El fin de la época estival va llegando a su fin en el calendario. Este fin de semana ha sido el último del mes de agosto donde han sido muchos los melillenses que no han podido aprovechar las playas para acudir al litoral y disfrutar de estos últimos días donde se está viviendo una plena ola de calor, la cuarta de este verano. El principal protagonista de este domingo ha sido el poniente que ha dejado totalmente desiertas las playas del litoral.
La Agencia Estatal de Metereología emitió para este pasado sábado una alerta amarilla para la ciudad entre las 13:00 y 21:00, para este domingo se esperaba igualmente altas temperaturas que podrían llegar hasta los 33 grados centígrados.
Muchos melillenses se han visto obligados a abandonar las playas de la ciudad por el poniente que irrumpía fuertemente en la costa.
Tan solo había que observar cómo la arena se levantaba con frecuencia y molestaba sin pudor a los pocos valientes que acudieron, como cada día, a darse un baño.
Además, este mismo viento dejó una imagen desértica con kilómetros de arena peinadas por el poniente.
Desde Aemet se ha lanzado un aviso costero de nivel amarillo con fuerza siete desde las 08:00 horas de la mañana hasta las 16:00 de la tarde por vientos del oeste con intervalos entre 50 y 60 kilómetros por hora.
Ya entrada la tarde, se espera que este viendo se moderase a los 28 kilómetros por hora.
A mediodía, cuando este diario estuvo presente en las inmediaciones de la playa, se alcanzaron 48Km/h.
Aún así, también son muchos los ciudadanos que están agotando sus últimos días de vacaciones para volver a comenzar con la rutina, entrado el mes de septiembre.
En apenas una semana comienzan las Fiestas Patronales en Honor a la Patrona de Melilla, la Virgen de la Victoria y la feria de septiembre que clausura, por excelencia, la temporada de verano, y con ellas las vacaciones estivales.
Y es que, estas fechas para los que viven fuera de la ciudad suenan a despedidas. El fin de las vacaciones lleva consigo tener que marcharse y retornar a las ciudades donde estos melillenses trabajan.
El Faro ha estado durante estos tres meses vacacionales visitando las playas de Melilla para comprobar cuáles han sido los hábitos más comunes de los melillenses en las playas de la ciudad. Durante este último fin de semana de agosto las playas se vieron desoladas, vacías y sin público.
No obstante, de los pocos que quisieron hacer frente al poniente para aprovechar los últimos días de vacaciones estaba el vecino Jose Manuel y sus amigos.
Este joven melillense trabaja fuera de la ciudad, en Andalucía, y aprovechaba sus últimas horas en la ciudad para despedirse de sus amigos y familiares disfrutando de un día de playa.
“Pronto tengo que volver a Andalucía para comenzar con mi rutina y, aunque haga poniente, vamos a estar aquí el tiempo que podamos para estar juntos antes de que me marche”, explicó a este medio el joven.
También se encontraban caminado por la arena de la playa de San Lorenzo Juan Antonio y su mujer. Este matrimonio aprovechó que el poniente les impidió pasar un día de playa para caminar tranquilamente por la orilla sin el tormento de la masificación de ciudadanos.
“Hemos decidido darnos un paseo a pie de playa aprovechando que nadie ha venido hasta aquí por el poniente. Lo mejor de estos días es que puedes disfrutar con más tranquilidad sin tantas personas a tu alrededor”, recalcaba Juan.
De la misma manera se encontraban en Cárabos Antonio junto a su familia postrados sobre las hamacas, “haga poniente o levante la playa siempre por delante” explicó rimando el melillense jubilado.
No tan valientes fue un matrimonio melillense que se ha visto obligado a abandonar la playa de Cárabos por el viento.
“Nosotros nos vamos de aquí, no podemos soportar este viento que está levantando mucha arena”, afirmaba Toñi mientras abandonaba la pasarela de la playa.
Las mejores opciones para el baño en días de alerta amarilla provocado por viento de poniente son las playa de Aguadú, Horcas Coloradas y la Ensenada de los Galápagos según ha recalado un socorrista que se encontraba en la Ensenada durante la mañana.
“Aquí la gente ha venido hoy huyendo del fuerte viento que impide que se esté en el resto de playas, al estar más recogida y refugiada del viento pues suelen venir hacia aquí. Otra opción también es ir a Aguadú u Horcas Coloradas”, remachaba el socorrista.
También señalaron a este medio que estas opciones de zonas de playa del litoral melillense son las “más fortuitas en días así” remarcaba una vecina que caminaba por el paseo marítimo dirección a la Ensenada de los Galápagos.
“Viendo cómo está aquí la cosa, he preferido cambiar de ubicación para quitarme de este viento insoportable y voy a acercarme a la playa de la Ensenada a ver si encuentra algún hueco para poder pasar un rato allí”, vaticinaba la vecina llamada Ani.
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