El antiguo edificio de Correos albergará al futuro templo hindú en su próxima renovación, informó Ramesh Ramchand, presidente de la Comunidad Hindú de Melilla. Se situará en un espacio de unos 200 metros junto a la plaza de la Aviación y allí podrán poner en práctica todas las actividades que tienen en mente, ahora mismo limitadas por la pandemia y el espacio actual que tienen, de unos 60 metros.
Y es que esta pequeña, pero significativa, comunidad melillense casi se queda sin sede. El templo que tenían anteriormente tuvieron que dejarlo porque el propietario les quiso subir el alquiler y ahora han tenido que trasladarse a uno de menor tamaño. Son ellos mismos los que mantienen viva esta parte de la identidad de la ciudad. Ramchand señala que son apenas unos 60 miembros, aunque parezcan más, ya que en numerosas ocasiones, la gente les dice que no paran de moverse y de organizar actividades.
Aseguró que para ellos es muy importante poder ayudar a las personas con más necesidades en la ciudad y son muchas las que ya los tienen como referente. Esto es algo palpable, pues apenas ha levantado la persiana del templo cuando se le acercan dos mujeres preguntando por la campaña de recogida de ropa; ésta ha terminado, pero Ramchand les pregunta dónde viven y les trasladó que en cuanto le traigan algo, se lo llevará. Él mismo cuenta que consiguieron darle a un joven con discapacidad una silla motorizada para que pudiese moverse e incluso han llegado a encontrar una vivienda para una persona que lo necesitaba. Ramchand explicó que cuando alguien les pide ayuda, se movilizan y acuden a los contactos que tienen para explicarles la situación; subraya que dichos contactos saben que no acuden a ellos para pedirles algo en beneficio propio, sino que es para echar una mano a alguien que lo necesita.
Ahora están ubicados en la calle Padre Lerchundi, perpendicular a donde estaba la sede anterior. Tal vez el nuevo local sea más pequeño, pero al entrar en él te invade la sensación de haber viajado a otro mundo.
Cuidado al más mínimo detalle, Ramchand resaltó que ha sido gracias principalmente a las mujeres de la comunidad que llevaron la iniciativa de montar el nuevo templo. Este está dividido en lo que es la entrada y, separado por un bimbo, se encuentra el templo.
Los cuadros y figuras representan en su mayoría a dioses y diosas hindúes, pero también está la imagen de Jesucristo y una decoración que recoge las principales culturas de la ciudad, como símbolo de unidad entre ellas. Explicó que está pensando en albergar en el templo todos los libros sagrados de cada una de las confesiones de la ciudad, libros que sean donados por las comunidades correspondientes.
En la parte interior del templo se encuentra el altar. Ahí hay que quitarse el calzado y frente a unas hileras de sillas, se erige dicho altar hindú. Cubierto por los laterales con paneles de madera con motivos vegetales, los principales dioses están colocados en dos lejas distintas y vestidos con la característica cascada de colores de esta cultura.
Sentado frente a ellos, Ramchand expresó que gracias a ellos ahora tendrán una sede en condiciones. Emocionado, relató que en una reunión con la vicepresidenta del Gobierno, Gloria Rojas, le explicaron que ya no tenían sede tras proponerles desde la CAM una actividad y dijo que ella se levantó y aseguró que mientras ella estuviese el Ejecutivo, la Comunidad Hindú no desaparecería.
Fue de ahí que surgió la idea de darles un espacio en el antiguo edificio de Correos que va a ser remodelado próximamente. Ramchand contó que a algunos de los miembros de la comunidad presentes en la reunión se les saltaron las lágrimas.
Recordó con una mezcla de emotividad y orgullo cómo su familia tuvo que empezar desde cero en dos ocasiones: cuando Pakistán se independizó de la India y cuando cayó el protectorado español de Marruecos. La primera vez recorrieron medio mundo hasta llegar al norte de África y la segunda vez tuvieron que refugiarse en Melilla. “Eso sí que fue duro”, dijo.
Quiso agradecer a Melilla y a los distintos representantes de la Ciudad que siempre les han apoyado, tanto del Ejecutivo actual como del anterior. Ahora, en vistas de tener una sede en condiciones, se abre un nuevo camino de esperanza para una comunidad que late con fuerza para seguir viva.