Opinión

El viaje sin retorno del PP junto a Bildu, ERC, Unidas Podemos y PSOE

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo este martes en el Senado que fue él quien dio la orden de proteger las fronteras de Melilla ante el salto violento del 24 de junio, que se saldó, al menos, con 23 migrantes muertos, según los datos oficiales de Marruecos, y entre 75 y 76 desaparecidos, atendiendo a las cifras que maneja la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH).

La frase del ministro Marlaska no deja espacio a equívocos: "Yo di la orden de proteger nuestras fronteras", dijo, asumiendo toda la responsabilidad de lo ocurrido en el paso fronterizo de Barrio Chino el 24 de junio y quitando una losa enorme de las espaldas de los guardias civiles que estaban ese día en la valla. Si Marlaska dio la orden, es obvio que los agentes solo tendrán que asumir la responsabilidad derivada de cumplir esa orden dada nada más y nada menos que por un ministro.

Le ha costado confesarlo, pero cinco meses después de la tragedia, Grande-Marlaska no solo ha aguantado y resistido la ofensiva de las ONGs y la oposición en bloque sino que, además, asume que fue él y no un mando intermedio de la Benemérita de Melilla quien dio la orden de frenar el acceso de los migrantes a la ciudad autónoma.

Seamos sinceros, Marlaska se 'ha metido' a la Guardia Civil 'en el bolsillo' con un gesto nunca antes visto en un ministro en España. Y aquí estamos, aplaudiéndole por hacer algo que le va en el sueldo, en el cargo y que forma parte del compromiso que adquirió con nuestro país cuando juró o prometió su cargo ante el Rey.

En 2015, tras los sucesos del Tarajal el ministro Jorge Fernández Díaz (PP) mostró una y mil veces su apoyo a los guardias civiles que participaron en la tragedia de Ceuta que, por cierto, estuvieron siete años enredados en temas judiciales y a la espera de resoluciones de jueces, pero el entonces ministro no asumió como propio lo que entendió como un marrón ajeno. Luego lo imputaron, pero por el espionaje a Bárcenas.

El salto a la valla del 24J fue un hecho sin precedentes en la historia de Melilla porque por primera vez los migrantes utilizaron una radial y martillos para forzar la puerta del paso fronterizo de Barrio Chino esquivando, como buenamente podían, las pedradas de la Gendarmería marroquí que, en un gesto, también sin precedentes, escenificó la precariedad de la externalización de la protección de las fronteras europeas. Sin precedentes ha sido, además, el resultado del asalto: 23 muertos. Probablemente nos quedamos cortos.

El ministro Marlaska asumió que él dio la orden de lo ocurrido en la valla el 24J a preguntas del senador popular Fernando Martínez Maíllo. Y por eso me gustaría reflexionar sobre el papel del Partido Popular en la investigación de lo ocurrido en la valla en lo que ya se conoce como la tragedia de Melilla, pese a que el ministro insiste en que no hubo muertos en nuestra ciudad y las imágenes que dieron la vuelta al mundo muestran heridos y fallecidos del lado marroquí de la frontera.

Ciudadanos y Vox dejaron solo al PP en su visita a Melilla del pasado 7 de noviembre como parte de la comisión de diputados que llegó a la ciudad con el ánimo de investigar junto a Bildu, ERC y Unidas-Podemos lo ocurrido el 24J en Barrio Chino.

Pese a que en Melilla tenemos representación en el Congreso, hasta la ciudad viajó la diputada Ana Vázquez, de Orense, a ver las imágenes que la Guardia Civil tiene grabadas de aquel viernes negro. El votante del PP, que mayoritariamente defiende a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, no entiende a qué vino una diputada popular a Melilla, vuelvo y repito, junto a los comunistas de Podemos y los independentistas de Bildu y ERC.

Pero el agravio no se queda ahí. ¿Por qué Fernández-Maíllo es el que pregunta en el pleno del Senado al ministro Marlaska cuándo va a dimitir por lo ocurrido el 24J en Melilla y no lo hace Acedo, una senadora melillense que, además, lleva temas de inmigración en la Cámara Alta? El mensaje podría interpretarse en en esta ciudad como que Acedo no está preparada. ¿Debemos seguir votando a una política a la que su partido no considera preparada para un careo con un ministro? Si a los jóvenes no les damos la oportunidad de fallar nunca sabremos si estaban listos para acertar.

Es evidente que a los melillenses no nos habría gustado ver ni a Otazu, ni a Imbroda ni a Acedo compartir visita a la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla en compañía de Bildu, ERC, Podemos y el ex ministro José Luis Ábalos, que atesora en su currículum el mérito de haber ido a recibir a la chavista Delcy Rodríguez en el aeropuerto de Barajas, pese a que sabía que la ministra de Maduro tiene prohibido pisar suelo europeo. ¿Qué hacía el PP en Melilla y con esa compañía?

No soy la única que se pregunta por qué la dirección nacional del PP consideró oportuno viajar con ERC y Bildu a Melilla y ve indecente que Pedro Sánchez gobierne con el apoyo de ERC y Bildu. ¿Hay un cambio de criterio en el Partido Popular y entiende el PP que como dijo Otegi, Bildu es más de izquierdas que abertzale? Sin dudas, las presencia del PP en la comitiva de izquierdas en la Comandancia de Melilla es un paso más en la normalización de la presencia de determinadas fuerzas políticas en el arco parlamentario. ¿Lo entenderán así los votantes de Melilla?

Sin dudas, esta jugada se lo pone cuesta arriba al Partido Popular de la ciudad que, por cierto, impulsa en estos momentos una moción en la Asamblea contra la reforma del delito de sedición de los mismos independentistas que acompañó en su visita a la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla.

Es cierto que la diputada popular Ana Vázquez dijo a la prensa, en tono enardecido, que venía a defender los intereses de los guardias civiles y, aclaró que la visita estaba programada desde mucho antes y que había coincidido, por pura coincidencia, valga la redundancia, con la polémica del salto a la valla del 24 de junio y el revuelo que causó el documental de la BBC, que en España echamos de menos que no lo hiciera la tele pública.

Políticamente ha sido un resbalón que no ha pasado desapercibido para la militancia de Melilla y que, además, ha sentado mal entre los agentes de la Guardia Civil, que ahora ven cómo Marlaska, asume toda la responsabilidad de lo ocurrido y les quita un peso de encima. Este patinazo del PP, en mi opinión, es más gordo que decir que la novela "1984", de Orwell, se publicó en el 84.

Compartir

Artículos recientes

El Virgen de la Victoria se viste de largo ante todos sus aficionados

La escuadra de la Primera División del balonmano nacional del MCD Virgen de la Victoria…

26 mins hace

Las instalaciones deportivas, a través de una web

En la jornada de este viernes, el área de Deportes de la Ciudad, con su…

32 mins hace

Acedo dice que a la delegada "le molesta" que el Gobierno "cumpla sus compromisos"

Sofía Acedo, dirigente regional del Partido Popular, ha asegurado que a la delegada del Gobierno,…

44 mins hace

La CIM comenzará sus actividades socio-culturales a principios de octubre

La Comisión Islámica de Melilla (CIM), después de un parón por el período vacacional, ha…

51 mins hace

Las clases de música comenzarán en el Leopoldo Quéipo posiblemente el día 30

Las clases de música que antes se daban en la asociación Asbanor, junto a la…

57 mins hace

Debut en categoría nacional del conjunto del BM T-Maravilla

El Balonmano T-Maravilla debuta en categoría nacional en el mundo del balonmano femenino y lo…

1 hora hace