En una rueda de prensa celebrada este jueves 20 de febrero en la Delegación del Gobierno, Elena Fernández Treviño ha informado que el próximo curso los alumnos del colegio Real se reubicarán en el CEIP Encarna León. El día anterior tuvo lugar una reunión con los padres y madres del colegio Real para abordar la preocupación sobre la presencia de amianto en las instalaciones escolares.
En el encuentro, que tuvo lugar a las seis de la tarde del día anterior, participaron también la delegada del Gobierno, el jefe del Instituto de Seguridad y Salud, Manuel Osoria, el jefe de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, Saturnino Martínez, y el jefe de Inspección, Manuel Blanco.
Para evaluar la situación del colegio, se han realizado dos informes independientes. El primero fue elaborado por el Instituto de Salud Pública, cuya función fue determinar si la presencia de amianto representaba un riesgo para la salud general de la comunidad educativa. Según este análisis, el estado del material no supone un peligro inmediato, ya que no se encuentra deteriorado ni está liberando fibras al ambiente.
El segundo informe fue solicitado por el Ministerio de Educación y se centró en la evaluación estructural del colegio y en la viabilidad de mantener la actividad académica con normalidad. Sus conclusiones coinciden con las del informe de Salud Pública: no hay un riesgo inmediato, aunque será necesario retirar el amianto en el futuro.
Desde el inicio de su intervención, Fernández Treviño ha dejado claro que los informes técnicos indican que no existe peligro alguno para el alumnado del ala infantil del colegio. "Si hubiéramos tenido la más mínima sospecha de riesgo, la reubicación habría sido inmediata", ha asegurado basándose en estudios que confirman la ausencia de fibras de amianto en el aire y en el estado del tejado de fibrocemento.
Treviño ha aclarado que este problema es considerado un riesgo de salud laboral, lo que significa que afecta principalmente a los trabajadores expuestos a largo plazo, pero no es un peligro de salud pública que requiera el cierre inmediato del centro.
Para reforzar la seguridad y tranquilidad de las familias, la Administración ha propuesto la realización de un encapsulamiento del tejado con una resina especial y una limpieza por aspiración entre el falso techo y el fibrocemento. Estas medidas que pueden completarse en un fin de semana mientras que no están los niños, añaden una capa adicional de protección a la infraestructura escolar.
Además, el Ministerio de Educación ha estado trabajando desde el primer momento para ofrecer una solución definitiva. Se ha decidido reubicar a los alumnos y alumnas en un centro con mejores condiciones a partir del próximo curso. La opción más viable es trasladar a los estudiantes al colegio Encarna León, un centro con instalaciones nuevas que actualmente cuenta con espacios disponibles.
Sin embargo, esta reubicación no es inmediata debido a la complejidad logística de trasladar a nueve aulas completas de educación infantil con 197 alumnos, garantizar la continuidad del profesorado y minimizar el impacto en las familias.
Inicialmente, se barajó la opción de instalar aulas modulares en el mismo colegio para evitar el traslado. Sin embargo, esta idea fue descartada porque habría supuesto una doble reubicación y habría complicado aún más la organización del centro.
En relación con el mantenimiento del centro, la Consejería de Educación ha sido informada de problemas adicionales, como baños averiados, que deben ser reparados de inmediato. Fernández Treviño ha subrayado que el estado de las instalaciones es una preocupación constante, y que el centro, con casi un siglo de antigüedad, requiere una intervención más profunda.
La directora provincial ha insistido en que el Ministerio ha trabajado desde el minuto uno en este asunto, garantizando que se sigan los protocolos adecuados y que las familias estén informadas en todo momento. También ha pedido a la Consejería de Educación que escuche a los padres y atienda sus preocupaciones.
Por otro lado, la delegada del Gobierno ha desmentido informaciones que sugieren conflictos de competencia entre administraciones sobre la retirada del amianto. Ha asegurado que desde el principio ha existido una coordinación efectiva y que el Ministerio de Educación asume la responsabilidad de eliminar el fibrocemento dentro del calendario previsto por la Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados, que establece la obligación de retirar este material de los edificios públicos y privados. La retirada del tejado está programada para el año 2026, y se valora la posibilidad de una remodelación integral del edificio.
Sobre el proceso de escolarización, se ha aclarado que las familias del Colegio Real podrán participar en la selección del centro que quieran, pero si no consiguen plaza en el centro de su elección, los alumnos serán trasladados en bloque al Encarna León, garantizando su adscripción al CEIP Real.
La reunión con las familias se extendió por más de dos horas y contó con una alta participación, más de un centenar de personas. La solución que han propuesto fue bien recibida por la mayoría de los asistentes, quienes valoraron positivamente la reubicación de sus hijos en un centro con mejores condiciones.
"Nosotros queremos ser una administración cercana, que escucha a la ciudadanía y actúa con responsabilidad", concluyó Fernández Treviño, reafirmando el compromiso de garantizar la seguridad y el bienestar del alumnado en todo momento.
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