Los azulones salieron a la pista muy concentrados en defensa, con la idea de sorprender a los locales. Los jugadores de Guillermo Arenas apretaban los dientes, también tratando de imponer su ley frente a su propio aro. Cárdenas dirigía a los locales con acierto, anotando cinco puntos consecutivos, y poniendo así el marcador 9-9.
A partir de ese momento, el partido estuvo marcado por la igualdad, con pequeñas alternancias en el marcador. Dentro del ritmo cansino que marcó el primer cuarto, definido por los errores continuos de ambos equipos, los ovetenses se cobraron la primera ventaja, gracias a dos triples consecutivos de Víctor Pérez. El marcador se ponía en 22-13 en el minuto nueve, y la desventaja melillense aún aumentaría otro punto antes del final del primer cuarto.
En la salida del segundo cuarto, las cosas cambiaron. El OCB bajó su acierto anotador y las diferencias se rebajaron. Varios robos de balón provocaron contraataques y ajustaron la brecha solo a tres puntos, 39-36 en el minuto 19. Sin embargo, los hombres de Alejandro Alcoba no eran capaces de darle la vuelta al marcador.
Tras el descanso, en el tercer cuarto, nuevamente el Melilla comenzó fuerte, intentando dar un golpe encima de la mesa que cambiara la situación del partido. Destacaban Riera y Manzano que, con 19 y 17 puntos respectivamente al final del partido, serían los mejores ofensivamente de los visitantes. Además, los de la ciudad autónoma seguían acertados y robando balones en defensa.
El partido se convirtió en un correcalles con muchas imprecisiones. Por el Oviedo, los nuevos fichajes, tanto el dominicano Juan José García como Fitzgerald causaban buenas impresiones y el mayor acierto desde la línea de tres de los locales, en especial de Víctor Pérez, acababa por mantener la ventaja al final del tercer parcial en 63-54.
A pesar del acierto anotador rival, los de Melilla seguían fuertes en defensa y aprovechando las oportunidades para no alejarse en el marcador. Con el 73-61 en el minuto 34, Alcoba solicitó tiempo muerto para intentar conseguir la remontada, presionando la salida del balón del Oviedo Baloncesto. Sin embargo, los locales seguían sin fallar, incluso deleitándose con jugadas espectaculares. Melilla no era finalmente capaz de darle la vuelta a un partido en el que había ido prácticamente siempre remando a contracorriente y la sorpresa de la jornada se certificaba. En la próxima jornada, Melilla recibe al FC Barcelona con el objetivo de retomar la senda de la victoria frente al filial azulgrana.
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