El Sindicato Unificado de Policía (SUP) asegura que la frontera inteligente es “una ayuda” para los agentes que están en Beni Enzar. Sin embargo, subraya que falta más personal debido a la intensidad de personas y vehículos que transitan por este paso fronterizo y que hace que haya una gran presión sobre los policías que no tienen casi descanso en su jornada laboral en esta zona.
El secretario general y portavoz del SUP en Melilla, Jesús Ruiz Barranco, explicó a El Faro que la frontera inteligente está funcionando, aunque haya algún que otro problema técnico, en ocasiones provocado por la falta de potencia en la red que se usa. Indicó que el proceso de cargar los datos va lento y que ya se están haciendo detecciones, como también indicó la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, hace unas semanas, de personas que no deben entrar en territorio español.
En cuanto el sistema esté cargado con todo tipo de información sobre individuos que han cometido delitos y que no pueden entrar en la ciudad, se detectarán más casos y seguirá siendo una ayuda para los agentes, insistió Ruiz Barranco. En este sentido, argumentó que son cuestiones técnicas que pueden mejorar algunos aspectos, pero se necesitan más agentes para hacer las detenciones o expulsiones en el paso fronterizo. Indicó que se precisan de manos para impedir esas entradas cuando se dan los avisos por el sistema.
Por ello, reiteró la necesidad de contar con más personal en esta frontera y en el resto de pasos fronterizos con Marruecos y que sea esa plantilla independiente de la que debe trabajar en la Jefatura Superior de Policía.
En Beni Enzar tienen que mejorar la propias infraestructuras del paso fronterizo en las que están los agentes, añadió el responsable del SUP. También matizó que en Farhana debe haber cinco agentes y no están todos siempre. Además, muestra su denuncia porque en Barrio Chino se intenta por la tarde hacer comercio atípico por porteadores y cuando no les dejan pasar acaban lanzando piedras a la Policía y a la Guardia Civil, cuando también es Marruecos quien cierra sus puertas ante esta situación.
El SUP lamentó que no se hayan hecho inversiones que realmente mejoren la situación laboral de las personas destinadas a hacer su trabajo en estas instalaciones, pero indicó que no se dan esas inversiones, sino que se paralizan ante los cambios de Gobierno y de políticos al frente de estas áreas.
Éste es el balance de lo que ha pasado en el 2019 referente a la frontera desde el sindicato. Aseveró que se precisa de un catálogo específico para la frontera, así como más formación y que sea un lugar de destino diferente a la jefatura. De esta forma, añadió que se podrían enviar comisiones de servicio a los dos destinos aumentando la plantilla que vendría a la ciudad para reforzar a la que hay aquí.
En la Jefatura Superior de Policía no hay mejores noticias. La falta de personal también afecta a numerosas unidades. En los últimos cuatro años se han jubilado de media 30 agentes y no hay respuesto, insistió el SUP.
El responsable del sindicato en la ciudad aseguró que esa diminución de plantilla implica que no se pueden destinar las patrullas necesarias para seguridad. Indicó que no se trata de algo subjetivo, sino de que se han incrementado los delitos leves porque no hay agentes recorriendo la ciudad.
Esa falta es tan grave que aumenta cada año el número de agentes que se necesitan en Melilla. Ruiz Barranco indicó que si hace un par de años se solicitaban 200, ahora ya estamos cerca de 300 para poder cubrir las necesidades actuales de la ciudad.
La presión de los servicios se nota en todas las unidades, por ejemplo, en extranjería, donde tienen que ver unas 100 personas semanalmente de media.
El problema de la falta de personal va a peor cada año porque no se refuerza la plantilla y se enquista sin aportar la solución necesaria, añadió. Continuarán las jubilaciones y la situación laboral de los policías sigue empeorando al no poder hacer pausas y trabajar de forma incensante para poder cubrir las necesidades.
Además, la jefatura se ha quedado pequeña teniendo que desplazarse algunos servicios a otras dependencias en otras zonas de nuestra ciudad.
En lo positivo de este pasado año ha sido la aplicación de la equiparación salarial con las policías autonómicas. Ésta debe continuar porque hay una tercera fase que debe aplicarse aún.
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