–Es la número dos de la lista electoral del Partido Socialista. ¿Por qué cree que ocupa este puesto? ¿Cómo se siente al respecto?
–Siento mucho agradecimiento y lo asumo con compromiso y responsabilidad. Llevo muy poco tiempo en política pero en este poco tiempo he sentido el apoyo y el agradecimiento de los y las militantes y de mis compañeros de partido. El PSOE crea unas listas muy participativas y en un primer momento recibí un gran apoyo de la militancia y en última instancia el de la Secretaria General que ha valorado el trabajo realizado en estos cuatro años. Esto me ha colocado en el número dos del mejor partido para Melilla. Tengo unas convicciones muy profundas y al mismo tiempo una visión crítica grande con todo. Estoy en este proyecto de partido profundamente convencida de que es el que ofrece un modelo mejor de ciudad para Melilla. Es un orgullo estar en este equipo y en este proyecto. Tenemos a la mejor candidata, mi compañera Gloria Rojas, al frente.
–Han sido cuatro años marcados por situaciones difíciles, como la pandemia. ¿Cómo valora esta legislatura?
–Ha sido una legislatura difícil por muchas razones. Aquella sentencia que adelgazó el gobierno y nos sobrecargó de áreas. Luego la pandemia, que nos cambió la vida a todos. Después de atravesar esta crisis sociosanitaria y económica, gobernar en medio de todo esto ha sido difícil porque la gente lo estaba pasando muy mal y la gestión sin medidas restrictivas tardó en recuperarse en medio de mucho sufrimiento y muchos equilibrios. Gestionar áreas como Educación, Cultura o Festejos era difícil en medio de aquello, pero trabajamos mucho para sostener el tejido cultural y empresarial de la ciudad en lo que respecta a nuestras áreas y para colaborar con el Ministerio de Educación y sostener lo educativo sin cerrar las aulas. Desde Educación gestionamos 7 millones de euros que llegaron desde el gobierno de España y que empleamos, hasta el último euro, en reforzar las aulas con material sociosanitario y personal y proporcionarle medios informáticos al alumnado. Un trabajo incansable y agotador en tiempo exprés que los centros educativos, desde Educación infantil hasta la Universidad, han agradecido mucho en esos tiempos tan duros.
En Cultura y Festejos sacamos una batería de ayudas y multitud de actividades en cuanto se pudo, para sostener y no dejar morir ese tejido empresarial que lo estaba pasando tan mal. El apoyo a la cultura local ha sido enorme y persistente. Una apuesta real por levantar la cultura y poner en valor tanto artista de nuestra ciudad.
Otra de las dificultades de esta legislatura ha sido sin duda gobernar en coalición. Acordamos un gobierno porque era lo que Melilla había expresado en las urnas, lo que por higiene democrática precisaba la ciudad después de un periodo de degeneración en la gestión de lo público por parte del Partido Popular y porque tenemos vocación de gobierno. Mucha gente se alarma con las diferencias entre nosotros que en muchos momentos han trascendido a la opinión pública. Es normal y hasta sano en una democracia. La estabilidad del gobierno es compatible con la defensa de un criterio propio en los asuntos de ciudad y el disentir con un partido que es distinto al nuestro. En la praxis algunas de estas diferencias se han vuelto insalvables. Todos demostramos quienes somos en los hechos y no en las palabras. Somos dos partidos, Coalición por Melillla y el Partido Socialista, que en cuestiones esenciales que sientan las bases de una democracia de progreso, estamos en las antípodas.
–¿Cómo ha cambiado Melilla desde que el Partido Socialista está en la Ciudad?
–Melilla necesita al Partido Socialista. El PSOE representa muchos de los valores que nuestra ciudad demanda lejos de opciones que tensionan y polarizan. Estos años próximos nos jugamos mucho. Están en juego los derechos conquistados ya en nuestro país por gobiernos socialistas. Seamos realistas, solo el PSOE apuesta por una convivencia plural, por una coexistencia sin crispación, por una democracia real. Las sociedades divididas no traen nada bueno, solo revanchismos y personas excluidas. El socialismo cuando está en la ciudad se nota y se generan mayores espacios de convivencia, libertad y progreso de derechos, basados en nuestra riqueza cultural y potenciando lo que Melilla es en sí misma. El partido socialista es la garantía de que la intolerancia no crezca en Melilla, no cede a chantajes ni a censuras, es la garantía de la convivencia pluricultural e intercultural. Somos el muro de los discursos de odio, de los discursos intolerantes, de los falsos discursos que tanto dolor han causado en la historia de la humanidad, la contención de la demagogia o del populismo.
