El pasado domingo 13 de octubre, Salvamento Marítimo rescató a cuatro migrantes que habían llegado a las islas Chafarinas. Para hacerlo, tuvo que ir desde Almería la Salvamar Spica, una de las dos que sigue a pleno funcionamiento en todo el mar de Alborán. La Salvamar Alcor, la de Melilla, sigue con problemas técnicos que le impiden hacer largos desplazamientos. Por ello, el Servicio Jesuita de Migrantes, con sede en Melilla también, manifestó que “el tiempo para ir de Motril o Almería puede costar vidas, como la docena de personas muertas en el naufragio de la pasada semana en aguas marroquíes”. Josep Buades, coordinador del equipo de Melilla, contó que “Salvamento Marítimo es una de las instituciones que nos llenan de satisfacción porque funciona bien y son unos profesionales de una categoría extraordinaria” “Estamos atentos a cuando llegan pateras a las islas Chafarinas y el procedimiento siempre ha sido que la Salvamar iba desde Melilla y los traía de vuelta para su identificación. Desde septiembre, la Salvamar que estaba en Melilla, no está disponible hasta donde llega nuestro conocimiento. La reflexión que hacemos es que cuando Salvamento está cerca y hay una desgracia, puede acudir en poco tiempo. En las últimas ocasiones que han llegado pateras a Chafarinas, ha ido un barco de Salavamento desde Motril a recogerlos y a llevarlos a Melilla; es decir, el resultado práctico con las personas que llegan en patera es el mismo, pero nuestra preocupación es que cualquier embarcación que esté en aguas cercanas a Melilla y tenga cualquier percance, pues no es lo mismo que vayan a buscarle desde Motril o que avisen a cualquier embarcación marroquí que pueda estar disponible que si hay un Salvamar a pleno rendimiento en Melilla. Esta es nuestra preocupación”, explicó Buades. Además, relató que tienen constancia de pateras que han naufragado con personas que han muerto, como el de una mujer congoleña que falleció a principios de septiembre o de las que intentan llegar a nado a Melilla. El saber que hay una embarcación de Salvamento que esté cerca les da “seguridad”, una seguridad para todo el mundo, incluidas las “extranjeras que se juegan la vida para pedir asilo”. El papel de Marruecos “Una de las cosas por las que España ha dado dinero a Marruecos es para que tengan más medios y sean más activos en el salvamento y rescate en las aguas que se consideran de coordinación internacional. Eso es así y nosotros vemos, que aunque Marruecos atienda más labores de rescate, constatamos que siguen habiendo naufragios y lo sabemos por las que llegan aquí y han perdido a alguien”, declaró Buades. Este explicó que lanzarse al mar sigue siendo peligroso aunque haya medios de salvamento y rescate y que lo que no quieren “es que se pierda un medio tan bueno” . Sobre qué hay detrás, si es por motivos económicos o políticos, Buades aseguró que “no lo saben”. Por el momento, lo que manifiestan desde SJM es una “preocupación” al ver que aumentan los riesgos al no estar disponible al cien por cien una embarcación en Melilla. Sobre las acusaciones que hay de ciertos movimientos de la sociedad hacia Salvamento Marítimo haciéndoles responsables de fomentar que salgan más pateras al mar, Buades lo tiene claro. “Salvamento tiene una misión que es salvar a quien está en peligro en la mar y cuando les consta que alguien está en riesgo, pues actúan”. Respecto a las mafias, Buades afirmó que “son conscientes” que estas “hacen el cálculo de hasta donde llega Salvamento para ahorrarse dinero con una zodiac más barata y llenando menos el depósito de combustible. Sin embargo, aclaró que “hay un trabajo profesional bien hecho, que es aprovechado para mal por los transportistas” e incidió en que “de ahí a concluir que la labor de Salvamento está aumentando el riesgo, pues no”. Además, explicó que dotar más medios a la marina marroquí para que rescaten y se lleven a los inmigrantes de vuelta a Marruecos, se debería “velar por que la calidad del rescate sea igual” y que si no es así, se está jugando mal. “Hay que medir las consecuencias éticas de todos los actores” y que si “Salvamento debería tener más libertad de acción en sus labores y si el Gobierno está delegando en Marruecos esto, se debería exigir el mismo cuidado a los derechos humanos”. Sobre estos, Buades constató con varios testimonios, que cuando los migrantes son rescatados por la marina marroquí, en tierra firme les apalean y les llevan en autobuses a ciudades del sur alejadas de la frontera y que poco a poco vuelven. “Un iraquí explicó que por ser árabe, las autoridades marroquíes le trataban muy bien en zonas alejadas de la frontera, si lo pillaban cerca, lo apaleaban porque ahora se está impidiendo el acceso al puesto fronterizo de sirios, palestinos, iraquíes...¡De personas que vienen a pedir asilo! Muchas personas que tienen derecho a protección internacional se están jugando la vida, como el medallista olímpico yemení, Helal Alhaj. No estamos hablando solo de devoluciones en caliente, sino impedir que se pida asilo. Estamos incumpliendo obligaciones internacionales básicas”, declaró Buades. Añadió que si el Gobierno quiere cooperar con Marruecos en temas de frontera, no debe ser a costa “de menos derechos humanos”. “Una línea de fondo que nos preocupa muchísimo es como el Gobierno está restringiendo el acceso al asilo de un modo que está provocando que las personas se jueguen la vida. Estamos hablando de derechos de las personas que están en la Constitución. No podemos tener una política que vaya en contra de los derechos fundamentales”, declaró Buades, hechos que se intensificaron tras el último acuerdo entre los dos países. “Parece como si hubieran recibido la consigna de que ni si quiera dejen entrar a los árabes”, pero que no hay forma de saber nada. “Es un síntoma muy alarmante”, declaró Buades y que “la ciudadanía tiene que saber que se está jugando con derechos fundamentales”.