La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, se encuentra de visita en Melilla para conocer de primera mano la realidad de la ciudad. En una entrevista concedida a El Faro de Melilla, ha hablado sobre la situación migrante de la ciudad, la revalorización de las pensiones y otras políticas públicas del Gobierno central para proteger a la ciudadanía, pero ha criticado la postura del Partido Popular sobre la bonificación a la Seguridad Social. –Visita Melilla en pleno Ramadán y con la Semana Santa a la vuelta de la esquina. Ayer asistió al primer acto de la nueva secretaria general del PSOE, Sabrina Moh, en la ruptura del ayuno. ¿Cómo fue esta primera toma de contacto? –Desde que tomé posesión y tomé la responsabilidad de llevar el Ministerio, me comprometí con la delegada del Gobierno, con Sabrina, a visitar Melilla y conocer de primera mano la realidad que ella tanto defiende y que conoce bien. Ayer fue un ejercicio de compromiso con ella, con los melillenses, y encima tuve la oportunidad y el regalo de poder vivir con los compañeros y simpatizantes del Partido Socialista la ruptura del ayuno en este Ramadán y la verdad que fue un momento muy especial. Melilla es una ciudad muy acogedora y fue un momento muy especial y mágico. No lo había vivido nunca y la verdad que estuve muy agusto, me sentí muy arropada y muy bien rodeada. –La realidad de Melilla siempre ha sido la migración ilegal. Desde el salto masivo a la valla que tuvo lugar el 24 de junio de 2022, la entrada de inmigrantes ha disminuido bastante. ¿Qué va a pasar ahora con el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI)? ¿Va a sufrir algún tipo de transformación? –Quiero lanzar un mensaje muy claro y es que Melilla no está sola en la gestión del desafío migratorio. España en su conjunto es un país que está siendo ejemplo para otras realidades, como Estados Unidos o como la propia Unión Europea, en lo que tiene que ver con la gestión migratoria. Ayer tuve la ocasión de conocer cómo un equipo humano de trabajadores y trabajadoras gestionan y atienden el CETI, que se encuentra a un nivel de ocupación medio y donde pude ver el fenómeno migratorio desde el punto de vista de los derechos humanos en el centro. Y por eso quiero destacar el trabajo que hace el equipo que está ahí en el CETI, donde vi un taller de formación. Estaban cortando el pelo, aprendiendo peluquería, manualidades. Estaban los chavales aprendiendo diferentes cuestiones e idiomas. Estaban practicando deporte. Evidentemente, el desafío migratorio es un desafío complejo, pero que tiene una visión humanitaria que es la que ayer, desde luego, pude comprobar en primera persona. –¿Qué cree que se debería hacer ahora que el nivel de inmigración ha bajado? –Los flujos migratorios en el conjunto del mundo están incrementándose, no hay más que ver las guerras y los fenómenos del cambio climático. Por eso, lejos de pensar en erradicarlos, me parece mucho más positivo abordarlo como lo que son, como un aspecto, un fenómeno, un desafío mundial que requiere una visión holística con los derechos humanos en el centro, pero que tiene que ver también con, por ejemplo, la empleabilidad. Por eso quiero poner también en valor el trabajo que se hace desde nuestro país con las oficinas de movilidad segura, fruto del acuerdo trilateral con Estados Unidos, con experiencias como la migración circular, que están aportando riqueza a nuestro país. Yo creo que es una realidad que va incrementándose, que tiene una atención interministerial, que está en la agenda política de todos los gobiernos y las próximas citas electorales en Europa, en Estados Unidos, vemos que es una cuestión central. Por eso, desde el respeto a los derechos humanos, desde la eficacia y el aprender del pasado, España está mucho mejor preparada. España es un ejemplo en gestión migratoria. Y desde luego también quiero lanzar un mensaje rotundo de condena a cualquier atisbo de racismo y de xenofobia. Frente a discursos que avanzan con la extrema derecha, desde luego se van a encontrar un muro a quien vincule el fenómeno migratorio a aspectos negativos. Y yo creo que eso es un mensaje muy claro. –Ahora se está preparando una nueva legislación para el reparto de menores no tutelados. ¿En qué situación se encuentra? ¿Formará Melilla parte de él? –El Ministerio tiene tres patas: la inclusión, la seguridad social y las migraciones, y hay dos cuestiones que van a ser transversales en la gestión del Ministerio. Una es las políticas de género, todo lo que tiene que ver con las políticas de igualdad, por esa doble vulnerabilidad que a veces se produce y esa brecha de género que sigue existiendo en materia de seguridad social y que vemos poquito a poco con