El pasado lunes se firmó en el Palacio de San Telmo de Sevilla el protocolo general de la colaboración que mantendrán en el futuro la Comunidad Autónoma de Andalucía y Melilla. Se trata de la formalización de un acuerdo que, en esencia, viene a poner sobre la mesa la decisión de mantener una relación de lealtad mutua y cooperación de amplio espectro que, a partir de ahora, habrá que ir desarrollando en convenios sectoriales que han de trabajar conjuntamente los consejeros de uno y otro Gobierno. En definitiva, todavía están por escribir los proyectos que saldrán adelante en base a las correspondientes líneas maestras suscrita y que deberán ir firmándose en el futuro.
La oposición, sin embargo, ha salido en tromba a criticar lo que no deja de ser una acción de Gobierno del Partido Popular, que ya en su programa electoral hablaba de establecer esas estrechas relaciones con los vecinos andaluces. Se quejan de que no se les haya informado del contenido del protocolo y vaticinan que todo quedará en papel mojado haciendo un juicio apriorístico que se les puede volver en contra en el momento en que empiecen a firmarse los convenios.
Y de hecho, ya hay fecha para formalizar el primero de ellos. Será el 6 de marzo, aquí en Melilla, entre la Autoridad Portuaria y los puertos de interés general de Andalucía, que permitirá a la ciudad acceder al club de Suncruise, la asociación andaluza que pone en el mapa a esta región española como destino de cruceros. En definitiva, está sobre la mesa un principio de materialización del acuerdo con la Junta de Juan Manuel Moreno que, según la oposición, nunca iba a producirse.
Juzgar acciones antes de que se conozcan los resultados de una gestión, sea política o no, es un error de bulto. Tiempo habrá para tirar de las orejas al Gobierno si no cumple el compromiso pero se debe de tener la paciencia suficiente como para no caer en la tentación de dar pie a que se hable de rabia y pataleta por un "éxito" en la acción gubernamental. Eso es lo que ha pasado, precisamente: la oposición no se ha contenido en sus apreciaciones apriorísticas y los populares le han afeado que les molesta que se hagan cosas importantes para la ciudad.
Ha sido una equivocación afirmar que el protocolo no se va a desarrollar. Ahora mismo no se pueden adelantar los acontecimientos porque nadie tiene una bola mágica para adivinar el futuro. Además, se prevé que la oposición pueda ir conociendo los contenidos de los acuerdos conforme estos vayan planteándose en la mesa de las distintas comisiones informativas de la Asamblea, se realicen interpelaciones, se pidan datos concretos por escrito o se formulen preguntas en los plenos de control.
Es curioso que miembros de la oposición como cepemistas y socialistas critiquen que no se conocen los contenidos cuando prácticamente ni se hablaban entre ellos cuando ambos formaban Gobierno. Más de una vez y de dos uno se enteraba prácticamente por la prensa de lo que hacía el otro e incluso se peleaban públicamente o se hacían acusaciones veladas como cuando las consejeras del PSOE dejaron claro que no eran sus áreas las que habían recibido la notificación del juzgado pidiendo datos en el caso de la compra de votos por correo.