Van a recuperarse los colores iniciales que tenía cuando lo diseñó Enrique Nieto y además se eliminarán las barreras arquitectónicas para hacerlo accesible a todos.
El Palacio de la Asamblea lucirá una nueva imagen tras la restauración que va a sufrir en la fachada exterior, una actuación del Gobierno local que permitirá recuperar para el edificio los colores originales con los que fue concebid el inmueble por parte del arquitecto Enrique Nieto, en el año 1948.
De este modo, ayer se realizó la firma del acta de replanteo entre los arquitectos del proyecto y el consejero de Fomento, Rafael Marín, quien explicó que también van a realizarse trabajos para la eliminación de barreras arquitectónicas en la entrada del edificio. De este modo, se pretende poner un rampa de acceso en la entrada principal de modo que no perturbe los elementos originales del inmueble.
Así, Marín destacó la finalidad social de esta actuación, pues dentro de cuatro meses, plazo en el que se harán los trabajos de restauración, los discapacitados podrán entrar en el interior del Palacio de la Asamblea para realizar las gestiones pertinentes. Además de estas dos actuaciones también se aprovechará para reponer parte del acerado, deteriorado en estos momentos.
Para la realización de estos trabajos los arquitectos han tenido que realizar un estudio histórico del edificio con el fin de recuperar el estado original del inmueble. Los principales problemas que plantea el Palacio de la Asamblea en algunas zonas de la fachada son de humedades así como deterioro de algunos elementos ornamentales. Así, el arquitecto del proyecto, Borja González, comentó que van a rehabilitarse también los castilletes laterales, en estos momentos vacíos, con lo cual en el futuro podrían albergar algunas dependencias municipales.
En cuanto al acceso para los discapacitados, este estará compuesto por una plataforma en la entrada adecuada a las características arquitectónicas del inmueble, de modo que no desentone con el entorno. Se da la circunstancia de que para su planteamiento se contactó con la ONCE en Melilla con el fin de que dieran su opinión para saber si se adecuaba o no a las necesidades del colectivo. La obra de restauración costará en torno a los 250.000 euros, según recordó el consejero de Fomento y se realizará en el plazo de unos cuatro meses. Aprovechando la elevación del piso para incorporar la rampa de acceso, también se procederá a la colocación de la placa conmemorativa 'Ciudades Modernistas' que en estos momentos pasa desapercibida para el público que pasa por la zona.