políticas activas y con decisiones importantes como cumplimiento por maternidad o cómo revalorizar las pensiones más, las mínimas que afectan, sobre todo, que tienen cara de mujer. También en el aspecto de la inclusión, el ingreso mínimo vital, esa puesta en marcha de esta importante prestación, también tiene nombre de mujer y es importante que pongamos esa especial dedicación. Y en el aspecto migratorio también. Como le decía, políticas de género y diálogo social y diálogo con las comunidades autónomas. Llevamos dos conferencias sectoriales con las Comunidades Autónomas y la Federación de Municipios. Va a haber una conferencia también a principios de verano y estamos trabajando en la reforma al Reglamento de Extranjería y ese trabajo va a ser con escucha, con la mano tendida para que las Comunidades Autónomas participen. En esa última conferencia estaba presente la ministra de Infancia y Adolescencia y también el ministro de Política Territorial, y como saben estamos trabajando una propuesta en lo que tiene que ver con el cumplimiento del acuerdo de legislatura para modificar la legislación en el reparto de los menores no acompañados. La propia ministra de Infancia ya anunció en una conferencia sectorial próximamente para abordar esta cuestión desde la seguridad jurídica sabiendo que estamos hablando de un tema especialmente sensible, menores, y desde la seguridad jurídica y desde el cumplimiento de los acuerdos alcanzados vamos a buscar una buena propuesta y evidentemente con la participación del conjunto del país, comunidades autónomas, entidades locales y, por supuesto, la ciudad autónoma. –¿Qué medidas pretende tomar el Gobierno para descongestionar algunos de los lugares que están más afectados por la inmigración ilegal, como es el caso de las Islas Canarias? –Bueno, estamos mucho mejor preparados gracias también a los fondos europeos. Contamos con un sistema que da respuesta a la situación, la ocupación en el CETI se encuentra al 50% y en la red del conjunto de la península podemos estar en torno al 85%, con lo cual estamos preparados para que el sistema sea flexible y dé respuesta. Por eso quiero poner en valor también el destino de los fondos. Nunca ha habido antes ni tantos foros ni tantos fondos para afrontar este fenómeno migratorio. Y hablando, por supuesto, de esa cadena que también camina hacia la empleabilidad. El año 2023 fue un año récord en solicitudes de asilo, 163.000. O sea, pone de manifiesto el importante desafío con ese incremento de solicitudes, pero también que estamos mejor preparados y que estamos monitorizando la situación día a día para que eso, bueno, pues se dé respuesta, vuelvo a repetir, con los derechos humanos en el centro, que es de lo que estamos hablando. –España viene desde los últimos años experimentando una caída de la natalidad unida a una población más envejecida. Dentro de unos años, cuando la pirámide se invierta y sean las nuevas generaciones, diezmadas, quienes tengan que sostener a las otras, ¿estarán las pensiones en peligro? –No. La reforma de las pensiones se ha hecho de una manera muy trabajada, mirando a Europa, supervisada por la AIREF. Cuestiones como la reforma laboral o la mejora del Salario Mínimo Interprofesional. Quiero destacar que el 83% de los contratos en Melilla, por ejemplo, son indefinidos. Eso está alimentando las pensiones por el lado de los ingresos. La mejora del mercado laboral en su conjunto, lo que está haciendo es que haya más recaudación para poder hacer frente al margen de otros mecanismos, como el de la caída intergeneracional, u otras cuestiones que están alimentando el sistema. Dicho lo cual, me gusta que me haga esta pregunta porque precisamente los trabajadores extranjeros y las trabajadoras extranjeras son riqueza para nuestro país. Suponen un porcentaje del 13% del total de cotizantes y están contribuyendo indudablemente como al sostenimiento del sistema público de pensiones. Por eso es tan importante, como le decía, ese camino hacia la empleabilidad y hacia la inclusión plena en nuestro país. –¿Qué le diría a esos sectores que opinan todo lo contrario, que las personas extranjeras no están contribuyendo a ello? –No voy a tener medias tintas con cualquier atisbo de racismo o xenofobia. Desde luego, en cuestiones como derechos humanos, protección social y fortalecimiento del sistema público, pie en pared contra cualquier atisbo de discurso xenófobo. Y, desde luego, también hay una parte importante de la corresponsabilidad como sociedad que tenemos para erradicar bulos y para desmontarlos en torno a aspectos negativos de la migración. Así es que, con ejemplos como la visita que tuve ayer, voy a visitar también los itinerarios de inclusión con Save the