El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha ratificado la condena impuesta a Jorge A. A., un ciudadano de Melilla, por un delito contra la salud pública. La sentencia confirma la pena de tres años y seis meses de prisión, así como una multa de 650.000 euros con seis meses de responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago. El fallo del tribunal se produce después de que la defensa del condenado presentara un recurso de apelación contra la decisión de la Audiencia Provincial de Málaga con sede en Melilla, que dictó la sentencia en primera instancia el pasado 2 de febrero de 2024.
Los hechos que llevaron a la condena de Jorge A. A. se remontan al 25 de mayo de 2021, cuando el acusado partió del puerto deportivo de Melilla a bordo de una embarcación con motor fueraborda. Durante la travesía, la embarcación se dirigió a un punto del litoral marroquí, cerca del Cabo Tres Forcas, donde recogió cuatro bultos tipo mochila que contenían 758 tabletas de hachís, con un peso neto de 72,951 kilogramos.
Según la investigación, la droga estaba oculta en el interior de la embarcación y su valor en el mercado ilícito alcanzaba los 426.763,35 euros. Al llegar al puerto de Melilla, agentes de la Policía Nacional interceptaron a Jorge A. A., quien de manera espontánea confesó que la embarcación transportaba droga. Esta información permitió a las autoridades registrar el barco y proceder a la intervención de la sustancia estupefaciente.
Durante el juicio, la defensa del acusado intentó argumentar que Jorge A. A. desconocía la presencia de la droga en la embarcación y que su propósito era solo salir a pescar con Luqman M. M., otro individuo implicado en el caso y que actualmente se encuentra en rebeldía. Además, se alegó que el condenado había colaborado previamente con la Guardia Civil como informante en la investigación de actividades ilícitas relacionadas con la inmigración irregular.
Sin embargo, la Sala desestimó estos argumentos, considerando que la versión del acusado no era creíble. Entre los elementos que refutaron su versión se encuentra el hecho de que él y Luqman M. M. mantenían una relación previa y que Jorge A. A. había denunciado a su acompañante anteriormente por haber puesto una embarcación a su nombre sin su consentimiento, presuntamente para actividades ilícitas.
Asimismo, la sentencia señala que la cantidad de droga transportada y la manera en que se llevó a cabo la operación no permiten sostener que el acusado desconociera la naturaleza del cargamento. Además, la colaboración espontánea con la Policía no fue suficiente para aplicar una reducción significativa de la pena, ya que no se aportaron pruebas que ayudaran a identificar a otros responsables ni a desmantelar una red delictiva.
Jorge A. A. no es un desconocido para la justicia. En la sentencia se recogen varias condenas previas por delitos contra la salud pública. En 2009, fue sentenciado en diferentes ocasiones a penas de prisión por delitos similares cometidos en los años 2008 y 2009, sumando un historial delictivo significativo. La última condena que cumplió finalizó en abril de 2021, apenas un mes antes de los hechos que han motivado esta nueva sentencia.
El tribunal consideró la reincidencia del acusado como un agravante clave en su condena, ya que no había transcurrido el tiempo suficiente para la cancelación de sus antecedentes penales. A pesar de que la defensa intentó argumentar que la colaboración con la justicia debería haber sido tenida en cuenta para una reducción de la pena, el TSJA determinó que el condenado no había demostrado un abandono voluntario de la actividad delictiva.
Con la confirmación de la condena por parte del TSJA, Jorge A. A. deberá cumplir la pena de prisión y pagar la elevada multa impuesta. No obstante, la defensa aún puede presentar un recurso de casación ante el Tribunal Supremo en un plazo de cinco días desde la notificación de la sentencia.
El caso refleja la determinación de la justicia en la lucha contra el tráfico de drogas en la ciudad de Melilla, un enclave estratégico en las rutas del narcotráfico entre Marruecos y Europa. Las autoridades continúan con su labor de vigilancia en el puerto y en las aguas cercanas para evitar el transporte de sustancias estupefacientes y desmantelar las redes de tráfico que operan en la región.
Por el momento, el otro implicado en el caso, Luqman M. M., permanece en paradero desconocido, lo que podría abrir nuevas investigaciones en torno a la organización detrás de este intento de tráfico de drogas.
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