La variación anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) en Melilla ha descendido en el pasado mes de mayo hasta el 4,7% y se coloca 11 décimas por debajo del dato del mes anterior según muestran los informes del portal DatosMacro del diario económico Expansión. Esta bajada del IPC también se ha podido ver en los precios de los transportes, que han registrado un descenso del 1,8% en este mes y que sitúa su tasa interanual, por tanto, en los 3 puntos porcentuales negativos. En el otro lado se encuentran el sector hotelero y el de restauración, donde sí que se ha visto un incremento del 1,1% que sitúa su variación interanual en el 10,3%. Así, repasando los distintos apartados que componen este Índice de Precios de Consumo, se puede ver que, durante este mes de mayo, la variación mensual en alimentos y bebidas no alcohólicas muestra un una bajada del 0,7%, pero sus tasa interanual y su acumulado desde el mes de enero de 2023 aún muestran un 13,2% y un 4,4% en positivo respectivamente. El siguiente apartado que arroja un mayor incremento en la tasa interanual es el sector de los hoteles, cafés y restaurantes con un 10,3%. De esta manera, su acumulado desde comienzos de año se coloca en un 4,3% y su variación mensual es del 1,1%, siendo la sección que ha presentado las subidas más acusadas en las tres estadísticas. Otro sector que también presenta incrementos en todos estos datos son los del menaje y la medicina. El primero de ellos arroja subidas tanto en la variación interanual (7,2%) como en el acumulado desde enero (3,4%) y en la variación mensual (0,8%).En la medicina la situación es parecida y su tasa interanual se coloca en un 5,2%, su acumulado desde el inicio de 2023 estaba, en el pasado mes de mayo, en un 1,8% y su variación mensual es del 0,8%. Por otro lado está la vivienda, que presenta la bajada más acusada de todas las secciones que componen el IPC. Su variación interanual se sitúa en un 9,8% negativo y su acumulado desde el primer mes de este año presenta una bajada del 4,5% hasta dejar su variación mensual en 0. Un caso similar ocurre con los transportes, cuya tasa interanual muestra un descenso del 3% acompañado de la bajada del 1,8% de su variación mensual a pesar de la subida de su acumulado desde el pasado mes de enero, que presenta un 5,3% en positivo. Así, en Melilla, el único sector que no ha presentado subidas en ninguno de estos tres datos ha sido el de la vivienda, mientras que el resto, en mayor o menor medida, sí que han registrado incrementos más o menos significativos. Esto ha hecho que la tasa interanual general del IPC en la ciudad se haya quedado en un 4,7%, mostrando ese descenso a pesar de los datos en positivo que se ven en el acumulado desde enero, donde el Índice de Precios de Consumo se sitúa en el 2,6% . La variación mensual, sin embargo, sí que muestra una bajada del 0,3%. La inflación en los precios y el coste de la vida sigue su tendencia descendente, pero el acumulado de tantos meses con estos números por encima de lo que venía siendo normal ha hecho que las familias y los hogares hayan tenido que cambiar sus hábitos de consumo, ya que los márgenes de ahorro se han visto reducidos durante todo este tiempo en el que la subida del IPC parecía disparada. Mientras tanto, en las casas melillenses se siguen haciendo cambios para intentar pasar estos meses de la mejor manera posible mientras se espera a un respiro por parte los precios que cada vez parece más cerca.