Esto lo venimos demostrando desde las áreas que le tocan a la Consejería en la que se fomentan todas las culturas, los festejos de cada comunidad, los de todas, no los de unos u otros. Donde se realiza una modelo de cultura amplio, para todos los gustos y edades, una cultura de calidad y libre, como debe ser la Cultura. Como reza el lema del PSOE en esta campaña: Somos el altavoz de la gente, no debemos olvidarlo. Esa es nuestra misión hasta el 28 de Mayo, dar voz a esa mayoría de ciudadanos que demandan una nueva forma de hacer política en esta ciudad.
Somos el partido de la gente y hacemos política por y para la gente. Y lo hemos hecho con compromiso, responsabilidad y lealtad institucional. Lo hemos demostrado en esta legislatura, siendo la voz del trabajo y de la constancia, y lo hemos hecho por amor a nuestra tierra y porque eso es la democracia: diálogo y búsqueda de un punto de encuentro con el interés general como único objetivo. Que el Partido Socialista está en la ciudad se ha notado en el despliegue de políticas que se han traducido en una mejora de la vida de la gente : en la puesta en orden y la transparencia en la contratación pública arreglando el desaguisado del gobierno anterior, en la honestidad y la cercanía en la gestión, el despliegue de mejores políticas inclusivas, sociales, educativas, feministas, en la defensa del medioambiente. La apuesta por la mejora de la conciliación, el refuerzo a las necesidades educativas especiales, el aumento en políticas de igualdad y diversidad, en infraestructuras sanitarias y educativas. Todo esto viene de la mano del Partido socialista. Son hechos reales, funcionando ya, no entelequias.
–Termina la legislatura al mando de la Consejería de Educación, Cultura, Festejos e Igualdad. Si el PSOE ganara las elecciones, ¿repetiría en las mismas áreas? ¿Cuál cree que ha sido su apuesta estrella? ¿Qué se le ha quedado en el tintero?
–Tendríamos que decidirlo en el seno del nuevo gobierno. La experiencia de este tiempo y el trabajo aún por hacer creo que servirían como argumento para repetir pero tendría que verse y consensuarse todo. Y sobre todo crear equipos más grandes de personas porque son demasiadas áreas de responsabilidad para una sola persona, aun teniendo un magnífico equipo detrás. Yo creo que el trabajo ha sido el mismo en todas las áreas. Muy grande. Pero ha traslucido más el de Cultura y Festejos porque ha sido el más mediático y el que más ha brillado y se ha hecho notar. Es cierto que la apuesta por un cambio en el modelo cultural ha sido muy grande,trabajando como nunca la Interculturalidad. Se nos ha quedado en el tintero que la Cultura llegue a todos los barrios y lugares de Melilla con más presencia aún. Esto sucederá si seguimos. Queremos que los barrios posean núcleos culturales que sirvan como canalizadores de cultura y que esta sea una herramienta de transformación social. También dedicarle más tiempo y presupuesto al cuidado e impulso del Patrimonio arquitectónico de la ciudad . Este es un reto y un trabajo en el que quiero volcarme si seguimos.
–En el ámbito cultural, la ciudad ha crecido en estos últimos años y prueba de ello es la nueva edición del Ciclo de Teatro Hospital del Rey. ¿Cómo se siente al respecto? ¿Cómo ha sido trabajar para llegar hasta este punto?
–Creo que en la ciudad se nota la presencia de la cultura como nunca. Hemos querido que la cultura estuviese en el centro de la vida de los y las melillenses. Y nos hemos volcado para que la tuvieran presente en sus agendas, en la calle, en los barrios, en el teatro Kursaal. Una cultura que fuera participativa y activa y que tuviera presente a las distintas comunidades de la ciudad. La cultura crea puentes de tolerancia y respeto, nos sirve para ahondar en lo que humanamente somos, es una fuente enorme de transformación social. No hemos querido que la ciudadanía melillense eche de menos no estar en la península, paliar esa sensación isleña llenando a Melilla de actividades. Apostando, eso sí, por una cultura de calidad y para todos los públicos. El cambio ha sido grande y la ciudadanía nos lo agradece y nos traslada continuamente este agradecimiento.
En el ejemplo del Festival de Teatro del Hospital del Rey. Comenzamos con 3 compañías y este año habrá 8. Tendremos teatro durante mes y medio cada fin de semana en verano. Tenemos unas compañías magníficas a las que se suman también de la península. Calidad y cantidad de eventos y creación de empleo y tejido empresarial. Por todo ello hemos trabajado mucho y con el gran equipo que hay en Cultura y Festejos.
–Los recursos en igualdad se han duplicado en estos años y se han aumentado los de conciliación.
