De nuevo una cuestión religiosa, en este caso la utilización del Burka, el velo integral islámico, ha concentrado buena parte de la actualidad política, con opiniones desde todos los sectores y por supuesto, encontradas. Así, el presidente de la Ciudad reclama que se eviten enfrentamientos y señala la tolerancia de los melillenses y Rivas se muestra a favor de la propuesta de prohibir su uso en los organismos públicos. Por su parte, la Asociación Religiosa rechaza abiertamente su utilización pues lo declara como un símbolo “retrógrado”, mientras que Coalición por Melilla prefiere esperar a que la propuesta se consolide. No es la primera vez que esta formación evita pronunciarse sobre un asunto que les afecta en mayor medida que al resto, sobre todo por aquello de tener a un alto número de afiliados que confiesan esta religión. Evidentemente, incluso las no opiniones son respetables, pero realmente parece un sinsentido no pronunciarse, bien a favor bien en contra, a menos que con ello se pretenda evitar encrespar al electorado.