El Sindicato Médico de Ceuta (SMC) ha expresado su “profundo malestar” por lo que considera una falta de atención y compromiso por parte de la ministra de Sanidad, Mónica García, a quien acusan de mantener "abandonadas y olvidadas" a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. La organización denuncia una "falta de implicación" con la situación sanitaria en ambas ciudades, gestionadas directamente por el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa).
Desde su nombramiento, los profesionales sanitarios de Ceuta y Melilla habían depositado esperanzas en que la llegada de García, médica de profesión, representara un cambio en la gestión sanitaria de ambas autonomías. El Sindicato Médico de Melilla confiaba en que su perfil profesional se tradujera en una mayor sensibilidad hacia las demandas históricas de los sanitarios locales, quienes llevan años reclamando mejoras en sus condiciones laborales y una gestión más equitativa de los recursos.
En el caso de Ceuta, el sindicato solicitó reiteradamente su visita como gesto de cortesía institucional y muestra de compromiso con los profesionales sanitarios, especialmente tras la suspensión de una huelga médica en un ejercicio de confianza hacia su figura. Además, se subrayó el creciente descontento de la ciudadanía ante la gestión sanitaria local, que recae directamente bajo la responsabilidad de la ministra. No obstante, los médicos lamentan que Ceuta y Melilla sigan sin ser una prioridad en su agenda, reflejando un “desinterés evidente” por ambas ciudades autónomas.
Reuniones con otras comunidades
El descontento se ha intensificado al observar que la ministra ha mantenido reuniones con sindicatos de comunidades como Cataluña, País Vasco, Asturias y Madrid, mientras que Ceuta y Melilla han quedado fuera de sus planes institucionales. A esto se suma su apoyo activo a las movilizaciones ciudadanas en defensa de la sanidad pública en Madrid, lo que, según los sindicatos médicos, demuestra una clara diferencia de trato con respecto a las dos ciudades autónomas.
El SMC ha cuestionado la capacidad de García para gestionar adecuadamente los recursos sanitarios que dependen directamente del Ingesa, afirmando que no ha sabido atender las necesidades de los más de 3.000 profesionales sanitarios que trabajan en las dos ciudades autónomas españolas en el norte de África. “Si la ministra no es capaz de atender las demandas de igualdad y dignidad sanitaria de los ciudadanos de Ceuta y Melilla, ¿cómo podrá resolver los problemas del conjunto del sistema sanitario español?”, se preguntan desde la organización.
Melilla, situación preocupante
En Melilla, la situación es igualmente preocupante. La Confederación de Sindicatos Médicos ha insistido en la necesidad de que el Ministerio de Sanidad mejore las condiciones de los profesionales que prestan sus servicios en las ciudades autónomas, mientras que el Sindicato Médico de Melilla ha lamentado que las expectativas generadas por la llegada de García se hayan desvanecido debido a la falta de avances en las negociaciones y en la gestión de los recursos.
Los médicos también critican la negativa de la ministra a visitar Ceuta después de más de un año en el cargo, a pesar de que otros miembros del Gobierno ya han realizado visitas institucionales a la ciudad. Desde el Sindicato Médico de Ceuta exigen que la ministra deje de “ignorar” a Ceuta y Melilla y asuma su responsabilidad en la gestión directa de la sanidad en ambas autonomías.
Hasta el momento, el Ministerio de Sanidad no ha respondido a las críticas lanzadas por los sindicatos médicos de Ceuta y Melilla, que continúan reclamando una gestión equitativa y el compromiso necesario para garantizar el acceso a una sanidad pública de calidad en las ciudades autónomas.
El Sindicato Médico llegó incluso a reprochar a la ministra de Sanidad que mintiera en sede parlamentaria hace casi un año cuando afirmó que mantenía diálogo y negociaciones con los facultativos de Ceuta y Melilla. Mónica García había comparecido ante la Comisión de Sanidad del Senado para informar sobre las líneas generales de la política de su departamento y durante su intervención se le cuestionó, entre otros asuntos, por la crisis sanitaria que atraviesan las dos ciudades norteafricanas.
"Faltó a la verdad en sus respuestas. Lo hizo al hablar de reuniones, negociaciones o avances que no existen ni han existido, o que al menos no se han comunicado a los médicos perjudicados o a este sindicato, interlocutor más que válido para buscar acuerdos entre las partes", señaló el sindicato.