Children, creo que, evidentemente, contando la realidad y viendo cómo se trabaja día a día, no solamente por parte de las Administraciones Públicas, sino también con las entidades del tercer sector y las ONGs. Pie en pared a cualquier atisbo de discurso xenófobo que, indudablemente, se basa en bulos y en cuestiones que no se pueden permitir. –Uno de los asuntos que más preocupa a la ciudad es la bonificación del 50% a la Seguridad Social. El Partido Popular presentó una proposición de ley en el Senado para recuperar el antiguo decreto y el Gobierno central anunció esa misma vuelta al Real Decreto. ¿En qué situación se encuentra? A mí me llama la atención la hipocresía del Partido Popular. El PP ha votado en contra de subir las pensiones, de la reforma laboral, de la subida del SMI, y es capaz de votar en contra de la subida del techo de gasto en el Senado, que da más posibilidad de financiar a las entidades locales y a las comunidades autónomas. Ese es el Partido Popular que vota en contra de estas cuestiones y que luego, haciendo un discurso absolutamente hipócrita, pretende proponer medidas a las que se está oponiendo. Porque estas medidas de las que me está hablando son muchas de las que están contenidas en la Ley de Presupuestos de 2023 que votó en contra el Partido Popular. El sistema, en todo lo que tiene que ver con las bonificaciones, se rediseñó, poniendo el acento en que se posibilitara más a contratos con menor salario y cuando se vincule a la formación de los trabajadores, un reto importante de país, y que se vincule, por supuesto, a que las empresas estén al corriente de pagos en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias y sociales. Ese rediseño del sistema es el que está en marcha. A partir de ahí, desde luego, el Gobierno tiene que evaluar y tiene que analizar cuál es el impacto de las medidas y otra cosa es el devenir de los grupos políticos que quieran introducir o que trabajen en las cámaras modificaciones. Pero lo que no es de recibo es la hipocresía del Partido Popular en cuestiones tan importantes como estas. –¿Cree que esta modificación beneficiará a la ciudad? –Bueno, el sistema que está rediseñado es un sistema del conjunto del tejido del país. Y mire, cuando decimos que el 83% del empleo en Melilla es indefinido y que estamos rozando con los dedos los 21 millones de afiliados en nuestro país, son consecuencia de la reforma laboral, de las medidas laborales adoptadas, por cierto, fruto del diálogo social, que es una piedra angular. Con lo cual, evidentemente, estos datos, que el 50% prácticamente del empleo en Melilla sea femenino, ponen de manifiesto que la senda, el camino, es el correcto. Pero, como digo, la maquinaria, la legislatura, los cuatro años por delante con los derechos, la convivencia y el empleo como guías, pues en eso vamos a ir caminando y escuchando a los diferentes agentes y analizando las políticas, evaluándolas para tomar las decisiones oportunas. –La situación de Melilla ha cambiado en estos últimos años con la bajada de la inmigración, el cierre de la frontera y la aduana comercial. ¿Hacia dónde cree que debería mirar la ciudad? –Creo que es muy importante quien esté en la toma de las decisiones, ¿no? Y hay cuestiones como, por ejemplo, el ingreso mínimo vital y la renta del ingreso melillense, cómo se está destinando cada vez menos por parte de los responsables en este caso. Y, sin embargo, el ingreso mínimo vital vinculado al empleo, porque es compatible, supone un paraguas para que las personas tengan una posibilidad de inclusión. ¿Qué quiero decir con esto? Que para la toma de decisiones que afecten a la vida de la ciudadanía, es importante quién esté al frente de las instituciones. Cuando se revalorizan las pensiones un 20% en los últimos cuatro años y la pensión media ya ha subido en Melilla a 700 euros, si lo comparamos a cuando se gestionaba por parte de otros gobiernos con unas exiguas subidas, pues eso contribuye también a la vida de los melillenses. Por eso es tan importante quien tome las decisiones porque afecta a la vida, no solamente al desarrollo económico sino también a ese crecimiento y a esa protección social. Con lo cual, me gustaría que Melilla tomara esa mirada, la de la respuesta de la socialdemocracia, de las políticas progresistas, de dar solución y de dar respuesta a los desafíos a los que se enfrenta la ciudad de Melilla. Por eso, me parece tan importante mi visita de hoy aquí. Llevo cuatro meses al frente del Ministerio, pero he querido venir, y además no va a ser la última vez, para escuchar fundamentalmente y para ver de primera mano cuáles son los desafíos a los que se enfrenta la ciudad y desde luego, desde el Ministerio, darle respuesta.