El Pleno sobre el estado de la Ciudad pasa de puntillas por la actualidad política

El debate se convirtió en un “revival” sobre temas económicos y sociales. Asuntos como la dimisión del presidente de Emvismesa se tocaron de manera secundaria. “Me han dejado planchado con Gaselec”, señaló Imbroda al no haberse pronunciado nadie sobre el tema. La Asamblea de Melilla acogió en la jornada de ayer el primer debate del estado de la Ciudad Autónoma de la actual legislatura. La sesión plenaria se asemejó a las de Control al Gobierno local por contenido, aunque no por desarrollo. Tanto Gobierno como oposición permanecieron fieles a los principios que llevan defendiendo en los últimos meses y se volvió a poner de manifiesto el buen nivel de entendimiento entre populares y cepemistas.
Populares en Libertad (PPL) y Partido Socialista (PSOE) volvieron a hacer frente común contra el Ejecutivo autonómico y la formación que lidera Mustafa Aberchán. En vista de las alianzas asamblearias de la actual legislatura, queda confirmado que la política hace extraños compañeros de cama.
Durante el Pleno se tocaron todos los palos posibles de la actualidad local, aunque ninguno de rabiosa actualidad. Asuntos como la reciente dimisión del presidente de Emvismesa, Juan Antonio Iglesias, fueron mencionados de pasada. No en vano, el presidente Juan José Imbroda aclaró que éste optó por abandonar su cargo “al no poder soportar la presión mediática” suscitada por la adjudicación de una vivienda del ente público a su hija.
Llama poderosamente la atención que ningún grupo se pronunciara sobre el corte de suministro eléctrico que sufrieron varias dependencias municipales el pasado martes por impagos a Gaselec. El silencio en torno a tal asunto fue tal que Imbroda mostró su sorpresa cuando el Pleno encaraba su recta final. “Me han dejado planchado con este tema. ¡Con el show mediático que montaron el otro día!”, señaló el presidente autonómico.
La marcha de Helitt de la ciudad autónoma, el desarrollo de los distritos IV y V o el Plan de Ordenación Urbana también fueron asuntos que se debatieron sin profundizar demasiado, convirtiendo la sesión en un “revival” de temas, como señaló el presidente autonómico en respuesta a la oposición.
Fue Imbroda el encargado de abrir la sesión haciendo un esbozo general de la actualidad local, tanto en el plano político como en el económico y en el social. El presidente dejó clara su confianza en este último terreno para garantizar la estabilidad en la ciudad autónoma. En varias ocasiones sacó a relucir la importancia del Pacto Social que anunció el año pasado y cuyo borrador ya se encuentra en poder de la oposición para su estudio y posterior debate. “Es un libro en blanco que debemos escribir entre todos”, aseveró.
Entre los indicadores económico que ofreció Imbroda durante el inicio de su intervención, destaca que Melilla sea la autonomía de España que más dinero destina por habitante a políticas sociales, 85,46 euros, cantidad que supera holgadamente los 62 euros per cápita de Andalucía, segunda en la lista.

La responsabilidad de CpM

El líder cepemista, Mustafa Aberchán, fue el siguiente en intervenir en el debate. En su primer turno, apuntilló que la ciudad no había mejorado en los últimos meses en aspectos como niveles de pobreza o desempleo y apuntó como directo culpable al Ejecutivo autonómico. “Han fracasado como gestores del dinero público”, señaló.
Tras un arranque combativo, Aberchán reculó y puso de relieve el momento dulce que atraviesan las relaciones entre ambos partidos. El cepemista recordó que su grupo votó a favor de los Presupuestos locales del presente ejercicio, el Plan de Ordenación Urbana o el Reglamento de la Asamblea.
Sin embargo, resultó incomprensible que Aberchán manifestara que no estaba de acuerdo al completo con el contenido de dichos documentos y que los apoyó por responsabilidad como principal grupo de la oposición, máxime cuando el Grupo Popular goza de mayoría absoluta y los votos de CpM son virtualmente inútiles.
Tampoco estuvo acertado Aberchán al considerar un insulto que el Ministerio de Cultura de Marruecos aceptase el brazo amputado de Estopiñán para exhibirlo en un museo. Hay que recordar que se trata de una información de dudosa credibilidad y que no existe ninguna prueba de que Rabat se haya hecho cargo de esta pieza de la estatua. “El brazo está más cerca”, señaló Imbroda como respuesta al cepemista.
Para cerrar su intervención, Aberchán resaltó que apoyaría el Pacto Social si el Gobierno se comprometía a actuar contra la pobreza. Se trata de un trato que el cepemista ha planteado en numerosas ocasiones, que siempre es aceptado por el Ejecutivo (ayer no fue una excepción) y que de momento no ha ofrecido resultados tangibles.

Primer dardo a Iglesias

El portavoz de los socialistas, Gregorio Escobar, se mostró más beligerante que en otras sesiones plenarias. Viendo venir desde lejos al fantasma de Zapatero como principal respuesta de los populares a sus críticas, apuntilló que el Ejecutivo de Imbroda había pasado de ser “azotador a un excusador” del Gobierno central, dejando la pelota en el tejado de los populares.
Escobar lanzó un ataque preventivo para evitar que le replicaran recordándole su paso por la Delegación del Gobierno. Recordó todos los proyectos anunciados por el Ejecutivo melillense desde hace varios años y que aún no se han materializado, como la piscina olímpica o la ampliación del puerto comercial. No le salió del todo mal, aunque la herencia socialista volvió a hacer acto de presencia en el Pleno.
Escobar fue el primero en jugar la carta del ‘caso Iglesias’, aunque sin entrar a trapo, con sencillas menciones a modo de dardos envenenados. Mencionando los problemas para encontrar vivienda en la ciudad, añadió que “no todos tienen un padre bien colocado”, en alusión al ya ex presidente de Emvismesa. En cuanto a la rehabilitación de edificios, dejó caer que a algunos ciudadanos “esas reparaciones les salen gratis”. En lo productivo, el líder del PSOE local insistió en la necesidad de llevar a cabo un plan de barrios y escuchar la voz de los melillenses, así como de afrontar problemas como el de la prostitución en la zona centro o extender el programa de rehabilitación de viviendas a todos los distritos.

Síndrome de la Plaza de España

En su turno de palabra, el portavoz de PPL, Julio Liarte, señaló que el presidente Imbroda sufría “El síndrome de la Plaza de España” después de más de una década al frente del Ejecutivo autonómico. No dudó en apuntillar con la dimisión de Iglesias, decisión que se tomó “tarde y mal” a su entender y que a supuesto “un auténtico esperpento” para el Gobierno autonómico, que hizo “una defensa injustificada” del presidente de Emvismesa.
En cuanto al Pacto Social propuesto por Imbroda, consideró que está demasiado enfocado a la religión islámica, dejando al margen al resto de confesiones de la ciudad autónoma. También centró su intervención en la necesidad de mejorar el transporte aéreo y en la marcha de Helitt, algo que causó sorpresa en la bancada popular, desde donde preguntaron si culpaba al Ejecutivo local de los problemas económicos de la compañía.
Las tres horas de Pleno acabaron convirtiéndose en un “revival” de temas, como apuntó Imbroda en una de sus intervenciones. Pocas novedades dejó la sesión, ni siquiera una visión más diáfana de cómo está Melilla. Lo único claro, y a fin de cuentas lo que más interesa al ciudadano de a pie, es que el paro y la pobreza siguen en los  mismos niveles.