El Sindicato Independiente de Melilla (SIM) ha querido poner de manifiesto la "buena predisposición" del actual Gobierno en general, y de la consejería de Políticas Sociales en particular, para mejorar la situación de los vigilantes de seguridad y solucionar los numerosos problemas que se estaban dando en el Centro de Menores de La Purísima. Según afirma esta organización sindical, desde que surgieran los continuos problemas de apedreamientos en el Centro de Menores de La Purísima hace unas semanas, tanto la consejera, Randa Mohamed, como el director general, Javier Soria, han mantenido un "estrecho contacto" con los representantes de los trabajadores para solucionar, en la medida de lo posible, la situación que en estas instalaciones se estaba dando. Así, hace unos días cambiaron todo el mobiliario de las dependencias de seguridad privada del Centro de Menores con mesas y sillas nuevas. Con anterioridad habían arreglado puerta y ventanas rotas, pero lo más importante, en opinión del SIM, es que mantuvieron varias reuniones con los representantes de los trabajadores para buscar soluciones al problema. La primera medida que se tomó fue la de trasladar a un centro especializado de la península a uno de los menores que estaba generando los apedreamientos y con ello se calmó considerablemente la situación, asegura la organización. A renglón seguido se activó un nuevo protocolo de actuación en cuanto a que quedara reflejado en los partes diarios toda anomalía sobre incumplimientos de normas del centro referentes a seguridad con el fin de depurar responsabilidades, y ambas medidas han dado como resultado la mejora considerable de los servicios. Además, se reforzó el servicio con un vigilante de 22:00 a 03:00 de la madrugada, aumentando la presencia de vigilantes en el patio. El SIM considera “encomiable el esfuerzo realizado por Randa Mohamed y Javier Soria para paliar la problemática del centro desde el minuto uno”, según comentó el responsable de seguridad privada del sindicato, Francis Aguilera. Por otro lado, se acometieron reivindicaciones que llevaban mucho tiempo sin respuesta, como la supresión de las piedras del centro del recinto y también se arregló la barrera de entrada, que llevaba meses averiada, el portón principal y, sobre todo, las cámaras de vigilancia y la dotación de un teléfono fijo. “Lo lamentable es que tenga que ser la CAM, y no nuestra propia empresa, Sureste Seguridad, la que se preocupe por nosotros, ya que hay que recordar que no ha movido un solo dedo por aportar el material que finalmente ha repuesto la Ciudad”, apuntó Aguilera. De la misma forma, el responsable de seguridad del SIM asegura “que siguen cosas pendientes como la dotación de material anti disturbio y equipos chalecos anti trauma, que esperemos que vayan incluidos en el próximo pliego como ha hecho el Ingesa”.