–Igualdad es una área más silenciosa pero el trabajo que se ha hecho es enorme. Hemos duplicado los recursos que nos encontramos al llegar. Había dos casas de acogida y creamos una tercera abierta a toda forma de violencia contra las mujeres y ahora la oficina del centro de crisis con fondos del gobierno de España. Empezará a funcionar aproximadamente en septiembre y servirá para dar respuesta a mujeres víctimas de violencia sexual.
En los centros educativos estamos fomentando la coeducación trabajando con las Escuelas por la Igualdad con los agentes de coeducación en los colegios e institutos con los fondos del Pacto de Estado contra la violencia de género y en distintos convenios que trabajan la igualdad con distintas entidades, como Melilla Acoge, Save the children o Aspanies. Con el fondo social europeo tenemos un programa en los Distritos IV y V con mujeres y sus hijos e hijas y sostenemos el proyecto alfa de alfabetización de mujeres en colaboración la Salle. Se hace un gran trabajo con un gran equipo del centro de la mujer y de la Consejería.
Los recursos de conciliación puestos en marcha no se habían ni pensado en gobiernos anteriores. Hemos dedicado más de tres millones de euros en los Planes “Concilia” y “Corresponsables” con 8 aulas extraordinarias de conciliación para familias, aulas matinales en los colegios y servicio de cangureo, así como los programas de Educaverano en vacaciones escolares así como otros en periodo vacacional. Ello ha permitido dar respuesta a las largas listas de espera de las Escuelas infantiles y comenzar un programa de política pública que debe seguir creciendo y ahondando en conciliación y fomento de la corresponsabilidad. La Escuela infantil 'Dolores Bartolomé', la más grande que tendrá la ciudad, con 197 plazas, cuya obra se adjudicará este final de mayo, será una realidad en el año 2024.
–La retirada del monumento de Héroes de España ha sido uno de las medidas más debatidas. ¿Qué ocurrirá con él si ganan los comicios municipales?
–El cumplimento de la Ley de memoria histórica es una exigencia legal, no un capricho. Trabajar por una Melilla del siglo XXI que no rinda homenajes ni pleitesías en espacios públicos a épocas a las que no queremos volver, nos hace mejores. La memoria es nuestra identidad. Por eso la memoria es democracia y la democracia debe llenarse de memoria para recordar lo que no queremos volver a repetir y para ofrecer verdad, justicia y reparación a tanto sin sentido e injusticia sufridos.
Hemos dado grandes pasos esta legislatura. Quitar la estatua de Franco de nuestras calles ha proyectado una Melilla mejor, más Europea y con mejor imagen al mundo. El conjunto arquitectónico de Héroes de España según nuestras leyes debe retirarse. Es un derecho de las víctimas. Una cuestión de justicia social. Hay que seguir esta hoja de ruta de cumplimento de la ley por una Melilla más digna, una Melilla más humanitaria y en consonancia con otros países europeos que ya han retirado toda esta simbología de las calles y cuya apología sería impensable e incluso está castigada en las leyes.
–Es usted profesora de filosofía y también poeta. ¿Lo echa de menos? ¿Cómo es la vida política?
–Yo soy feliz en un aula y con mis libros y disponiendo de mi tiempo y con mi gente. Todo esto ya no lo tengo desde hace tiempo. La vida política ha supuesto mucha renuncia personal y abnegación, diría yo. Todo mi tiempo, a arañazos lo que he podido robar ha sido para mi familia y amigos, lo he dedicado a trabajar por mi ciudad y sin apenas descanso. Muchas áreas y de mucha gestión de ciudad, con muchos eventos que no permiten descansar ni en vacaciones. Esta última palabra casi ni existe. Este sacrificio cuesta imaginárselo más años pero lo haría de nuevo porque queda mucho por hacer.
–El futuro de la ciudad es una preocupación que comparten muchos melillenses. ¿Cuál es la Melilla que usted ve dentro de unos años?
–Una Melilla más habitable, con más y mejores infraestructuras, equipamientos y servicios públicos. Una Melilla donde la igualdad y el respeto a la diversidad sean señas de identidad de una ciudad abierta al mundo. Nuestra multiculturalidad es nuestra riqueza, la convivencia genera oportunidades, las divisiones todo lo contrario. Una Melilla con empleo de calidad, viviendas a precios económicos y oportunidades para que la juventud no tenga que marcharse a otros territorios para tener un futuro mejor. Una ciudad más conectada, donde todos los proyectos del Plan Integral sean una realidad próxima que convierta a Melilla en un icono de modernidad, convivencia y progreso. Una Melilla visitada por su enorme riqueza patrimonial arquitectónica y por su riqueza inmaterial intercultural. Una Melilla innovadora, moderna y participativa donde la ciudadanía sea la protagonista de su presente y futuro.
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