Melilla registró en mayo un incremento del 10,3 por ciento del paro, el más alto de toda España, al contabilizar 970 desempleados más tras la finalización de los Planes de Empleo, lo que eleva la cifra total a 10.388 personas, un 19,24 por ciento más que hace justamente un año.
Los datos revelan el problema crónico y endémico de desempleo en nuestra ciudad, sobre todo si se tiene en cuenta que, salvo en nuestra ciudad y en Ceuta, bajó en el resto de comunidades autónomas, aunque sin rebajar por ello la cifra de más de cuatro millones de desempleados que actualmente se computan en toda España.
Si además, a la cifra final de parados en el ámbito local añadimos que los efectos del final de los Planes de Empleo se seguirán computando a lo largo de este mes, sólo queda recordar el vaticinio del secretario general de la UGT melillense, que a primeros de mayo ya auguraba que llegaríamos a casi 11.000 parados cuando se produzca un nuevo recuento a principios de julio próximo.
Esta realidad debería hacer recapacitar a todos nuestros gobernantes y especialmente a un Gobierno central que para este año ya redujo en un 35% el nivel de inversiones en nuestra ciudad con cargo a los Presupuestos Generales del Estado.