Cambio de hábitos en los hogares
A pesar del descenso del Índice de Precios de Consumo (IPC), los meses con la inflación disparada han provocado cambios en los hábitos de consumo y en algunos comportamientos dentro de los hogares melillenses, que durante este tiempo han intentado seguir buscando formas de poder ahorrar algo de dinero a final de cada mes. De esta forma, algunos han recortado en los apartados donde la inflación no ha descendido tanto o directamente sigue subiendo. Es por ello que Antonio dice que “hace un tiempo decidió recortar las salidas de los fines de semana”. “Normalmente antes salía un par de veces a final de la semana, pero ahora me quedo más en casa porque hay cosas que no puedo recortar y ese es el gasto que me puedo quitar más fácilmente para poder ahorrar un poco”, señala. Este comportamiento es algo que va en consonancia con los datos que expone el ‘Observatorio Cofidis de Economía y Sostenibilidad en el Hogar 2023’, que muestra cómo las familias españolas han incrementado sus gastos en partidas básicas como los suministros del hogar, pero han recortado en otras cosas como son los hoteles y restaurantes o el ocio y la cultura. Este informe también subraya cambios en los patrones de comportamiento provocados por este aumento continuado del IPC durante estos últimos meses. Uno de los hábitos que se ha visto afectado por la inflación ha sido la ayuda que se presta desde los hogares españoles a personas de su entorno o a organizaciones benéficas. Este es el caso de María, que dice que, “por desgracia, ha tenido que dejar de prestar ayuda a algunas personas” porque “directamente, no puede hacerlo”. “Yo antes ayudaba a todo el que me lo pedía, intentaba echar una mano a muchísima gente, pero ya no ayudo a casi nadie porque si no tengo para mí, es muy complicado poder hacerlo”, explica. Esta melillense, además, señala que ha tenido que renunciar a sus vacaciones este año, pero que quizá el cambio más notorio que se ha producido en su familia es en la alimentación porque “tiene los precios por las nubes”. Adoración, por su parte, explica algo similar y comenta que, en su casa “ya se han pasado a los congelados, porque lo fresco está muy caro”. Además, esta melillense asegura que “le gustaría consumir de una manera más sostenible”, pero que el coste que suponen este tipo de hábitos “lo hace bastante difícil”. “Yo sé que eso es mejor para la salud nuestra y para la del planeta, pero es que no se puede, por lo menos ahora mismo no se puede”, apunta. Eva destaca algo similar respecto a este consumo más sostenible. En su caso, dice que “si en una casa tienen que comer 4 personas es muy difícil poder hacer un consumo sostenible viendo los precios de algunas de estas alternativas”. Aún así, ella dice que no ha renunciado a todo de manera radical y que hay hábitos que sigue manteniendo, como es el caso del ocio. “Si hay que salir se sale, que la vida son dos días”, destaca Eva riendo. En sentido, esta melillense dice que “aunque uno vaya un poco estrujadillo” hay que darse un respiro y “salir con los amigos”. “Ya se recortará en alguna otra cosa, pero un ratito a la semana hay que aprovecharlo”, remacha.Pesimismo en las familias El ‘Observatorio Cofidis de Economía y Sostenibilidad en el Hogar 2023’ señala que, en este contexto, se observa un incremento del pesimismo de los españoles ante las perspectivas de su economía familiar. El porcentaje de ciudadanos que cree que su situación será mejor dentro de un año desciende del 29% al 17%, a la vez que aumentan los que ven peores perspectivas de cara a futuro, pasando del 24% al 29%. Además de la situación económica del país, a 6 de cada 10 ciudadanos le preocupa bastante la repercusión de la Guerra de Ucrania, especialmente por el riesgo de nuevos conflictos o que más países se vean involucrados, y también por el impacto que está teniendo en la economía. En cuanto a las perspectivas de consumo a corto plazo, 8 de cada 10 españoles tiene previsto salir de vacaciones este verano. Se trata del único tipo de plan que abordará una gran mayoría de los españoles. El resto son menos comunes y, generalmente, previstos a medio o largo plazo, desde los más extendidos, como planes de cuidado de la salud y estéticos (49%), ocio (48%), compras de equipamiento del hogar (43%), reformas en casa (42%) y tecnología (39%), hasta los previstos por minorías de población, como emprender un negocio (10%), comprar un vehículo de movilidad personal (13%) o incorporarse a estudios de especialización de máster o en el extranjero (14%). Así, la situación de los precios no sólo ha cambiado los hábitos, sino también el ánimo y las perspectivas de los hogares españoles.