Los trabajadores del Centro de Menores Fuerte de la Purísima realizarán a lo largo de esta semana en MAZ un curso sobre manejo de las emociones.
“El objetivo es que al cabo de la sesión los profesionales sean capaces de encontrar itinerarios simples a problemas aparentemente complicados y, por otra parte, ser capaces de reconocer qué sentimientos se generan y cuáles son esos sentimientos que manifiestan estos chicos”, indicó el formador de Proyecto Hombre y de Centro Solidaridad de Zaragoza, Pedro Nieto Sierra, sobre el curso de ‘Manejo de emociones para profesionales de dispositivos de acogida’. Este taller se está impartiendo a través de la Sociedad de Prevención MAZ para los trabajadores del Centro Educativo Residencial de Menores Fuerte Purísima.
Este curso se impartirá a lo largo de estos cinco días durante talleres de cinco horas para quince personas, ya que son importantes las dinámicas de grupo. En total, habrá 65 participantes de todas las áreas de trabajo de La Purísima, según indicó Nieto Sierra.
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El trabajo que desarrollan los profesionales de La Purísima es de gran intensidad emocional, y por ello, es preciso reconocer las emociones que se despiertan en esas horas de trabajo, según indicó el profesor de este taller.
Así, la metodología utiliza dos herramientas de trabajo. La primera es ‘Problem Solving Estratégico’, que consiste en que no es un formador el que dice qué tiene que hacer el grupo, sino que se generan dinámicas que hacen que los alumnos pongan estas soluciones sobre la mesa.
La segunda estrategia que se realiza es el reconocimiento de las emociones básicas del trabajo con chicos con dificultades sociales.
Una de las dinámicas que se utilizará a lo largo de estos días es cómo empeorar el escenario de conflicto, ya que las personas se cohesionan más en este contexto.
Por otra parte, se tratará de ver las soluciones que no hayan utilizado en la resolución de algunos conflictos y se desecharán las que no dieron resultado, puesto que en ocasiones, la solución pasa a ser el problema.
“Los sentimientos no se deben negar sino aceptarse. Hay unas necesidades que perseguimos y son las mismas que la de los chicos”, comentó Nieto Sierra.
¿Cómo evitar que los profesionales de este campo se lleven a casa esa carga emocional? “Las emociones vienen a ser como una comida. De forma continua estamos digeriendo emociones y el objetivo es dar las claves para ver cómo pueden hacer la digestión de la manera más adecuada. La respuesta no es bloquearla ni perder el control, sino reconocer que sentimos eso y a partir de ahí ver las salidas”, explicó este formador.
La tristeza o la frustración son sentimientos muy frecuentes, sobre todo en los chicos que están en estos centros, ya que han pasado por duelos y no han visto cumplidas sus expectativas, según apuntó Nieto Sierra. Además, comentó que se debe tener en cuenta que todas estas experiencias se producen en una etapa de construcción de la personalidad, la adolescencia, “lo que hace que todo sea un torrente emocional sin tener herramientas para canalizarlo”.
Por último, se llevarán a cabo un gran número de dinámicas de grupo, ya que encontrar los puntos comunes lleva a la mejor resolución de los conflictos.
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