El recientemente reelegido juez decano de Melilla, Lorenzo Pérez Conejo, explica en esta entrevista la situación de la Justicia en la ciudad y opina que en el ámbito procesal y judicial “estamos mejor que en la península”.
Desde el pasado día 18 de octubre Lorenzo Pérez Conejo fue reelegido juez decano de Melilla y con motivo de este segundo mandato comenta con El Faro la situación del sistema judicial en la ciudad. Esta entrevista se produce después de que hace algunas semanas los jueces y magistrados convocaran una protesta por la última modificación de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ). Pérez Conejo apunta ciertas deficiencias en sus condiciones de trabajo. No obstante, opina que, en algunos aspectos, en Melilla “estamos mucho mejor que en la península”. En otros, el talón de Aquiles siguen siendo los recursos materiales y humanos.
–¿En qué estado se encuentra el sistema judicial en Melilla?
–Hay que tener en cuenta que Melilla tiene sus peculiaridades y su propia idiosincrasia. En especial, es el aspecto geográfico el que más repercute en la labor diaria.
–¿En qué aspectos afecta esta situación alejada de la península?
–Pues hay que distinguir tres planos: el administrativo, el procesal y el jurisdiccional. En el primero, el principal perjuicio es que todo material lo tenemos que pedir a la península. Si se nos acaba un tóner de la impresora o tenemos un problema informático tenemos que esperar a que venga de la península, con lo que tarda de cuatro a cinco días en llegar si no hay temporal que lo retrase aún más. Si surge algún problema de este tipo lógicamente repercute en la labor diaria porque no podemos imprimir documentos o si falla el Exnet, el programa informático para la comunicación telemática de resoluciones judiciales, pues tenemos que trabajar en condiciones de precariedad. Ya en este aspecto estamos peor que en la península, que tienen un suministro más rápido.
–¿Y en cuanto a recursos humanos, la situación es igual?
–En este aspecto, el principal problema es que la mayoría de los empleados son interinos, casi el 70%, y eso hace que tengan menos preparación que un funcionario de carrera. Lo ideal es que todos fueran titulares como es ahora la plantilla de jueces y magistrados. Ésta, hace tres o cuatro años, también en su mayoría era de sustitutos, aunque ahora se ha estabilizado. No obstante, se funciona muy bien con los empleados a pesar de ser interinos porque muchos de ellos llevan más de siete años trabajando en los juzgados. Pero es obvio que con funcionarios de carrera, que han pasado unas oposiciones y se les supone una formación, se funcionaría con más normalidad. Otro problema es la cobertura de las bajas. Dependemos de la gerencia y si las circunstancias no son óptimas, el trabajo que hacen cinco en un juzgado lo tienen que hacer cuatro, porque no se puede cubrir esa baja médica, lo que supone una sobrecarga de trabajo.
–¿Cuál es la situación en el ámbito procesal y jurisdiccional al que se ha referido anteriormente?
–En el plano procesal considero que estamos mejor que en la península. En el uso de programas como el Exnet y el Minerva, que es el sistema informático de gestión procesal, estamos a la cabeza. En Málaga, por ejemplo, no conocen estos programas informáticos. En este sentido nosotros tenemos más autonomía tecnológica. Sin embargo, en la comunicación entre los juzgados de diferentes autonomías existe el problema de que cada uno funciona con un programa diferente. En Melilla se usa el Minerva y en otros sitios el Adriano y eso perjudica en las relaciones y comunicaciones entre los juzgados.
–¿Y en el plano judicial, cuál es la carga de trabajo de los jueces?
–Es una carga menor que otros juzgados de la península. Nosotros estamos en buenas condiciones. En general, todos los órganos unipersonales de Melilla están mejor que sus homólogos en la península. Por ejemplo, en los juzgados de Contencioso Administrativo, que es en el que trabajo yo, estamos señalando para enero. A finales de octubre estamos dando citas para los juicios para enero de 2012, cuando en Málaga, por ejemplo, lo están haciendo para finales de 2014. No hay punto de comparación.
–¿Entonces en Melilla existen los juzgados necesarios o harían falta más?
–No quiero decir que nos sobren porque estemos bien en este aspecto. Simplemente estamos en unos tiempos de respuesta razonables porque una justicia tardía no es justicia. Aquí, como digo, estamos señalando para tres meses y las sentencias las tenemos en una semana aproximadamente. En Málaga esto es impensable porque en el Tribunal Superior están resolviendo asuntos de 2004 cuando aquí lo hacemos en menos tiempo. A pesar de que estemos mejor que en la península, la tendencia natural siempre es la de mejorar.
–¿Y cuál sería la mejora deseable en Melilla?
–Sería deseable un sexto juzgado de instrucción, pero hay que tener en cuenta que Madrid va a mirar las estadísticas, y en este aspecto, hay otros juzgados de instrucción que están peor que los de Melilla.
–¿En base a qué se mide la necesidad de ampliar la plantilla judicial?
–En base a los casos que tengan en marcha. En Melilla no se tiene previsto ampliar la plantilla judicial, únicamente hacer unos reajustes para que funcione mejor. De hecho, los juzgados locales de Contencioso Administrativo son los quintos mejores de España, después de Teruel, El Ferrol, San Sebastián y Ceuta. Nosotros tenemos una media de 600 asuntos anuales por juez (Melilla tiene tres juzgados de Contencioso). Es en función de los asuntos que los juzgados tienen en marcha por los que se decide la ampliación de la plantilla judicial. Por ejemplo, en Huelva tienen 1.300 asuntos al año y nosotros la mitad.
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