recogido en el RD de 2007.
No obstante, y en el marco del citado proceso de estabilización, y con carácter extraordinario, habrá una oposición, aún por determinar si será en 2023 o 2024. Pero a convocar antes del próximo 31 de diciembre, en la que la fase de oposición tendrá una sola prueba y la fase de concurso un baremo diferente en el que se prima la experiencia hasta un máximo de 10 años.
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