El Melilla logra otro triunfo de prestigio.

Orden El Melilla se mostró como un equipo muy serio en todas las facetas del juego Dinámica Los azulinos continúan inmersos en una espiral positiva que lo sitúa en la zona templada de la tabla. El Melilla ganó por 0-2 ante el Almería B en el Anexo en un partido en el que todo le salió a pedir de boca, logrando ser más eficientes en todas las facetas del juego, mordaces en ataque y sólidos en la retaguardia. Los visitantes supieron aprovechar las dos ocasiones más claras para llevarse los tres puntos gracias a dos goles conseguidos en la segunda mitad. Cuando se cumplía la hora de partido, Carlos hizo el 0-1, y el delantero Nacho Aznar haría en las postrimerías del encuentro el segundo y definitivo tanto del encuentro tras un pase de la muerte de Chota.
El equipo de Francisco comenzó dominando el partido, y moviendo el balón con cabeza y profundidad. Los jugadores triangulaban sin prisa, buscando poco a poco ir ahogando al rival. Edgar, jugador del Melilla, tuvo que jugar como delantero centro pese a que su puesto habitual es extremo, lo que provocó la falta de remate del equipo local. El futbolista, se mostraba incisivo y con movimiento en la zona de adelante, pero le faltaba fijar a la defensa e incordiar a la zaga rival con los automatismos propios de un ariete. Además, la lesión de Okoro fue un contratiempo que lastró al filial y provocó la reacción de un Melilla que comenzó sufriendo.
Así a los cuatro minutos Cristóbal probó fortuna desde fuera del área con un fuerte chut que paró fuerte abajo Munir. Fue la primera ocasión del encuentro, un aviso de intenciones de lo que sería el choque. Tan solo cinco minutos después, un buen pase de Sergio Sánchez hacia su portero fue interceptado por el propio Cristóbal, que se plantó solo ante Munir, pero en vez de buscar un remate fuerte y raso, optó por una vaselina floja que acabó en las manos del meta.
A partir de la media hora el Melilla se vino arriba y comenzó a tener ocasiones. Primero fue Amarito con un disparo con la diestra, y después Velasco de volea. La tercera ocasión melillense fue un cabezazo de Carlos que despejó in extremis con una palomita Lopito. Con ese resultado sin goles se llegó al descanso. El Melilla había sido merecedor de un gol que llegaría en la segunda parte.
En la segunda mitad, el propio Carlos, que tuvo la última ocasión visitante de la primera mitad, remató a la perfección un saque de esquina botado por Velasco que hizo imposible la estirada del delantero local. El 0-1 no era injusto porque el equipo melillense había sabido jugar y maniatar al Almería. El entrenador local intentó con varios cambios hacer reaccionar a su equipo, pero los visitantes estaban bien pertrechados en su área y en ningún momento dejaron conceder ocasiones.
Cristóbal le ponía sentido al juego para los locales, pero su cansancio le hacía no poder ver ni una sola grieta en la sólida defensa melillense. Apenas en ocasiones aisladas lo intentaba tímidamente el equipo de casa. En los últimos minutos los locales reclamaron roja por un posible codazo de Chota a un jugador almeriense.
Instantes después, el jugador melilllense le daría un pase de la muerte a Nacho Aznar, que estando solo, remató al fondo de las mallas para sentenciar. Con el gol del ariete finalizó un encuentro en el que los visitantes supieron imponer su ley y obligar al rival a jugar incómodo.
Con esta nueva victoria, la escuadra que dirige Juan Moya encadena por primera vez en la temporada tres triunfos consecutivos, además ante tres equipos de peso como el Cádiz, a pesar de que en estos momentos se encuentre en horas bajas, el Real Jaén, que visitó Álvarez Claro como líder, y frente al sustituto de los jienenses al frente de la tabla, el Almería B que había enlazado cinco jornadas sin conocer la derrota, con once puntos sumados en los cinco partidos precedentes.
La UD Melilla se aleja de los puestos de descenso y se coloca en la zona templada de la clasificación, a tiro de piedra de los puestos de play-off de ascenso a Segunda División A con 25 puntos en su casillero.